Columna Invitada
Aranceles y más aranceles
La semana pasada estalló uno de los retos que hemos estado comentando, el más inmediato, el que tiene consecuencias de largo plazo. El tema de los aranceles que el señor Trump está colocando a las exportaciones mexicanas y canadienses. Aranceles que aún no es muy claro si serán por producto o serán generalizados y que tienen por objeto forzar a ambos gobiernos de esos países para tomar medidas en asuntos que los Estados Unidos quieren solucionar. Por otro lado, son problemas que los EE. UU. no han podido resolver por sus propias fuerzas.
Trump supone, en todos los casos, que tanto México como Canadá podrían estar ayudando más de lo que hacen. En este momento lo que propone es un tipo de castigo. Pero estamos en la ignorancia sobre qué es lo que se está pidiendo, en concreto a México o a Canadá. En pocas palabras, están señalando qué resultados se esperan, pero no cuáles serían las medidas para lograrlo. Por ejemplo, piden mayor control de las fronteras, sin decir de qué manera se va a medir y cuáles son las acciones que se espera que estos países lleven a cabo.
En el caso de México, en particular, los dos temas fundamentales son el fentanilo y limitar la migración ilegal. No queda claro por qué México considera que imponer aranceles sea problema para nuestra soberanía o una lesión de la dignidad de nuestro país. De hecho, cualquier país tiene en cualquier momento el derecho de imponer aranceles según le convenga a su economía. Y el asunto no se resuelve pidiendo mantener un diálogo entre iguales o el respeto a la dignidad de nuestro país.
Lo cual, por otro lado, muchas veces esa no es una defensa suficiente. Es verdaderamente raro poder recordar algún caso de una nación fuerte que haya sido detenida en sus acciones contra una nación débil solamente con apelar al respeto a la soberanía del débil y a la dignidad de los pueblos. La triste realidad es que una nación débil no tiene más posibilidad que negociar todo lo que pueda, tratar de obtener la mejor opción posible, pero que finalmente la nación fuerte obtendrá la mayor parte de lo que desea. Y eso es algo sumamente difícil de evitar.
Hemos dicho que en esto tenemos una gran incógnita. ¿Qué es lo que, de fondo, está pidiendo el gobierno de Trump? En esto no nos queda más que especular, porque no se ha hecho una declaración precisa en ninguno de los dos frentes. Supongamos, por ejemplo, que la idea del señor Trump para reducir el problema del fentanilo es pedir que México extradite a un cierto grupo de personas que ellos ya tienen ubicados y que son los que de fondo manejan ese mercado. Y que tal vez entre ellos pudieran estar personas allegadas al gobierno. Claramente, en ese caso sí valdría decir que el gobierno pide que respete nuestra soberanía y que no vamos a aceptar que nos traten de esa manera. El mero hecho de pedir que haya menos fentanilo es mucho más difícil de medir y de exigir.
Por otro lado, supongamos que se quiere mejorar la situación de las empresas de Estados Unidos de tal manera que puedan ser más competitivos en su propio mercado. Y una de las quejas que se han hecho con frecuencia es que México, debido a que tenemos salarios sustancialmente más bajos que los de Estados Unidos, tenemos una competencia que ven como desleal. Y que esa diferencia está provocando cierta cantidad de desempleo en ese país.
¿Podría, por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos pedir que las empresas exportadoras de México paguen salarios equivalentes en su poder adquisitivo al que se les paga a los trabajadores de los Estados Unidos? En tal caso, sí podría pensarse en que se tiene un piso parejo para la competencia. No es algo sencillo, pero finalmente no es algo tan difícil de medir. Y puede haber un modo de certificar que eso está ocurriendo.
Obviamente, habría empresas mexicanas que no podrían competir en esas condiciones, pero a lo mejor habría otras que seguramente lo podrían hacer. De hecho, algunas de las compañías automotrices establecidas en México son las más productivas del mundo, precisamente porque tienen mayor automatización y menor uso de personal.
De hecho, no sabemos qué es lo que efectivamente nos están pidiendo. En eso deberíamos tener alguna idea más clara. Da la impresión de que existe un protocolo secreto, que existen peticiones que no conoce el público en general y que efectivamente podrían calificarse de lesivas para nuestra soberanía, el respeto y la dignidad de los mexicanos. Sin embargo, mientras no sepamos eso, no tenemos realmente ninguna base. La noción de que todo se va a resolver con ideas como que tenemos planes A, B, C o más, no garantiza que vamos a resolver la situación.
No se ha hablado de otros problemas de fondo. Verdaderamente, tenemos que ver cuál sería el impacto en nuestra sociedad, de dónde va a financiarse el costo de crear empleos para los cinco millones de emigrantes que piensan deportar. ¿Dónde se obtendrá el dinero para la inversión en esos puestos de trabajo? Tampoco hemos hablado de cuál sería el impacto de dichas deportaciones en las remesas que recibimos de los migrantes.
Lo que necesitamos es más claridad, que tengamos mejor conocimiento de cuáles son las verdaderas exigencias de Trump para poder proponer soluciones. Los aranceles son solo el arma con la que nos amenazan para exigir ciertos resultados. La cantidad que recauden los EE. UU. mediante los aranceles, no basta para resolver el tema del fentanilo ni el de la emigración ilegal. Por otro lado, defender a México amenazando con imponer otros aranceles, no resuelve la situación. Tan es así, que el señor Trump ya dijo que, en tal caso, simplemente subirá a su vez los aranceles. Lo que no sabemos con precisión es qué Trump le está pidiendo al gobierno mexicano. Claramente, nuestro Gobierno no ha confiado en la ciudadanía para mantenernos informados. Por ello, solamente tenemos respuestas vagas. Sí, sabemos cuál es el resultado que quieren. Sabemos con qué nos están amenazando. Pero no que nos piden que hagamos.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
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Columna Invitada
En Memoria de José Andrés
Con todo nuestro cariño, respeto y admiración para la familia Sandoval Romo.
Hace poco más de un año, escribí un artículo “Corazón”
(https://tinyurl.com/corazonjoseandres) en donde hablo del coraje de José Andrés, que ha sido una fuente constante de admiración. A pesar de enfrentar un enemigo tan implacable, su espíritu se mantuvo de pie. Demostrando una asombrosa capacidad para comprender la magnitud de la situación, brindando palabras de aliento y esperanza a sus padres. Dejó claro que su sabiduría y amor a Dios superan su corta edad.
Encaró pruebas que lo llevaron a explorar su interior en busca de un propósito más profundo: “La noción de un propósito superior resuena tanto en la novela como en la vida real. Esta convicción actúa como un motor de resiliencia y esperanza en medio de la adversidad. Tanto el protagonista de “Corazón” como José Andrés emprenden un viaje en búsqueda de comprensión y aceptación, con el propósito de desentrañar el significado oculto en sus desafíos, ilustra cómo el coraje y la determinación frente al cáncer dejan una profunda huella en su familia y en quienes lo rodeamos”.
Hace unos días, esta llama de luz fue llamado a ser ahora un faro de luz que seguro estoy cambiará la mente y vida de muchas personas.
Como testigo cercano de esta travesía, lo que al principio parecía inaceptable ha evolucionó con el tiempo. Las alternativas inicialmente difíciles fueron gradualmente aceptadas con amor y comprensión. Jamás hubo reclamo a Dios; por el contrario, por ello plasmo íntegras las palabras de su padre, Arturo, en la misa de su celebración vida:
“A nombre de Judith, Mariana, Luis Enrique y Arturo les agradecemos su presencia y su amor.
José Andrés nos reunió aquí hoy para despedirlo físicamente de este mundo y volver a su casa, de donde ya nos cuida e ilumina con su hermosa luz.
Partió sin sufrir, en Santa Paz y en su hogar, en el abrazo amoroso de sus hermanitos y papitos.
Celebramos su feliz vida terrenal y su felicidad divina en el cielo, donde lo recibieron con tanto amor como al nacer de su linda madre Judith, mi amada esposa, hace casi quince años.
José Andrés fue muy feliz, nos regaló su felicidad con su hermosa sonrisa, nos enseñó con su carácter y su ser: Fuerte y tierno; extrovertido prudente, que buscaba la soledad para estar solo con él; pícaro sin malicia; imponente en sus convicciones y dócil en el trato, con una madurez inexplicable a su corta edad; jovial alma vieja, con gustos totalmente de él y sin imposiciones; sincero y directo a más no poder; apoyo incondicional para sus hermanos a prueba de todos y todo, incluso ante sus padres; no juzgaba, pero no tenía ningún empacho en corregirnos; grandiosa resiliencia e incomparable valentía, donde siempre estuvo al pendiente de que no sufriéramos y estuviésemos bien a pesar de su enfermedad, una personalidad avasalladora… y muy guapo.
No hubo un sólo momento donde José Andrés no contara con los cuidados y amor de sus papás, hermanos, abuelas, primos, tíos de sangre y de la vida, amigos; tampoco del personal médico, operativo y administrativo del HIES y externos, quienes siempre le ofrecieron su atención profesional, cercana y bondadosa. A todos ellos nuestro eterno agradecimiento.
La vida nos enfrenta a tormentas inesperadas, el cáncer que sufrió José Andrés fue la nuestra. Agradecemos a nuestro Señor Jesucristo que siempre estuvo en nuestra barca, y nos dio la fortaleza para soportarla, y enseñarnos que se puede encontrar la felicidad aún en el sufrimiento.
José Andrés, te entregamos a Dios, que siempre fue, es y será tu dueño. Él nos dio el regalo y el privilegio de protegerte aquí en la tierra, y de vivir a tu lado.
Gracias José Andrés, te amamos y sigues aquí, en nuestros corazones”.
Antes la pregunta era “¿por qué?”, ahora, con una fe inquebrantable, la pregunta que nos hacemos es “¿para qué?”, por qué todos sabemos que Dios tiene otros planes, que son como siempre, mayores a nosotros mismos y para José Andrés, han sido enormes y todos le ayudaremos a cumplirlos.
Dios te recibe y nos bendice a través de ti.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
¿Cómo marchan por la vida en los Estados Unidos?
Por Alejandra Yáñez
En 1973, el Tribunal Supremo (o Suprema Corte) de los Estados Unidos emitió una sentencia, conocida como Roe vs. Wade, por la cual se impuso el aborto como política nacional. Los estados se vieron obligados a permitir ese procedimiento, sin necesidad de una reforma a sus leyes locales. Por esta razón, el 22 de enero de 1974 se organizó una marcha para defender el derecho a vivir de quienes no podían defenderse. El lema era: “Poner fin al aborto uniendo, educando y movilizando a las personas pro-vida en la plaza pública” Como la sentencia no fue revocada, la marcha se instituyó como un evento anual, con el objetivo de protestar pacíficamente y visibilizar la dignidad del nasciturus y su madre.
52 años después, millones de activistas, grupos religiosos de distintas denominaciones y movimientos juveniles siguen participan activamente, buscando promover una cultura de VIDA. El lema actual es no sólo hacer del aborto un acto humano ilegal, sino también un acto IMPENSABLE. La marcha siempre se ha hecho en enero, a pesar del frío, la nieve y el granizo. La convicción está por encima de las condiciones climáticas. Desde el monumento a Washington, se recorren varias calles, se camina frente al Capitolio y se termina el recorrido en las escaleras de la Suprema Corte.
La marcha por la vida en Washington ha llegado a tener más de seiscientos mil participantes por evento. Este año se anticipaba una participación de 150 mil personas, ya que muchos ciudadanos creen que con la reciente revocación de Roe vs. Wade el trabajo de la defensa de la vida se había terminado. Gran error. A pesar de que el aborto ya no es una imposición del gobierno federal, los abortos se siguen efectuando y siguen incrementando. Esto es porque el aborto no se prohibió, simplemente se regresó a los estados la facultad de prohibirlo o regularlo. Algunos estados lo han prohibido, otros lo han restringido y algunos, como Arizona, lo han legalizado completamente en todo momento de la gestación.
Por esta razón los grupos provida han modificado la estrategia: una marcha nacional y una marcha local en todos y cada uno de los estados de la unión americana. Este 2025 ya tienen organizadas 17 marchas estatales.
Es interesantísimo ver cómo trabajan en ese país. Para empezar, la marcha está organizada por una junta directiva, que se encarga de conseguir patrocinios, tramitar los permisos, posicionar la marcha en medios de comunicación e invitar a todos los grupos de buena voluntad. Hacen una cena gala para informar los avances y los retos a futuro. Muchas personas se involucran e invitan a personas de distintos ámbitos en las vocerías. Hay pastores, sacerdotes, políticos, líderes estudiantiles y activistas. Cada año cambian los rostros, pero no los objetivos. Este año fueron oradores una campeona de surf, el vicepresidente de los Estados Unidos, un reverendo luterano, un grupo musical, un diputado, varios activistas, líderes de movimientos estudiantiles y un sobreviviente de un aborto inducido, quien hoy ya es adulto.
En México, tenemos que MEJORAR la estrategia de la defensa del derecho a vivir. Se deben unificar las dos marchas, necesitamos abrir las vocerías a distintos sectores de la sociedad y definitivamente tenemos que desarrollar una cultura de donación y compromiso. Si todos tiramos a la misma portería, solo nos faltaría definir el “cómo”. No lograremos prohibir el aborto, lo que sí podemos hacer es que pocas personas lo quieran practicar. Por las mujeres y los niños, debemos trabajar mejor.
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Columna Invitada
Retos 2025
Iniciando el año 2025, estamos en la época cuando muchos hacen pronósticos. ¿Qué nos traerá este nuevo año? No pretendo hacer profecías, que son famosas porque casi siempre fallan. Pero por lo menos hay que tener alguna idea de cuáles son los principales retos que enfrenta nuestro país. Tanto en el año 2025, pero también para los años siguientes. Puede haber diferentes tipos: retos para la Sociedad, retos para el Gobierno actual, retos para la oposición y algunos más.
Hablando de la Sociedad, tal vez el reto más importante es lograr alcanzar la paz. Es necesario que se termine con la siembra sistemática de odio que nos ha caracterizado en los últimos años. Para ello también cuenta la influencia de los Estados Unidos. Si se cumplen algunas de las promesas de campaña del presidente Trump, probablemente presenciemos la guerra sintética, una guerra donde no se ataca a los ejércitos, sino que se cometen asesinatos individuales de personas que se les considera nocivas para lograr alcanzar el triunfo para quienes están combatiendo. Posiblemente, esto es lo que intentará el Señor Trump: intervenciones quirúrgicas, para eliminar a algunos a los que considera los principales enemigos de su país.
Otro reto: ¿qué ocurrirá con nuestra economía? ¿Habrá una recuperación mundial? ¿Continuará la situación de endeudamiento importante de los principales países desarrollados? ¿Inflación o deflación? Tal parece que los bancos centrales están jugando un poco al aprendiz de brujo, bajando las tasas de interés. ¿Se dará reversa al impulso de la globalización? Obviamente, la situación internacional nos afectará como país.
Para este Gobierno, el reto fundamental es contener el gasto, cumplir con la oferta de reducir el déficit público, y lograr un balance entre el gasto y los ingresos, algo difícil de lograr. La mejor muestra de que esto está siendo un problema, es el modo como han tratado de quedarse con los fondos de los trabajadores en el INFONAVIT. Algo que ha sido cuestionado muy fuertemente, sobre todo por los sindicatos que consideran que ese es un dinero que no es del Gobierno y no tiene derecho a utilizarlo. Claramente, se está buscando de qué manera se puede balancear el gasto que se ha programado cuando los ingresos no se prevén amplios.
No se habla de reforma fiscal. Más aún, se ha dicho que no existirá un aumento de impuestos, pero resulta difícil creer que se pueda cumplir con esa promesa. Por otro lado, ¿qué se espera de la inversión? Se han hecho promesas muy alegres, que muchas veces no consisten realmente en la inversión de lo que algunos llaman dinero fresco, sino la reinversión de las utilidades que ya obtuvieron y que están en el país. Mismas que ya están utilizadas en muchas formas, como capital de trabajo, equipamiento, reparación, ampliaciones mayores, y otras cosas de ese estilo. Este es un problema fundamental. Habrá que esperar y ver si la empresa privada cumple con lo ofrecido, o si esperan a ver qué condiciones nos impone nuestro mayor socio comercial.
Un reto importante, el llamado Near Shore, la relocalización de las capacidades productivas. Se ha mencionado como la gran promesa de los próximos años para México, porque tenemos una posición envidiable de cercanía al mayor mercado del mundo, con un acceso amplísimo y costos de logística muy bajos. Un obstáculo relevante es la intención de los nuevos gobernantes de los Estados Unidos, de evitar lo más posible las importaciones. En el vocabulario del señor Trump no existe el Near Shore, sino el No Shore. Es decir, importar lo menos posible.
Tristemente, no hemos hecho suficiente en inversión de infraestructura, de carreteras, de vías férreas, para aprovechar esta situación. El área para desarrollar es la logística. Y esto no ha ocurrido. Las inversiones del sexenio pasado han tenido más que ver con turismo, y Pemex. Una inversión menor, para llevar a cabo el famoso ferrocarril transoceánico, el cual, por cierto, es un proyecto que procede del siglo XIX, en el fallido tratado Mac Lane-Ocampo, que no se llevó a cabo, aunque ya preveía la necesidad de crear ese ferrocarril. Y en casi 200 años estamos todavía estancados en esa misma idea. Lo cual podría ciertamente ayudar, reduciendo los costos de pasar por el canal de Panamá.
El punto central para que se desarrolle verdaderamente la inversión en general y en particular el aprovechamiento del Near Shore, es la seguridad de tener un verdadero Estado de derecho, sobre todo en los aspectos de derecho mercantil, para que no sea un verdadero calvario tener que cobrar deudas insolutas. Por supuesto, eso tiene que ver también con tener un sistema judicial creíble que, verdaderamente, pueda garantizar que sea un contrapeso al ejecutivo.
Seguramente hay otros retos importantes, tal vez de mucho más largo plazo. ¿Cómo mejoramos la educación privada y pública? Que ambas necesitan ser renovadas. ¿Cómo mejoramos la generación de tecnología propia? Que es una de las ofertas cruciales del nuevo régimen, y que requiere de una buena cantidad de inversión en recursos humanos. En lo cual tuvimos un atraso importante en el sexenio pasado.
Un gran reto de nuestra presidenta, es mantener la unidad de la 4T. En su primer trimestre de gobierno, ya empiezan a ocurrir las acusaciones y descalificaciones entre los políticos que compitieron con la doctora Sheinbaum por el nombramiento como candidata presidencial. Mientras que otro precandidato, procedente de un partido aliado, ya está anunciando la formación de un movimiento para ser presidente el próximo sexenio.
Hay un reto mayúsculo: el de lograr la confianza de ese 46 % del electorado que no votó por el Gobierno actual. Y también lograr, por el lado de la oposición, reconstruir partidos, movimientos o sociedades intermedias viables, y que verdaderamente empiecen a influir sobre la Sociedad. Año de retos y, como ocurre con frecuencia, un año que puede traer oportunidades, si no nos dejamos paralizar por estos temores.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Migración: Entre la Historia y la Identidad Nacional
El Motor Invisible de la Historia
Desde tiempos remotos, la humanidad ha estado en constante movimiento, y la migración ha sido clave en la evolución cultural, económica y social, favoreciendo el intercambio de ideas, costumbres y conocimientos. Impulsados por guerras, persecuciones, crisis económicas y desastres de origen natural, los desplazamientos han moldeado civilizaciones, desde el Éxodo Judío hasta las diásporas contemporáneas.
En el siglo XXI, este fenómeno ha adquirido un carácter estratégico, utilizado por las grandes potencias como herramienta de presión política y económica. México, como país de tránsito y expulsión, enfrenta el reto de gestionar la migración sin comprometer su estabilidad ni su desarrollo, mientras lidia con la crisis migratoria en América Latina y sus propias dinámicas de movilidad poblacional.
Movimientos y Transformaciones
Por su ubicación geográfica, México ha sido testigo de flujos migratorios constantes. Desde la migración indígena prehispánica hasta la actual travesía de miles de centroamericanos rumbo a Estados Unidos, su territorio ha sido un punto de encuentro y conflicto. Sin embargo, hoy la migración no es solo una cuestión humanitaria, sino también un fenómeno con implicaciones económicas y políticas.
El Siglo XXI: Entre la Crisis y la Estrategia Migratoria
La migración ha dejado de ser un fenómeno espontáneo para convertirse en un factor de negociación entre países. Estados Unidos ha impuesto políticas como “Quédate en México” para frenar el flujo de personas en su frontera sur, mientras que Europa enfrenta desafíos similares con la llegada masiva de migrantes, lo que altera la composición demográfica y genera tensiones culturales y sociales.
En México, las remesas superan al turismo y al petróleo como fuente de divisas, reflejando una preocupante dependencia económica que, en lugar de incentivar el desarrollo interno, refuerza la exportación de mano de obra. Al mismo tiempo, la llegada de migrantes centroamericanos y caribeños plantea nuevos desafíos en materia de seguridad, empleo y cohesión social.
La Identidad en Juego: Desafíos y Oportunidades
Más allá de lo económico, la migración cuestiona la identidad nacional. A lo largo de la historia, los movimientos poblacionales han transformado a las sociedades receptoras, pero cuando estos flujos son masivos y constantes, el equilibrio entre integración y preservación cultural se vuelve frágil.
México debe encontrar una estrategia que garantice el respeto a los derechos humanos de los migrantes sin comprometer su estabilidad. Es urgente fortalecer las políticas de empleo, educación y seguridad para evitar la expulsión de connacionales y, al mismo tiempo, establecer mecanismos eficaces para regular la migración en tránsito.
Conclusión
El fenómeno migratorio ha sido una constante en la historia de la humanidad, pero hoy es un tema de debate global que pone a prueba la capacidad de los países para gestionarlo. México enfrenta un reto doble: frenar la expulsión de su población y administrar el flujo migratorio que cruza su territorio.
Es momento de replantear el modelo de desarrollo nacional, reducir la dependencia de las remesas y generar oportunidades para que los mexicanos prosperen en su propio país. La migración debe ser una opción, no una necesidad impuesta por la falta de oportunidades. La identidad, la cultura y la estabilidad social no pueden seguir siendo monedas de cambio en la geopolítica del siglo XXI.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
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