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Columna Invitada
Elecciones sin sorpresas, pero con sorprendidos
Por Guillermo Moreno Ríos
México a través de los Ciclos, artículo que escribí sobre los tres momentos históricos que comparten la búsqueda de justicia social, la lucha contra estructuras de poder y la presencia de líderes carismáticos que movilizaron a las masas, aunque obviamente ciertos sectores de la sociedad, no logren entender que ellos solo representan una abrumadora minoría. (24 de abril de 2021, en la página 27 de EL INVERSIONISTA.)
Los ciclos de la historia de México siempre son un recordatorio de la fuerza del pueblo y su capacidad para forjar su propio camino. Cuestionado sería saber si hubo o no resiliencia que evitó una mayor violencia y derramamiento de sangre en un cambio de ciclo que era inevitable.
Independencia (1806-1824): Desde la Conspiración de los Machetes en Morelia en 1806, hasta Miguel Hidalgo que inicia la lucha con el Grito de Dolores en 1810 y que continuó tras su muerte José María Morelos. En 1824 Guadalupe Victoria, es el primer presidente de México. Líderes que encabezaron una lucha contra el dominio colonial español, caracterizada por un fuerte componente indígena y sensibilidad religiosa. Buscando la emancipación de las castas y la abolición de la esclavitud.
Revolución Mexicana (1906-1924): Iniciando con la Huelga de Cananea en 1906, Francisco I. Madero lideró el levantamiento armado contra la dictadura de Porfirio Díaz en 1910; caudillos luchan por los derechos de los campesinos y obreros; en una marcada lucha de castas, Plutarco Elías Calles asume el poder en 1924. Estos líderes surgieron como respuesta al régimen autoritario y promovieron reformas sociales y económicas.
La Cuarta Transformación (2006-2024): Las elecciones de 2006, polarizan la política conduciendo a protestas y movimientos sociales. Las castas se transforman en partidos y la elección de Andrés Manuel López Obrador en 2018 marcó el inicio de la 4T, que busca una transformación profunda en términos de justicia social, combate a la corrupción y reducción de la desigualdad económica. Claudia Sheinbaum, arrolla en las elecciones y enfrenta desafíos como crecimiento económico, la inseguridad pública, migración y el cambio climático.
2024
Tanto Guadalupe Victoria, Plutarco Elías Calles y Claudia Sheinbaum, figuras de distintas épocas y contextos, comparten similitudes en sus desafíos políticos y heredando un poder casi absoluto de una lucha que duró 18 años en consolidarse y teniendo como meta la construcción del nuevo México próspero, equitativo y en paz.
Guadalupe Victoria
Asumió la presidencia en un México recién independizado, enfrentando el reto de consolidar la estabilidad y autoridad del nuevo gobierno. La promulgación de la Constitución de 1824 estableció a México como una república federal y secular, limitando el poder de la Iglesia. Posterior hubo conflictos internos y guerra con Estados Unidos, perdiendo gran parte de su territorio. Benito Juárez lideró la Reforma Liberal, enfrentó la intervención francesa y consolidó su liderazgo con la restauración de la República en 1867.
Plutarco Elías Calles
Desde que asumió la presidencia en 1924, México enfrentó tensiones con la Iglesia Católica que llevaron a la Guerra Cristera. Calles fundó el PNR, precursor del PRI, y sectorizó el poder en CTM, CNC y Unidad Revolucionaria, que en 1946, Manuel Ávila Camacho, migró a la CNOP. Esto desmilitarizó el poder y consolidó el poder del PRI en la dictadura rotativa perfecta y preparó el terreno para la llegada de liderazgos de dedazo, disfrazado de democracia interna, a la presidencia iniciando, así la debacle del ciclo.
Claudia Sheinbaum
En 2024, México presenció un hito histórico al elegir a su primera mujer presidenta, quien asume el cargo en medio de una serie de desafíos contemporáneos significativos. Uno de los principales desafíos es la persistente violencia generada por los cárteles de la droga, que continúan representando una amenaza para la seguridad y estabilidad del país. Además, la polarización política y social ha alcanzado niveles preocupantes, lo que exige un enfoque cuidadoso y conciliador para promover la unidad y el diálogo nacional.
Enfrenta el reto de asegurar la viabilidad de los programas sociales en medio de un importante déficit público, requiriendo medidas financieras prudentes. Además, debe evitar tensiones con los grupos conservadores y, en las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos, es crucial una gestión diplomática efectiva para preservar los intereses nacionales y la estabilidad regional, para alcanzar el México próspero, equitativo y en Paz que anhelamos.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en gestión de riesgos, resiliencia empresarial y urbana, seguros y derechos humanos.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
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Columna Invitada
El mal mayor
Estamos en México en una situación donde prevemos una serie de males que nos están preocupando como sociedad. El balance de poderes entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, el problema del Infonavit, las deportaciones de migrantes y otras ocurrencias del señor Trump así como otros asuntos adicionales de lo cual no es el menor, el de la paz en el país. Una serie de males que no encontramos una manera fácil de resolver.
Por otro lado, hay un problema que está en la raíz de varios de estos males y que es de más largo plazo, probablemente peor que lo que estamos percibiendo en los otros y que, si se resolviera, habría una solución más completa para todos los demás males. Ese asunto es la falta de participación ciudadana en lo político y lo social.
Tenemos la mala costumbre de dejar muchas cosas en manos del gobierno, como si quien manda tuviera la posibilidad o la obligación de resolver por nosotros muchas de nuestras dificultades. Esa costumbre nos ha hecho ser muy buenos para criticar. Lo cual está muy bien. Sí, debemos de criticar, por supuesto, pero no deberíamos de quedarnos en esto. No basta solamente con la crítica. Hay que pensar que también tenemos que ser proactivos, tenemos que participar. Y todo esto nos trae un gran desánimo al ciudadano común, precisamente porque vemos que, por más que haya críticas y señalamientos, el gobierno no toma soluciones.
¿Qué es lo que está pasando aquí? ¿Es inútil la participación ciudadana? ¿Se está haciendo cierto ese dicho de que somos ciudadanos sin poder? Porque, efectivamente, estamos haciendo una parte de nuestra tarea, pero aparentemente no es suficiente. Y eso está en la base de muchos de nuestros males. Si estamos pensando que nuestra actividad ciudadana consiste, únicamente, en votar a su tiempo y después dedicarnos a exigirles a los elegidos, claramente le está haciendo falta algo, algo que estamos viendo que no ocurre.
Muy probablemente, el problema viene de que pensamos que toda la acción política debe venir de un solo grupo de actores, lo que normalmente llamamos el gobierno. Estamos viviendo la parálisis y posiblemente la muerte de muchas sociedades intermedias, que son importantísimas para el funcionamiento de la democracia.
¿Qué entendemos por sociedades intermedias? En un extremo, está el Estado, con sus tres poderes. Lo que se podría llamar el nivel más elevado de la sociedad política. Y luego, por otro lado, en la base está la familia, que es la célula de la sociedad. Entre estas dos, existen una gran cantidad de sociedades que no son necesariamente obligación o potestad del gobierno, sino que son asumidas por la ciudadanía. A esas les llamamos sociedades intermedias. En nuestro país, tradicionalmente hemos tenido muy poca participación y creación de este tipo de sociedades. Y, en los últimos tiempos, algunas de esas sociedades han desaparecido o han sido absorbidas por el gobierno.
Hay muchos ejemplos de este tipo de sociedades. Por ejemplo, sociedades de tipo filantrópico. No le podemos dejar al gobierno en exclusiva el papel de la filantropía, que muchas veces han asumido, a veces con razones y otras, básicamente, por tener una influencia sobre una clientela que después le puede rendir en otros aspectos. La cultura, que también muchas veces la encargamos al gobierno y nos quejamos de que no está haciendo lo suficiente por impulsarla. Cuando no podemos esperar que sea el único en desarrollarla.
En otros campos, está la investigación, por ejemplo, de tipo académico y sobre todo de tipo tecnológico, donde las sociedades civiles e incluso las sociedades mercantiles tienen un papel importante. No podemos pensar que solo el gobierno tiene esa obligación. Y desde luego, la economía, donde la empresa privada, sobre todo, debe de tener su ámbito y su libertad.
El punto fundamental aquí, es que no debemos esperar del gobierno todas las soluciones, ni que sea el único actor en temas políticos y sociales. Esto no ocurre en una democracia bien constituida. A esto se le llama una democracia participativa, y es precisamente la idea. Un sistema de gobierno donde hay participación de los ciudadanos, para asegurar que la democracia se dé plenamente.
Claramente, puede darse el caso, que ocurre con cierta frecuencia, que no existan las sociedades intermedias, o estas sociedades no están haciendo su tarea. En esos casos, es posible que el gobierno, de una manera subsidiaria, provea un apoyo temporal. Pero claramente se trata de algo transitorio. No se puede estar subsidiando de manera permanente a las actividades que les tocan a las sociedades intermedias.
Nos está fallando ese tramo muy importante de la democracia. No podemos seguir atenidos a que el gobierno se haga cargo de todo y suponer que con quejarnos y hacer públicos nuestros señalamientos, ya todo se va a resolver. No se dice que la ciudadanía no se queje. Por supuesto que es relevante. Es necesario que le hagamos saber al gobierno las cosas que la ciudadanía considera importantes. Pero no es suficiente.
Si no tenemos participación, es difícil que convenzamos al gobierno de esta necesidad. Se requiere educar a la ciudadanía para que cambie sus convicciones y se vea realmente en un papel protagónico, un rol significativo. Donde, a distintos niveles, todos los ciudadanos estemos participando, de tiempo parcial o, en algunos casos de tiempo completo, para lograr que se dé en los hechos la democracia.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
La nueva Ley del INFONAVIT y el futuro de la vivienda en México
La reciente reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) ha sacudido el tablero de la política habitacional en México.
Como toda gran transformación, por un lado se perfila como una solución audaz para atender el déficit de vivienda social; por otro, introduce riesgos estructurales que podrían comprometer los ahorros de los trabajadores y distorsionar el mercado de la construcción.
Pero quizás el mayor peligro radica en algo más profundo: la pasividad del sector empresarial frente a una reconfiguración del sistema que podría redefinirlo en su contra.
Las Promesas de la Reforma
La reforma a la Ley del INFONAVIT ha sido presentada con un enfoque socialmente atractivo, argumentando que ampliará las opciones de vivienda al permitir a los trabajadores adquirir terrenos y optar por la autoconstrucción, así como facilitar créditos subsecuentes y un modelo de arrendamiento social con opción a compra para quienes no pueden afrontar un pago inicial elevado (Artículo 51 Ter y Sexto Transitorio).
Plantea la creación de una empresa filial constructora, con mayoría accionaria del INFONAVIT, que tendría la facultad de edificar viviendas con el objetivo de reducir el rezago habitacional y agilizar la oferta de vivienda social (Artículo 3, fracción V y Quinto Transitorio).
Reconfigura la gobernanza del instituto, reduciendo el número de integrantes en la Asamblea General y el Consejo de Administración, fortaleciendo la fiscalización de los recursos mediante la Auditoría Superior de la Federación y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (Artículo 12, Artículo 16 y Artículo 66 Bis).
Se establece que la construcción de vivienda se priorizará en terrenos propiedad del INFONAVIT o en aquellos asignados por los gobiernos federal y estatales, con la intención de atender el déficit de vivienda en sectores vulnerables (Artículo 42, fracción VII).
Sin embargo, estas modificaciones generan dudas sobre su impacto a largo plazo en la industria de la construcción, la transparencia en el manejo de recursos y el equilibrio de poder dentro del INFONAVIT.
Los Riesgos de un Estado Constructor
El cambio más controvertido radica en la transformación del INFONAVIT en un actor directo del mercado inmobiliario. La creación de una empresa filial constructora financiada con recursos de los trabajadores plantea preocupaciones mayúsculas. No solo se corre el riesgo de que estos fondos sean utilizados de manera discrecional, sino que se abre la puerta a una competencia desleal con los desarrolladores privados.
Históricamente, los esquemas en los que el Estado asume un rol protagónico en la construcción han mostrado deficiencias: burocracia excesiva, costos inflados y problemas de transparencia. Además, la reducción del control tripartito en la toma de decisiones del INFONAVIT (donde tradicionalmente participaban trabajadores, empresarios y gobierno) pone en duda los contrapesos necesarios para una gestión equilibrada. La falta de una supervisión robusta podría derivar en problemas de corrupción y opacidad en el manejo de miles de millones de pesos.
¿Y el Sector Privado? ¿De Nuevo a la Expectativa?
Lo más preocupante de esta reforma no es solo su contenido, sino la falta de una respuesta contundente por parte del sector empresarial y nulo del sector profesional. Las cámaras industriales de la construcción, vivienda y algunos organismos empresariales más, han expresado preocupaciones, pero hasta ahora no han articulado una estrategia clara para evitar que esta reforma los arrincone.
Si no toman un rol activo en la elaboración de un plan contingente y de continuidad, corren el riesgo de volverse irrelevantes en el nuevo modelo habitacional que se está configurando.
Más allá del rechazo frontal a la reforma, es necesario plantear soluciones sociales realistas que atiendan la crisis habitacional sin debilitar al sector privado ni comprometer los ahorros de los trabajadores.
Conclusión: Oportunidad o Advertencia
La reforma al INFONAVIT podría representar un cambio positivo si se ejecuta con reglas claras y mecanismos de supervisión efectivos. Sin embargo, sin contrapesos adecuados, puede convertirse en un riesgo latente que comprometa la estabilidad del sistema de vivienda y un proceso que podría desplazar gradualmente al sector privado del desarrollo habitacional.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
El caso Tultitlán y el doloroso camino de hacer lo correcto
Tenemos qué empezar a hacer lo correcto si no queremos otro caso similar
El caso Tultitlán ha dominado la conversación digital en las últimas horas. Un bebé se aferra a la vida luego de que fuera abandonado por su padre bajo un auto en las calles del municipio mexiquense.
El pequeño tenía unas horas de nacido, luego de que Diana “N” diera a luz en el baño de una pastelería, donde la joven trabaja.
Lucio “N” pasó por el pequeño al establecimiento para dejarlo al interior de unas bolsas, bajo un auto en Tultitlán.
Milagrosamente, el llanto de bebé alertó a los vecinos quienes pidieron auxilio de los servicios de emergencia y los trasladaron a un hospital, donde se reporta fuera de peligro.
Es innegable el cúmulo de errores que cometieron los jóvenes, víctimas del pánico y la ignorancia que puso en riesgo su vida, su libertad y la vida de su hijo.
Al enterase del asunto, los padres de Lucio “N”, lo llevaron a las autoridades para que asuma la responsabilidad de sus acciones.
Es admirable la decisión de la familia del joven. Hacer lo correcto puede ser doloroso, pero es necesario. No podemos pensar que el contexto complicado que vivimos cambiará si no comenzamos a hacer lo correcto, por muy duro que sea.
La paternidad se trata de eso. De ser protector y guía de los hijos para que se desarrollen de la mejor manera posible.
El padre de Lucio, ha dicho que su hijo está asustado, pero que está dispuesto a asumir su responsabilidad de sus actos, por muy doloroso que sea.
Pero la paternidad también se trata de amor. Es de hecho, lo que desemboca este deber de proteger y guiar.
En este caso, los abuelos quieren ejercerlo con su nieto. Hacer lo correcto, siempre será el camino espinoso, pero al final el camino correcto.
También debemos hacer lo correcto como sociedad. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, pidió atender las causas “muy profundas” que tiene este caso.
La mandataria considera que estos casos dolorosos tienen causas a nivel familiar, en la falta de comunicación, en la ignorancia y la falta de información, en la desatención; y considera que, más que la punición, “es más humano atender esas causas”.
Si nos enfocamos en señalar y satanizar a los jóvenes que cometieron este acto, será tomar el camino fácil y más tarde que temprano volverá a pasar.
Los jóvenes deben recibir su sanción correspondiente, el bebé debe tener asegurada la atención médica que le saque la vida y posteriormente, un hogar y atención que todos los bebés necesitan.
Y la sociedad mexicana tiene qué ofrecer mejores condiciones a los jóvenes para que puedan tomar mejores elecciones en un contexto esperanzador. Ese, es el correcto, pero sinuoso camino que marca el caso Tultitlán para que no vuelva a ocurrir.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Inglés como pasaporte al éxito profesional en sonora: un llamado urgente a la acción
El futuro de los profesionistas en Sonora está en juego. El estado está en la mira de las inversiones internacionales gracias al nearshoring, la estrategia que está atrayendo empresas extranjeras que buscan operar cerca de Estados Unidos. Sin embargo, hay un obstáculo alarmante que impide a los profesionistas aprovechar estas oportunidades: el inglés.
El dominio del inglés ya no es una opción ni un lujo, es una necesidad absoluta. Sin él, los profesionistas se ven relegados a puestos de menor nivel, con salarios inferiores y sin posibilidad de crecimiento real. ¿Por qué? Porque mientras Sonora recibe millones en inversiones, los profesionistas locales no están listos para aprovecharlos. Y lo más preocupante: en muchos casos, las oportunidades se están yendo a otras regiones o países simplemente porque aquí no hay suficiente personal capacitado para ocuparlas.
UNA EDUCACIÓN DEFICIENTE QUE NOS ESTÁ COSTANDO EL FUTURO
Se supone que el inglés es obligatorio en las universidades, pero la realidad es que muy pocos egresados salen con un nivel realmente competitivo. Según el estudio “Inglés para el empleo en México: Realidades y retos” del Inter-American Dialogue, solo el 11% de los profesionistas en México domina el inglés. Esta cifra es un fracaso nacional si consideramos que el idioma es el requisito principal para acceder a los mejores empleos.
El Observatorio Laboral de México confirma esta situación: las empresas buscan talento con dominio del inglés, pero no lo encuentran. Como resultado, muchos profesionistas terminan siendo subcontratados en posiciones de soporte o administrativas en lugar de acceder a puestos de liderazgo y especialización.
CIFRAS QUE DUELE ACEPTAR
- Solo 1 de cada 10 profesionistas en México domina el inglés. Esto significa que el 90% está perdiendo oportunidades clave de crecimiento profesional (El Economista).
- Más del 70% de los mexicanos podría tener mejores oportunidades si hablara inglés. (PRNewswire).
- Los mexicanos son de los peores calificados en inglés en Latinoamérica. Según Forbes, México está rezagado frente a países como Argentina, Chile y Perú.
NEARSHORING: LA OPORTUNIDAD DE ORO QUE MUCHOS VAN A PERDER
El nearshoring ha convertido a Sonora en un imán para inversiones extranjeras. Empresas de manufactura avanzada, tecnología, logística y servicios financieros buscan establecerse en el estado. Pero estas empresas no buscan solo mano de obra barata: buscan profesionistas altamente capacitados y con dominio del inglés.
El problema es que, sin inglés, los profesionistas de Sonora no están a la altura de estos retos. Esto significa que en lugar de contratar a ingenieros, administradores, contadores o especialistas de alto nivel, las empresas optan por traer talento de otros estados o países.
O peor aún, establecen plantas de producción en Sonora, pero los cargos directivos y bien pagados se van a otros lugares.
CONSECUENCIAS EN VEZ DE OPORTUNIDADES POR NO APRENDER INGLÉS
Si los profesionistas no toman acción, el panorama es claro:
• Serán relegados a trabajos operativos o administrativos con salarios bajos.
• Perderán oportunidades de trabajar con empresas extranjeras.
• Serán subcontratados por compañías que buscan trabajadores bilingües para manejar operaciones importantes.
• Verán cómo el crecimiento profesional y salarial se estanca frente a quienes sí dominan el idioma.
CASOS DE ÉXITO: PROFESIONISTAS QUE SÍ LO ENTENDIERON
Mientras algunos pierden oportunidades, otros las están aprovechando.
• Ingenieros en Hermosillo que han logrado ascender en empresas extranjeras por su dominio del inglés.
• Administradores que ahora trabajan de manera remota para compañías en EE.UU. con salarios tres veces más altos que los locales.
Estas historias no son casualidad. Son profesionistas que entendieron que el inglés no es un extra, es la clave del éxito.
¿QUÉ SE DEBE HACER? UN LLAMADO A LA ACCIÓN
Si eres profesionista en Sonora y no dominas el inglés, es momento de cambiar eso ahora. no hay excusas, te ofrecemos, como Colegio Multidisciplinario, estrategias:
- Estudia de manera intensiva. Existen cursos en línea, presenciales, apps y tutorías que pueden acelerar tu aprendizaje.
- Práctica constante. Habla con colegas, ve series en inglés, escucha pódcast, sumérgete en el idioma.
- Obtén certificaciones. Un TOEFL o IELTS en tu CV marca la diferencia al postularte para empleos.
- Aplica a trabajos internacionales. Muchas empresas contratan talento bilingüe en México para trabajar remoto para EE.UU.
El inglés ya no es el futuro, es el presente. Y si no te pones al día, verás cómo otros toman las oportunidades que podrían ser tuyas.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
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