Ciudad de México.- Sin justificar la actitud de su compatriota Pablo Aguilar, el defensa paraguayo Miguel Samudio consideró que lo ocurrido la noche del miércoles en Tijuana fue producto de la calentura.

“No se justifica lo que pasó, que quede claro, pero estamos comprometidos y con apoyo hacia él”, dijo Samudio, el único de los jugadores del América que atendió a los medios de comunicación a su regreso de Tijuana, donde fueron eliminados en octavos de final de la Copa MX.

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Al término de dicho encuentro, Aguilar propinó un cabezazo al árbitro Fernando Hernández, lo que provocó su expulsión y seguramente un castigo severo de la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut).

“Cuando el partido está caliente el árbitro debe tratar de ser profesional, en el sentido de tratar de calmar a los jugadores, no reprochar ni hablar de mala manera, no solo en este partido”, comentó el jugador.

Insistió en que no es justificación pero que algunas ocasiones todo es parte de la calentura, además de aseverar que algunos silbantes no están midiendo de la misma forma.

Aunque la Comisión Disciplinaria tendrá que hacer una investigación para determinar el castigo a Aguilar, Samudio dijo que él no es el indicado para hablar de una posible sanción, pero “sea cual sea lo aceptará”.

Chécalo: Árbitro no reporta cabezazo 

“Fue un momento de calentura, de reflexión, le hablamos y ya pasó; ojalá que sea justa la sanción porque lo necesitamos, por lo que representa para nosotros en la cancha y vamos a ver en las próximas horas a qué conclusión llegan”, indicó.

Luego de ofrecer disculpas a la afición por su adiós del certamen copero, dijo que ya dieron vuelta a la página y ahora solo están concentrados en el partido ante Necaxa, de la fecha diez del Clausura 2017 de la Liga MX.

“Ya pasó, dejamos de lado la eliminación porque tenemos en dos días un partido difícil, complicado, en casa, donde tenemos que ganar como sea para tratar de mantenernos en el sitio que queremos porque ya no tenemos margen de error”, concluyó.