Estado de México.- La vuelta a la normalidad en el ámbito educativo es un camino difícil, pero se está intentando transitar, muchos son los esfuerzos para lograr que los estudiantes aprendan, pero en la realidad nacional, también muchos son los obstáculos.

Una buena cantidad de escuelas tanto públicas como privadas, además del propio el Gobierno Federal, actúan de forma improvisada sin hacer un análisis ni mostrar una postura clara ante lo que se está viviendo, y hacen pensar que la actual estrategia de educación a distancia y desde casa que se sigue es el futuro, pero no, el enfoque para el Centro de Estudios Cuicalli es pensar que no, que así no será en futuro educativo.

Desde deserción, pobreza, hacinamiento, padres que tienen que trabajar durante el día, por lo que hay poco espacio para vigilar que los estudiantes aprendan, hasta violencia doméstica y no tener un espacio -aunque sea reducido- en casa para lograr concentrarse, son el día a día que los estudiantes de México deben sortear para aprender en un ciclo escolar lo que deberían.

Especialistas como el alemán Bernhard Kempen, de la Asociación de Universidades Alemanas, le llaman el “semestre cero”. ¿A qué se refiere el “semestre cero”? Es un semestre donde las instituciones educativas, privadas y de gobierno, no cuentan con las medidas necesarias para garantizar la salud de los estudiantes, pero tampoco garantizan el aprendizaje, es como un limbo en el que supuestamente “no se pierde el tiempo”, pero se pierde.

¿Cuál es el futuro de la educación?

Una verdadera Universidad debe ser un lugar de intercambio crítico, cooperativo y de confianza entre personas maduras. La Secretaría de Educación Pública (SEP) con la cobertura educativa actual, no está consiguiendo un aprendizaje efectivo y de calidad.

Los esfuerzos que realiza la SEP son buenos, pero no son suficientes. Analizar y evaluar aprendizajes, fortalecer tutorías, crear redes solidarias con otras escuelas y llevar a cabo alianzas, debe ser el camino, eso aunado a clases presenciales escalonadas; así es como el futuro educativo será, asistir a clases con las debidas precauciones.

Inversión bidireccional

Para el Centro de Estudios Cuicalli el futuro educativo está en la inversión por parte de los padres o tutores y de los colegios o universidades; los primeros invierten en la mejor opción que alcance a sus posibilidades para que sus hijos accedan a conocimiento, y las universidades en la tecnología, pero sobre todo en la seguridad de contar con instalaciones adecuadas y sanitizadas para que los estudiantes puedan asistir a clases.

El final de la ecuación debe ser la responsabilidad, de igual forma compartida: autoridades académicas, estudiantes y padres deben cumplir con las medidas de salud, mientras sean partícipes de esta ecuación, este SÍ será el futuro de la educación.

No perder el semestre

Eduardo Backhoff Escudero, psicólogo educativo, investigador y funcionario público en el campo de la evaluación educativa en México del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó que la interrupción prolongada de las clases presenciales afectará severamente a los estudiantes.

Backhoff Escudero indicó que a la larga afectaría severamente la interrupción prolongada de los estudios formales, lo que puede provocar pérdida de conocimiento y de habilidades fundamentales adquiridas en áreas como la lecto-escritura y matemáticas, poniendo en desventaja a estudiantes de los estratos más bajos que ya presentaban rezagos previos; para el investigador, el efecto más devastador del COVID-19 en la educación del país será el incremento en la tasa de abandono escolar.

Actualmente resultados de un estudio del PNUD dicen que el 15.5% de los estudiantes no continuarán sus estudios en el nivel medio superior, lo que será especialmente cierto para aquellos que carecen de los recursos digitales, económicos y escolares para afrontar la crisis, es decir: indígenas, hijos de jornaleros, migrantes y jóvenes en pobreza extrema. En todos estos casos, las mujeres correrán mayor riesgo que los hombres.

Cómo continuar los estudios

En la actualidad, muchas familias vieron afectados sus ingresos y tuvieron que tomar decisiones drásticas y repentinas, en muchos casos renunciando a la educación particular, engrosando la matrícula de las escuelas públicas de gobierno, lo que puso en jaque la continuidad de la educación en muchos hogares, dejando a los jóvenes vulnerables ante la falta de acceso al aprendizaje.

La pregunta del millón es: ¿Cómo continuar con los estudios? Una educación sólida, efectiva y a bajo costo es la solución, especialmente para enormes grupos de jóvenes que quedarían en la ignorancia; educación de calidad, con instalaciones adecuadas a bajo costo, es lo que ofrece Centro de Estudios Cuicalli; atender a una población antes de que quede en la vulnerabilidad, creando las condiciones para impulsar el conocimiento presencial y a distancia.

¿Escuelas de bajo costo?

Esta franja de escuelas privadas que están con colegiaturas en el rango de entre $1,500 y $2,500 pesos, como es el caso del Centro de Estudios Cuicalli y el Tecnológico Cuicalli, así como otras escuelas que compiten en este nivel, que representan una tercera parte de las escuelas particulares, son ejemplos de instituciones que en estos momentos pueden ofertar una educación lo mismo virtual y a distancia, que presencial, con los elementos necesarios para tener acceso a un sistema educativo completo, y que en su momento, se pueda regresar de forma presencial a un plantel con condiciones de sanidad donde se dé prioridad a la cultura de la prevención, sanitización y sana distancia, en ambientes controlados para mantenerse alerta en el marco de la crisis sanitaria.

Los rechazados

En tiempos donde los rechazados de las diferentes escuelas públicas necesitan tener una escuela para no perder el ciclo escolar, lo importante es tener un lugar en el sistema educativo, para que cuando el semáforo esté en verde, el regreso a las clases presenciales garantice la continuidad educativa en un ambiente seguro y con educación de calidad.

Para Grupo Educativo Cuicalli, la mejor inversión a futuro es la educación, por lo que aun en momentos de franca crisis como los que se viven ahora, vale la pena hacer un esfuerzo para garantizar el acceso a un mejor futuro para los hijos.