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Opinión

Más que Trump y sus dichos y hechos, nosotros somos nuestro principal problema. ¿Por qué eludimos esa verdad?

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Ha terminado la Reunión del G-20 celebrada el viernes 7 y sábado 8 de este mes en Hamburgo, Alemania, y nuestros sesudos analistas de la nada, no se cansan de verse el ombligo. Los más profundos en su análisis, se introducen el dedo y rascan para olerlo y sorprendidos afirman: ¡Mi cuerpo está podrido!

No; lo que sucede, simple y llanamente, es que tienen en el ombligo mugre acumulada la cual, con agua y jabón desaparecerá y así, como por arte de magia, su cuerpo ya no estará podrido.

¿A qué viene todo esto, preguntará usted, y qué tiene que ver con la Reunión del G-20 más reciente? Respondo a su pregunta con una sola palabra: ¡Mucho! Veámoslo.

Es increíble que nuestros sesudos analistas de la nada, hayan dejado de lado lo que debió haber sido la nota -al menos para México en su relación bilateral con Estados Unidos-, para resaltar lo que, a todas luces, además de incierto, sería una más de las echadas de Donald Trump la cual, como hemos visto en múltiples ocasiones, quedan en la nada al igual que ésta.

¿Se fijaron? ¡Dijo absolutely! A ver, repitan ese segmento: ¡Ahí está, escuchen: Absolutely!

¿A qué se refieren? Por si no le ha tocado la mala suerte de escuchar una y otra vez ese adverbio, el cual nuestros sesudos analistas de la nada lo asignan a una pregunta hecha a gritos por uno de los reporteros, en relación con el pago de la construcción del Muro de Trump por parte de México.  

Puedes leer: Trump insiste en que México pague el muro

¿A qué se debe esa pasión enfermiza, pasando por encima de la realidad, por magnificar lo que, en esencia, y visto ello con la objetividad obligada, no pasa de ser una balandronada, como muchas otras?

¿Qué hay en nosotros, que nos seduce ver en lo que el viento se lleva, el anuncio casi apocalíptico de desgracias mil como consecuencia de la gobernación de Donald Trump? Dejo esto para los psiquiatras, y voy a lo que debió haber sido la nota.

¿Por qué no le aplican el mismo análisis a los dichos de Trump que le aplican a los de López? ¿A qué se debe que las ocurrencias y tonterías de éste, son motivo de risa dada su carencia total de viabilidad y ante las de aquél, casi corren a buscar el refugio antiaéreo más cercano?

En ambos casos estamos ante pronunciamientos similares: hechos y dichos para la galería, para los seguidores ciegos y acríticos, que ante el Mesías babean. 

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En su edición electrónica -el viernes 7 mismo-, The Wall Street Journal publicó esta nota -de la autoría de Robbie Whelan-: Trump, Peña Nieto Discuss Mexican Guest-Worker Proposal. Leaders also address Nafta renegotiation in one-on-one meeting at G-20 summit; ‘we’ve made very good progress’.

(¿Le interesa? Aquí la encuentra: https://www.wsj.com/articles/trump-pena-nieto-discuss-mexican-guest-worker-proposal-1499460950?mod=nwsrl_world_news )

¿Quién habló en México de esto, en su momento? Hasta donde sé, nadie. Eso sí, todo el mndo se rasgó las vestiduras por el hoy famoso adverbio: Absolutely! Esta conducta y ese periodismo son, a querer y no, lo que llamo el Síndrome del Ombligo.

¿A qué se debe, que andemos siempre a la búsqueda de causas ajenas para tartar de explicar o pronosticar nuestra debacle o ruina? ¿Por qué, a pesar de la abrumadora evidencia que lo demuestra fehacientemente, no aceptamos que las causas de nuestra desgracia y tragedias somos nosotros, y las políticas públicas que hemos desarrollado y aplicado durante decenios?

¡No es Donald Trump, somos nosotros! ¡No es lo que diga aquél, sino lo que nosotros hacemos en y con el país!

Por otra parte, para terminar con este enojoso asunto, ¿acaso los que se rascan el ombligo y luego huelen el dedo con el que hicieron eso, no se han dado cuenta de las reculadas que ha dado Donald Trump frente a México?

¿No se han enterado de las presiones de grupos empresariales para detener cambios los cuales, lejos de perjudicar a México, perjudicarían más y de inmediato a Estados Unidos? 

Háganse un favor y háganlo a sus lectores, o a quienes los ven o ecuchan; lean lo que se publica fuera de aquí, y una vez que lo hayan hecho, confronten sus ideas con la realidad.

El contenido, comentarios y fuentes de información de los colaboradores y/o columnistas que se difundan en Siete24 y Deportes Siete24, son responsabilidad de cada uno de sus autores.



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Columna Invitada

Redadas y deportaciones masivas: verdades y mentiras

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Por Alejandra Yánez Rubio

En los últimos meses de la presidencia de Joe Biden, se llevaron a cabo miles de redadas para detener y deportar inmigrantes. Algunos inmigrantes relatan el miedo colectivo de salir a trabajar, ya que temían ser “agarrados”. Justamente, el 2024 fue el año en el que se efectuó la mayor cantidad de deportaciones en la última década: 271,484. Es importante resaltar que esta campaña de persecución y de terror migratoria no fue instrumentalizada por Donald Trump, sino por la administración “demócrata” de Joe Biden. También es importante resaltar que el presidente con más deportaciones en los últimos tres lustros es Barack Obama, quien fue apodado como el “Jefe de Deportaciones” debido a sus 3 millones 089 mil migrantes deportados.

La hermana de una amiga, quien vive en California, estaba muy angustiada debido a su status migratorio. Después de más de 20 años de vivir allá junto con su esposo y sus 4 hijos (3 mexicanos y uno nacido en EU), creía que en cualquier momento la separarían de su familia. Ya había tramitado sus papeles, pero no le habían dado una respuesta. Incluso, en un video de Tik Tok, le pidió a la presidente Claudia Sheinbaum y al gobierno mexicano una intervención más eficiente para los mexicanos migrantes. Sexenio tras sexenio, millones de mexicanos viven a la sombra de las autoridades de ambos países, y con una gestión intergubernamental, se podría regularizar la situación de millones de personas de bien que están luchando para salir adelante.

El video es una verdadera invitación a la reflexión. Los programas de “apoyo” por la contingencia migratoria del gobierno mexicano son insuficientes. De poco les servirán los $2000 de apoyo a “deportados” si se contrasta con todo lo que pudieron haber perdido: casa, trabajo bien remunerado y la convivencia diaria con su familia. El acceso al programa para que puedan comprar una casa de INFONAVIT es ineficiente, ya que estas personas no quieren vivir en México, necesitan apoyo para quedarse en donde tienen trabajo bien remunerado. ¡Por esa razón se fueron!

La mayoría de los migrantes no comprenden el por que del incremento de la persecución hacia ellos. ¿Fue un castigo por qué no ganó Kamala? ¿Estas políticas forman parte de una campaña de desprestigio contra Trump? Porque muchos de ellos piensan que esas redadas del 2024 fueron ordenadas por Trump, cuando no fue así. La realidad es que gobierne quien gobierne en Estados Unidos, las deportaciones siguen incrementando.

Dos días después de la toma de protesta de Donald Trump, la abogada de asuntos migratorios de la hermana de mi amiga le llamó: su permiso de trabajo había sido aprobado por 4 años. Es decir, en la nueva administración de Trump sí se están dando permisos a migrantes.

Trump tiene posturas controversiales y sus maneras no son siempre las mejores. Sin embargo, es necesario que escuchemos lo que dice sin la ayuda de los medio de comunicación hegemónicos, porque estos deforman y manipulan. Sí se quieren deportar a los migrantes ilegales que cometen delitos y que no se ajustan a las leyes de esa nación. Tambíen ha sido claro que la gente buena y trabajadora, puede tramitar su estancia legal. También es muy importante informar que Trump se comprometió a perseguir los delitos de trata y darle cadena perpetua a quienes trafican niños. No todo es malo. Hay muchos retos en materia de migración que deben ser atendidos. Demos seguimiento y exijamos soluciones verdaderas.

Alejandra Yánez Rubio

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Oportunidades y retos en México y Estados Unidos

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La importancia de la capacitación laboral y profesional en un contexto de transformación global.

En un escenario global caracterizado por la demanda creciente de mano de obra especializada, México enfrenta un momento crucial para transformar sus retos en áreas de oportunidad.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha traído consigo una serie de políticas migratorias que limitan el acceso al mercado laboral estadounidense para trabajadores extranjeros, a pesar de la necesidad de personal calificado en sectores como el transporte y los semiconductores.

Mientras tanto, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado el Plan México: Estrategia Nacional de Industrialización y Prosperidad Compartida, con metas ambiciosas como generar 1.5 millones de empleos y capacitar a 150 mil profesionistas y técnicos anuales en sectores estratégicos. En este contexto, la capacitación en competencias laborales y la actualización profesional se presentan como herramientas esenciales para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades de esta nueva era.

El Plan México: Una hoja de ruta para el desarrollo

El Plan México busca potenciar el contenido nacional y regional en sectores estratégicos, incrementar el valor agregado en las cadenas productivas y fomentar la creación de empleos bien remunerados. Para ello, se ha implementado el Decreto de Estímulos Fiscales Plan México, que promueve la inversión, la innovación tecnológica y la capacitación técnica, destacando:

  1. Deducción inmediata para inversiones en bienes nuevos de activo fijo.
  2. Deducción adicional del 25% para gastos en capacitación técnica e innovación tecnológica.
  3. Apoyo prioritario a las MIPYMES con hasta mil millones de pesos asignados a proyectos de capacitación.

Estas medidas tienen el potencial de posicionar a México como un líder en la integración regional del continente y en la atracción de inversiones extranjeras, al tiempo que refuerzan la competitividad del capital humano nacional.

El papel de las alianzas estratégicas en la capacitación

En este entorno, INCIDE como Colegio Multidisciplinario y ubicado en Sonora, se erige como un actor clave en la transformación del panorama laboral. Con nuestra plataforma, planta académica y alianzas estratégicas con instituciones y empresas, INCIDE ofrece programas de capacitación alineados con las necesidades del mercado. Estas iniciativas no solo fortalecen las competencias laborales de los profesionistas, sino que también generan conexiones valiosas para facilitar su inserción en cadenas de valor locales y globales.

Convirtiendo retos en oportunidades

La demanda de mente de obra especializada en Estados Unidos, especialmente en sectores como construcción, energía y los semiconductores, representa una oportunidad para los profesionistas mexicanos. La capacitación continua y la educación dual permiten que los trabajadores y profesionistas adquieran habilidades técnicas y blandas que les otorgan una ventaja competitiva en el mercado internacional. Además, las inversiones en infraestructura y tecnología promovidas por el Decreto de Estímulos Fiscales crean un entorno propicio para la innovación y el desarrollo.

Beneficios sociales y económicos de la capacitación

La capacitación laboral tiene un impacto directo en la mejora de la calidad de vida de las personas y en el fortalecimiento de la economía nacional. La creación y promoción de alineación de empleos bien remunerados y el acceso a programas de educación continua contribuyen a reducir la desigualdad social.

Además, el desarrollo de cadenas de valor locales impulsa la economía regional y mejora la competitividad de las PYMES.

Conclusión

El contexto actual representa un momento histórico para México y su fuerza laboral y profesional. La implementación de estrategias como el Plan México y el fortalecimiento de alianzas estratégicas son fundamentales para convertir los retos globales en oportunidades locales. En este sentido, nuestro colegio, se posiciona como un aliado indispensable en la capacitación de profesionistas y técnicos, contribuyendo así al desarrollo sostenible y a la prosperidad compartida del país.

Ahora, más que nunca, invertir en la formación de capital humano es la clave para asegurar un futuro competitivo y equitativo. Y esta vez, el aprovechamiento de esta oportunidad de progreso, no depende tanto del gobierno y sus políticas, sino de los individuos y sus ganas de acceder a un mejor estrato social y profesional.

Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Felipe Monroy

Trump es, sobre todo, un síntoma

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Han pasado los primeros 20 días del año y ya se ha marcado la pauta del ejercicio del poder en los grandes temas que se anticipan a nivel sociocultural el resto de la década: las nuevas identidades nacionalistas, los nuevos modelos económicos, la nueva apuesta integrista frente a los conflictos y una renovada retórica propagandística que han hallado una inmensa cantidad de simpatizantes por una sola razón: asfixia.

El modelo ideológico neoliberal, global, hiper garantista e hiper regulatorio que se erigió a finales del siglo pasado y que alcanzó casi todas las actividades humanas entró en varias crisis desde el 2001. Las más relevantes sucedieron en materia de seguridad doméstica e internacional por el uso de la guerra como herramienta de mercado; en el ahondamiento de la desigualdad derivado de la protección y desarrollo de oligopolios financieros; en la disolución de la identidad personal, familiar y del bien comunitario por el patrocinio de un desenfrenado consumismo individualista y de autorrealización egoísta; y finalmente en los conflictos político-sociales causados por sistemas ‘democráticos’ hiper regulados y mecanismos de justicia elitistas que impidieron la auténtica representación de los pueblos en las decisiones de sus gobernantes.

En cada crisis, el modelo fue defendido mediante malabares políticos, económicos e ideológicos; por ejemplo: infames acuerdos y presiones diplomáticas para mantener guerras internacionales debido a amenazas inexistentes; complejos fraudes electorales ‘legalizados’ a través de exquisitas burocracias falsamente apartidistas pero alineadas a intereses ajenos al pueblo; reiterados rescates de especuladores bancarios mediante la transferencia de sus deudas a ciudadanos y la reorientación de apoyos financieros del Estado a megacorporaciones; y el patrocinio de políticas de reconfiguración ideológica que incidieron desde la educación y el lenguaje hasta los marcos legales y de libertad presionando mediante agresivas agendas de interés aquellas nuevas convenciones culturales que, en la vida natural de los pueblos, podrían tardar varias décadas.

Sin embargo, ha dicho bien Trump: se trata de una etapa “en decadencia” que ya no puede mantener el poder hegemónico que gozó hace sólo un par de décadas y que ha encontrado sus derrotas tanto en la irrupción de personajes periféricos en el poder popular (muchas democracias dieron vuelcos radicales con la elección de líderes políticos antisistema) como en el refrescante avance de los modelos mixtos político-económicos distantes del endiosamiento neoliberal. Aquel modelo, congestionado y asfixiante, ha sido justo el sustrato en el que síntomas como Trump pueden expresarse con tanta potencia y confianza por parte de sus partidarios.

Sin duda, varios de los personajes icónicos de este viraje radical, han alcanzado poder y notoriedad gracias a su particular forma de comunicar, por mantener una postura política simple y determinada (a menudo más simplista que sencilla), por sus retóricas directas y exaltadas de ‘rescate’ nacionalista o de defensa de los valores tradicionales del pueblo, y por la convergencia de los muchos ‘parias’ y ‘excluidos’ del sistema precedente.

Es precisamente por ello que causa fascinación y angustia el refrendo de que este viraje esté intensamente respaldado por una buena porción del pueblo y que revela, en el fondo, una necesidad sociocultural abandonada durante décadas. Lo que ahora quizá está en la mente de esos liderazgos es pasar de enunciar la filosofía “que se expresa en fórmulas” a aquella que se afirma a través de las acciones; bien dice la máxima: “La fórmula tiene un valor, pero sólo la acción se contrapone a la inercia”.

Quizá desde esta perspectiva se podrán comprender las decisiones de gobierno que se tomen en esta ‘Segunda etapa de Trump’ (más definitoria que la primera) respecto a temas como la violencia, los carteles, las drogas y las armas; la migración, las deportaciones, los derechos humanos y la dignidad social; la economía de perspectiva nacional y los mercados prioritarios; la redefinición de las fronteras de libertad y los nuevos espacios de confrontación discursiva en los servicios omnímodos de los titanes mediáticos; las nuevas relaciones de poder entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial; la reconfiguración de los modelos educativos y laborales por la revolución tecnológica; y las nuevas perspectivas sobre la libertad de pensamiento, conciencia y religión aderezada por integrismos autorreferenciales.

La histórica alternancia y sucesión democrática en los Estados Unidos parece garantizar que el segundo mandato de Trump sólo durará cuatro años; pero quizá su estilo y marcos doctrinales, no. Otros países han demostrado que la sucesión en el poder no implica una renuncia a los grandes principios y valores del cambio necesario; y quizá esa sensación refleja la posibilidad de que, esperar que todo ‘vuelva a lo normal’, quizá no sea suficiente.

*Director VCNoticias.com @monroyfelipe

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Columna Invitada

Seven: Un Incendio de Película

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Reflexiones sobre la Falta de Resiliencia del Gobierno de California

Ante la reciente tragedia en California, es imposible no solidarizarnos con quienes han perdido tanto en este devastador incendio. Estos eventos nos recuerdan la fragilidad de nuestras sociedades frente a los desastres que pudieron preverse y la necesidad urgente de fortalecer nuestra resiliencia. Aunque es evidente que la falta de preparación y previsión contribuyó a agravar las consecuencias, es justo reconocer el esfuerzo titánico que las autoridades están realizando al brindar ayuda oportuna.

California ha sido escenario recurrente de desastres: incendios forestales, sequías extremas y sismos. Sin embargo, más allá de la falta de recursos, el verdadero problema se encuentra en la falta de acción y previsión por parte de su gobierno y sociedad en su conjunto. A pesar de su enorme riqueza y avances tecnológicos, el estado sigue siendo un ejemplo paradigmático de lo que ocurre cuando la indolencia, la soberbia y la negligencia sistémica se imponen sobre la resiliencia y la preparación.

  1. Avaricia: El Desarrollo sin Conciencia

California, el estado con la economía más grande de los Estados Unidos, ha sido víctima de su propia avaricia. La obsesión por maximizar ganancias ha llevado a una urbanización desmesurada y una sobreexplotación de los recursos naturales. El deseo de crecimiento ha eclipsado la necesidad de garantizar infraestructuras resilientes que protejan a las comunidades de los riesgos expuestos y conocidos. Mientras se destinaban miles de millones a megaproyectos tecnológicos y de infraestructura de alto impacto, se ignoraban las advertencias sobre la vulnerabilidad de ciertas zonas del estado. En lugar de invertir en la adaptación de sus infraestructuras a las realidades cambiantes del clima, se optó por la construcción incontrolada, creando más riesgos que soluciones.

  1. Soberbia: La Arrogancia de la Invulnerabilidad

Alimentado por su riqueza, su innovación tecnológica y su estatus de líder en sostenibilidad, llevó a un sentido falso de invulnerabilidad. Las autoridades estatales creyeron que, debido a su nivel de desarrollo, nada podría quebrantar su resiliencia frente a desastres. Sin embargo, esta arrogancia institucional resultó ser su talón de Aquiles. A pesar de la abundancia de información sobre riesgos y vulnerabilidades, las autoridades no tomaron las acciones necesarias para preparar adecuadamente a la población ni ajustar los códigos de construcción (sobre todo seguir permitiendo construcciones de madera) o desarrollo urbano ante la realidad. La realidad superó a la ficción.

  1. Pereza: La Negligencia ante los Riesgos Anunciados y Recurrentes

California mostró una pereza institucional alarmante. La planificación de medidas preventivas y la implementación de políticas de mitigación fueron insuficientes, incluso cuando las señales de advertencia eran claras. Los planes de contingencia fueron desestimados, los sistemas de alerta insuficientes y, lo peor de todo, la ciudadanía no fue adecuadamente educada sobre cómo reaccionar ante los riesgos.

  1. Gula: El Consumo Desmedido de Recursos

La gula se manifiesta en el agotamiento sin medida de los recursos naturales. California ha sido un modelo de desarrollo económico, pero también un ejemplo de consumo desmedido. La sobreexplotación de sus recursos hídricos, la urbanización descontrolada en zonas vulnerables y la eliminación de barreras naturales, como bosques y humedales, han creado un caldo de cultivo perfecto para los desastres. Este modelo de desarrollo insostenible ha contribuido de manera significativa a la fragilidad del estado frente a los desastres.

  1. Envidia: La Competencia por el Progreso a Cualquier Costo

En su afán por ser la región más avanzada y la más innovadora, se ha alimentado una envidia competitiva que ha llevado a decisiones a corto plazo que sacrifican la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. La carrera por destacarse a nivel global ha llevado a un crecimiento urbano sin considerar la adaptabilidad de las infraestructuras a los riesgos naturales, sin preocuparse por las necesidades estructurales de las comunidades vulnerables y no por su economía, sino por sus sistemas constructivos.

  1. Ira: La Desconexión Social y la Desatención a las Comunidades Vulnerables

La ira institucional se ha manifestado en el desprecio por las comunidades vulnerables (y no necesariamente marginadas económicamente) y la falta de atención a las voces que alertaban sobre los riesgos. Durante años fueron ignoradas en términos de medidas preventivas y políticas de resiliencia. Mientras los grandes proyectos recibían atención, las comunidades expuestas a los mayores riesgos fueron desatendidas. Este desprecio por el equilibrio social y el mal manejo de los conflictos ha incrementado la desigualdad y el costo humano de los desastres.

  1. Lujuria: El Espejismo del Progreso Vacío

La lujuria por el progreso llevó a un crecimiento urbano desmesurado y a una desconexión total con las necesidades reales de las personas. En lugar de construir ciudades resilientes y sostenibles, se priorizó la expansión a toda costa, sin considerar las amenazas del entorno natural o al menos la creación de acciones que mitigaran el daño al que estaban expuestos. La obsesión por el avance rápido y el desarrollo sin límites creó un espejismo de progreso que, al final, resultó ser vacío e insostenible. Las ciudades crecieron sin pensar en los riesgos inherentes, y los habitantes, desinformados y desprotegidos, fueron los más afectados por la tragedia, esperemos los seguros dan cabal cumplimiento a las pérdidas económicas y materiales y el gobierno empiece una reconstrucción inmediata, pero no con madera.

Conclusión: La Realidad Supera la Ficción

Lo ocurrido en California es un recordatorio brutal de que, incluso en las sociedades más avanzadas, la falta de previsión y la acumulación de estos “pecados capitales” pueden conducir a una tragedia que, aunque parezca sacada de una película, es más real de lo que nos gustaría admitir. El gobierno de California y sus habitantes, ya que no todo te lo tiene que decir el gobierno, es decir, el sentido común o al menos hacer caso a tantas y tantas películas de diversos desastres que alertan a la sociedad que esos riesgos están presentes, al igual que los personajes de Seven, se encuentran atrapados en un guion preestablecido, incapaz de romper el ciclo de errores y negligencias.

En este contexto, es fundamental no solo reflexionar sobre las condiciones que llevaron a esta tragedia, sino también aprender de ellas para construir un futuro más resiliente y sostenible. Aplaudimos la solidaridad mostrada por las autoridades mexicanas y la comunidad internacional, que han respondido con prontitud y eficacia para mitigar el sufrimiento de los afectados. Estas acciones deben servir de inspiración para redoblar los esfuerzos en la planificación y prevención de riesgos, evitando que tragedias como esta se conviertan en un ciclo recurrente. La verdadera fortaleza radica en transformar el dolor en aprendizaje y el apoyo en acciones concretas hacia un cambio duradero.

Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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