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Columna Invitada

Primer debate: ¿Quién ganó?

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Por Antonio Maza Pereda

Una pregunta que, en principio, parece un tanto ociosa. Nadie, por supuesto, va a aceptar qué ha perdido: todos se han declarado ganadores y han presentado encuestas que, generalmente, apoyan su causa.

Habría que empezar por preguntarnos: ¿a qué le llamamos ganar? El objeto de un debate es informar, convencer y apoyar a la decisión del voto. Y si no lo logra, malamente se puede decir que fue un buen debate. La pregunta no debería de ser quién ganó, sino de qué manera ha cambiado la intención del voto a favor de los debatientes. Esto es mucho más difícil de medir. Habría que tener un grupo de votantes a los que se les midiera la intención de voto antes y después del debate y medir si realmente hubo una diferencia. Sin haber hecho algo así, no se puede decir si el primer debate contribuyó a cambiar la decisión de voto. Y aun haciéndolo así, la auténtica respuesta se sabrá hasta que se den las elecciones. Habrá que esperar para poder responder a esta pregunta.

En cuanto al tono de los candidatos, podría decirse que Xóchitl Gálvez estuvo generalmente a la ofensiva, Claudia Sheinbaum estuvo mayormente a la defensiva y Álvarez Máynez estuvo tratando de desmarcarse de ambas posiciones. Con la ventaja de que no tenía nada que defender.

El énfasis de las candidatas fue sobre el pasado, con pocas ideas a futuro. Hubo pocas sorpresas, pocas ideas realmente nuevas y una gran cantidad de generalidades. Por poner un ejemplo, para acabar la corrupción se habló de evitar la impunidad. Lo cual es una generalidad: nadie va a decir que está en favor de la impunidad. Lo importante, y nadie lo dijo, es cómo lograr que no exista la impunidad. Crear nuevas organizaciones para substituir a las que actualmente son inoperantes, sigue siendo una propuesta insuficiente. Falta más detalle y, en todo caso, hay que reconocer que se requieren estudios más profundos.

En el caso de las candidatas, la impresión es que están tratando de convencer a los que ya están convencidos. Hablaron para su núcleo duro, y muy poco para los indecisos, y mucho menos tuvieron argumentos para cambiar la intención de aquellos que ya han decidido su voto. No cabe duda de que tienen mucha confianza en los partidos que las cobijan. O al menos eso es lo que refleja su discurso.

Claro que los candidatos tienen una fe, casi religiosa, en que las soluciones a los problemas nacionales están en los partidos. Y es de esperarse. Prácticamente, hubo pocas referencias para reestructurar el gobierno dándole más participación a la sociedad civil. Obviamente, esto fue mucho más claro en el caso de la doctora Sheinbaum, que por sus convicciones de izquierda considera que el gobierno debe de tener el papel más importante posible en la conducción del país. Probablemente, a algunos nos hubiera gustado escuchar que se le dará a la sociedad civil un papel más relevante en los asuntos públicos.

Se criticó mucho el esquema para el debate, que decidió el Instituto Nacional Electoral (INE). El formato fue rígido, con un exceso de temas, y estorbó que se pudiera profundizar en muchos de ellos. A pesar de que fue un debate muy largo, de 2 horas. Hay que reconocer, por otra parte, que en nuestro país tenemos poca costumbre de debatir. Esto se ve tanto en esta clase de eventos como en la prensa, la radio, la televisión y las redes sociales. Abundancia de ataques, insultos, epítetos y una gran ausencia de argumentación lógica. Probablemente, no es nuestra culpa: hay poco debate público y pocos ejemplos de debates presidenciales. En otros países, desde la secundaria se empiezan a formar equipos de debate, se hacen torneos y el público asiste a estos, con lo cual se tiene una idea mucho más precisa de cómo se llevan a cabo estos eventos. Aún nos falta bastante por aprender.

También se puede criticar a los moderadores. De ellos se puede decir que fueron neutros en exceso y les permitieron a los participantes salirse de las reglas, negarse a contestar lo que se les preguntaba, evadir los temas y se quedaron en la administración de los tiempos. Que, por cierto, fueron bastante bien manejados.

Sin llegar a los niveles de los insultos, hubo ataques que en algún momento llegaron a lo personal. A la doctora Sheinbaum se le acusó de ser una mujer fría y sin corazón, una verdadera dama del hielo. Como si eso fuera lo importante. Grandes mujeres gobernantes, como Margaret Thatcher, la dama de hierro, y Golda Meir podrían haber sido consideradas como poco cariñosas, y eso no hizo que fueran malas gobernantes. Del otro lado, la doctora Sheinbaum evitó cuidadosamente decir el nombre de Xóchitl Gálvez y en todos los casos se refirió a ella como la candidata del PRIAN. Confiando, evidentemente, en que ese apodo le funcionó bastante bien al presidente López Obrador en su debate y durante sus famosas mañaneras. Hay algo de cierto: el lastre más importante que tiene la ingeniera Gálvez es el desprestigio de los partidos que la promueven. Y, evidentemente, doña Claudia se encargó de que no se nos olvidara quién la patrocina.

El maestro Álvarez Máynez cayó en lo mismo: hablando constantemente de la vieja política, entendiendo por ello los actuales partidos políticos y sus coaliciones, contra la nueva política representada por su partido. Todo lo cual desdice del concepto de la discusión. Se dice que en un debate cuando empiezan los insultos y descalificaciones es porque se acabaron los argumentos. El invitado de piedra en el debate fue AMLO. No se le atacó de manera directa ni se le defendió explícitamente. Pero muchas de las críticas tuvieron que ver con sus decisiones de gobierno.

Un argumento de la doctora Sheinbaum es que de los presentes en el debate ella era la única con experiencia de gobierno. Lo cual en cierto modo es verdad: ninguno de sus oponentes tiene la experiencia de gobernar una entidad con 9 millones, doscientos mil habitantes, más otros 3 millones de población flotante. Pero si eso fuera un argumento válido, significaría que solo los que pertenecen a los partidos en el poder o que participaron en ellos cuando esos partidos tuvieron cargos públicos, serían los adecuados para gobernar. De hecho, es un argumento para justificar la permanencia en el poder de la clase política. Si lo creemos, estaremos aceptando que solo los partidos nos pueden gobernar.

Pero finalmente sí se puede hablar de un ganador. Uno que, hasta donde me doy cuenta, no se ha mencionado. Y ese ganador es la sociedad civil. Las cuestiones seleccionadas entre los miles que se remitieron al INE, fueron preguntas muy válidas, que van al fondo del asunto de la mejora en nuestra situación política, económica y social. Expresadas de manera clara y contundente. Una vez más, el ciudadano de a pie, el sin poder, está demostrando que tiene más claridad en cuanto a las necesidades del país y las áreas que requieren mejora, en tanto que la clase política pretende darnos las mismas recetas que ya han fracasado una y otra vez.

¿Quiere decir todo esto, qué la idea de tener debates es inútil? ¿Es insuficiente? De ningún modo. El formato requiere una cirugía mayor, pero estamos a tiempo de modificar la forma de los debates para que sean más significativos. En cambio, tener una verdadera cultura del debate es algo que requerirá enseñanza, una práctica muy extendida y bastante tiempo. Lo cual no quiere decir que se abandone. Al contrario: urge formar a nuestros jóvenes y a la población en general en el uso de los debates en otra clase de asuntos, de manera que logremos práctica en estos menesteres.

Quedan aún dos debates por delante en esta campaña electoral. Se tienen que hacer cambios importantes, tanto en la forma como en el fondo, para que estos debates contribuyan a evitar el abstencionismo y permitan, a las grandes cantidades de indecisos, tomar una resolución informada para ejercer su voto.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx



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¿Qué significa solidaridad?

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Por Antonio Maza Pereda

Es importante entender qué es solidaridad. Desgraciadamente, el diccionario no nos ayuda mucho. La definición es: adhesión a las causas de otros. Lo cual es confuso. Sus sinónimos son: participación, apoyo, compañerismo y otros nueve más; una de las palabras que tiene más sinónimos en español.

Un término manoseado, fundamentalmente por razones políticas, y ese abuso hace que se pierda importancia. Se ha dado ese nombre a partidos políticos, programas de gobierno y hasta barrios y localidades. Tal abuso causa repudio.

Se rechazan las cuestiones basadas en ese concepto. Por ejemplo, las organizaciones, grupos políticos, las propias políticas, las organizaciones multinacionales, sobre todo las agrupaciones de países. Esa fue la causa del abandono de la Comunidad Europea por los británicos. Y de modo destacado, es la raíz de las críticas a la Organización de las Naciones Unidas.

Algunos, ante este concepto, quieren que sus valores los asuman otros, lo cual no es sencillo. Es difícil encontrar valores realmente diferentes en los distintos grupos humanos. Los valores son bastante parecidos en todas las sociedades. Lo que hace diferente a una cultura de otra, no son los valores que tiene, sino cuál es el orden de importancia que se les da. Lo que se llama jerarquía de valores.

Cómo los utilizamos para tomar decisiones, y qué lugar de importancia les asignamos, eso es lo importante. Es un principio que se busca en política: para lograr una sociedad solidaria, tenemos que partir del principio de que los valores son lo que dan orden a las decisiones, y a las instituciones. Su modo de jerarquizarlos, es el núcleo de las culturas y el modo de diferenciarlas.

¿Estamos dispuestos a aceptar la jerarquía de valores de otras culturas? ¿Nos parece importante actuar solidariamente con nuestros conciudadanos? ¿Hasta qué punto podemos comprender y aceptar la manera de pensar de otros?

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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México ante Trump: escenarios

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Antonio Maza Pereda

El fallido atentado contra Donald Trump, aumentó sus probabilidades de ganar las elecciones en los Estados Unidos. Ante esta situación, muchos de los analistas, tanto nacionales como extranjeros, se han dedicado a desarrollar diferentes escenarios. Es importante tener claro qué se entiende por ese concepto, que muchas veces es mal entendido. Este fue creado por una compañía de consultoría de los Estados Unidos, The Rand Corporation, en los tiempos de la Guerra Fría, principios de los cincuenta del siglo XX, cuando se le pidió a esa compañía, quien tenía un grupo muy poderoso de matemáticos, crear la estrategia de una guerra nuclear.

Ese grupo de matemáticos pensaron en un método que no incluyera aspectos matemáticos ni probabilidades, dado que no había historial de guerras nucleares. Y a eso le llamaron escenarios. Precisamente con la idea de que no se trataran de tomar demasiado en serio esos análisis, ni tratar de obtener de ahí decisiones firmes. Simplemente decir: “si tal situación ocurriera, entonces las consecuencias serían estas, y habría que actuar así”.

Este método no busca medir probabilidades. Se habla solamente de posibilidades, que no son necesariamente lo mismo. Este esquema, que ha sido muchas veces mal usado, se podría aplicar a la situación que podríamos tener frente al triunfo de Donald Trump, y ver cuáles son las consecuencias que podríamos esperar para nuestro país.

Es difícil definir algún número de escenarios. Para efectos de este artículo, se usarán solamente dos posibilidades y, de ahí en adelante, se podrían pensar en otras variantes. Un escenario sería el escenario Victoria Aplastante, donde Donald Trump triunfa con un amplísimo margen y además también gana en el Congreso; se queda sin contrapesos que le puedan impedir hacer su voluntad. Y a otro le podríamos llamar el escenario Manos Atadas, donde efectivamente gana, no por un margen muy abultado, pero pierde en el Congreso y, por lo tanto, sus contrapesos son fuertes. En estos dos escenarios, veamos las posibles consecuencias para México.

En el aspecto de los inmigrantes ilegales: si ocurre la Victoria Aplastante, se volverían a endurecer las deportaciones. Se pondrían nuevas reglas, fondos para impedir y limitar importantemente estas inmigraciones ilegales. Por otro lado, en un escenario donde Trump tiene las Manos Atadas, continuarían habiendo límites a la emigración, como lo hicieron los gobiernos demócratas, aliviando los peores aspectos de tipo político para conservar el voto de los latinos.

Otra área de consecuencias sería el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). En la Victoria Aplastante, Trump ampliaría los obstáculos para México en el libre comercio. Por otro lado, en el escenario de las Manos Atadas, habría una negociación más ajustada a las necesidades de los tres países. Porque hay que reconocer que a los tres les conviene este Tratado. Aquí, posiblemente, también habría que enfrentar la presión de los sindicatos de los EE. UU., que son una de las fuerzas que apoyan a los demócratas y quienes se han quejado permanentemente de que las condiciones laborales en México son sumamente desfavorables para ellos. Y han insistido en que se puedan pagar mejores salarios a los trabajadores mexicanos.

La reubicación de empresas, el llamado Near Shoring que significa dejar de estar abasteciendo a Estados Unidos desde países muy lejanos y buscar su abastecimiento en zonas cercanas. En el escenario de la Victoria Aplastante, Trump seguramente tratará de capturar lo más posible de la producción de regreso a los Estados Unidos. En cambio, si tuviera las Manos Atadas, posiblemente le daría más impulso a la relocalización de las empresas cercanas al país.

El tema del narcotráfico: con la Victoria Aplastante, habría una presión más fuerte contra los narcotraficantes y, posiblemente, intervenciones militares en forma directa. Por otro lado, no es de esperar que se limitara el tráfico de armas, dado que buena parte de los votantes de Trump están en contra de que se pongan límites a la compra del armamento. Si tuviera las Manos Atadas, habría extradiciones de narcotraficantes, presionando a los funcionarios mexicanos para aumentarlas. Habría ataques encubiertos a los traficantes, sin una intervención abierta de las fuerzas armadas de los EE. UU. Ataques quirúrgicos, pensados para acabar con algunos líderes importantes. Con las Manos Atadas, habría alguna limitación de armas, que es una bandera de los demócratas.

Finalmente, ¿qué ocurriría con las remesas? Es una manera de presionar fuertemente al gobierno mexicano. Las remesas legales son ya tan grandes como varios de los rubros de la economía mexicana. Tan relevantes como el petróleo y el turismo. Es un modo de presionar fuertemente al gobierno mexicano para que se haga la voluntad de Donald Trump. Posiblemente, se crearía una regulación limitante o impuestos a las remesas. Y, desde luego, con las Manos Atadas no se usarían las remesas como una manera de presionar al gobierno mexicano.

Estos son solamente algunos ejemplos. Puede haber otros escenarios, sobre todo internacionales. La amistad de Trump con Putin, podría cambiar la guerra en Ucrania, y su amistad con Netanyahu alargaría el conflicto en Palestina. Para efectos de ilustrar el concepto, se comentan dos de ellos, pero es probable que pueda haber otras combinaciones. El gobierno mexicano no tiene total libertad de acción frente a una potencia tan importante como la de Estados Unidos. Y nuestras economías están tan fuertemente ligadas que no se puede olvidar que una depende en buena parte de la otra. Valdría la pena analizar otras opciones y, sobre todo, estar pensando desde ahora qué hacer en el caso de que se dé cualquiera de esos posibles escenarios, para no tener que estar improvisando.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Reunión en Sonora destaca Retos y Oportunidades de Inteligencia Artificial en México

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Por Guillermo Moreno Ríos

En una jornada organizada por Consejo Incide, A.C. y coordinada por Marco Antonio González y Daniel Castillo, se llevó a cabo una reunión enfocada en explorar los desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial (IA) en México. Este evento contó con la presencia del presidente nacional del Consejo INCIDE, Guillermo Moreno, y del Dr. Luis Núñez Noriega como ponente invitado.

La sesión inició con Alejandra Hernández, coordinadora de la Expo Materiales de la Construcción, quien anunció el retorno de este evento al Expo Forum de Hermosillo el 21 y 22 de septiembre, enfocado en tecnologías verdes y sostenibilidad. Seguidamente, Marco Antonio López Trejo invitó a celebrar el XXV Aniversario del Consejo INCIDE el 14 de noviembre, destacando la colaboración de más de 60 organizaciones gremiales.

El Dr. Luis Núñez Noriega ofreció una visión amplia sobre la IA, destacando su impacto global y los retos cruciales que plantea en la sociedad contemporánea. Expuso cómo la IA no solo está transformando la economía y la industria, sino que también está remodelando las relaciones geopolíticas, especialmente en el ámbito de la tecnología y la seguridad nacional. En este contexto, mencionó la reciente legislación propuesta por Estados Unidos sobre semiconductores, diseñada para reforzar el control estratégico y la producción nacional de tecnologías críticas.

Durante su intervención, el Dr. Núñez Noriega enfatizó la importancia de que México y otras naciones en desarrollo aprovechen las oportunidades emergentes del nearshoring y la inversión tecnológica para impulsar su desarrollo económico y tecnológico. Subrayó la necesidad urgente de una colaboración estrecha entre el gobierno, la industria y la academia para mejorar la capacidad de innovación y competitividad del país en el escenario global.

La inteligencia artificial (IA) ha llegado para transformar la manera en que vivimos y trabajamos. Este fenómeno, que ya está revolucionando industrias a nivel global, presenta tanto oportunidades como retos significativos para México y su economía. La adopción de tecnologías de IA promete un aumento significativo en la productividad laboral, y México puede beneficiarse enormemente de esta tendencia, mejorando la eficiencia en diversos sectores industriales y de servicios. No obstante, es esencial prepararnos proactivamente para enfrentar los desafíos que también surgen con esta disrupción tecnológica, como el desplazamiento de empleos, un fenómeno que requerirá estrategias de adaptación y capacitación para la fuerza laboral.

El nuevo libro del Dr. Luis Núñez, “Inteligencia Artificial, Disrupción e Innovación en México”, ofrece una visión profunda sobre este tema crucial. En él, el Dr. Núñez aborda no solo los beneficios económicos de la IA, sino también las implicaciones sociales y laborales, ofreciendo un enfoque integral para entender y aprovechar esta transformación. Para aquellos interesados en profundizar en este tema, el libro ya está disponible en www.aftrreality.com. Además, el Dr. Núñez ofrece consultoría especializada para empresas que desean adoptar tecnología de IA en sus negocios, ayudándolas a navegar por este complejo pero prometedor panorama.

También es fundamental considerar el efecto del nearshoring en la economía mexicana, un tema que el Dr. Núñez aborda en su otro libro, “Nearshoring: Relocalización de empresas y el potencial económico de México”. La relación entre IA y nearshoring es crucial, ya que ambas tendencias están remodelando el entorno empresarial y económico de nuestra nación. Invitamos a los lectores a explorar estas obras y a prepararse para un futuro donde la inteligencia artificial jugará un papel central en nuestro desarrollo y competitividad.

La reunión concluyó con un llamado a la acción para adaptar políticas educativas y económicas que preparen a la fuerza laboral mexicana para un futuro cada vez más automatizado y tecnológicamente avanzado, al tiempo que se gestionan los desafíos sociales y económicos que la IA conlleva.

Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en gestión integral de riesgos, resiliencia empresarial, seguros y derechos humanos.
incide.guillermo@gmail.com

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Globalización de la sociedad

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Antonio Maza Pereda

Estamos en una nueva era: la globalización. Se modifican conceptos, que separaban a las naciones. Se rompen costumbres locales y se homogeneizan estructuras de valores, criterios y relaciones.

Todo esto causado por una tecnología muy difundida en diferentes estratos sociales, que permite una comunicación amplísima entre todas las naciones. Que se da en la economía, el comercio, la tecnología, y el conocimiento a todos los niveles. No sólo en cultura y ciencia, sino también en las cosas de todos los días, por medio de comunicaciones rápidas y baratas, que están al alcance de un tercio de la humanidad.

Esto causa un crecimiento de las relaciones globales. Con ventajas y desventajas. Porque, si bien se encuentran beneficios  para la humanidad, también  existe el crimen globalizado, y distintos modos de explotación de las personas. Las guerras, que tenían impacto local, incluso las así llamadas guerras mundiales, que  fueron regionales o continentales, ahora  tienen la capacidad de dañar a la humanidad entera. Cada vez más, tenemos terrorismo y estafas globales.

Tuvimos una auténtica pandemia global. Antes, había pandemias en alguna parte del mundo y se difundían a lo largo de décadas. Esta pandemia del COVID ha sido la primera que ha abarcado prácticamente a todos los países y creció con gran rapidez.

Existe una resistencia importante a la globalización. ¿Cuál sería realmente la respuesta? Esta globalidad, que influye en la política y modifica los gobiernos, pudiera traer un gobierno mundial. ¿Será la mejor respuesta? Una solución humana, una respuesta que resuelve de fondo, es la solidaridad global.

¿De qué manera la globalización beneficia o perjudica a las naciones? ¿Estamos preparados para aprovechar sus logros y defendernos de las amenazas que plantean? ¿Estamos listos para dar una respuesta global, mediante la solidaridad?

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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