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Opinión

¿Por qué nos preocupa, únicamente, la parte superior de la pirámide de la población? Parte 2

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Así terminé la primera parte; transcribo estos dos párrafos, como introducción a la segunda parte y conclusión.

¿Por qué entonces, expertos y especialistas de cabina de radio o estudio de televisión, nada dicen de esa caída? ¿Únicamente ignorancia, o temor a ser atacados por quienes han hecho de la corrección política casi una religión?

Dejo también las dos gráficas de la primera parte con miras, únicamente, a recordar que lo que pedía a usted fue, en la primera de ellas, observar la base de las tres pirámides demográficas (Años 1990, 2000 y 2010).

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En la segunda gráfica que transcribo, le pedí ver cómo la Fertilidad va cayendo en esos 20 años, los que van del año 1990 al 2010.

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Veamos ahora entonces, la importancia que tiene la base de la pirámide -su angostamiento-, y por qué prácticamente nadie se refiere a esta peligrosa situacion.

La caída del número de hijos por -nacidos vivos- mujer durante su vida fértil, la Fecundidad, es quizás en los tiempos que corren, el indicador demográfico que exhibe de manera más clara los efectos negativos del envejecimiento demográfico. ¿Por qué preguntará usted?

Imagine usted un país que en el año 2050, su población será mayor de 60 años seré l 25% del Total. Ahora, piense en un país con ese porcentaje y severas dificultades para proporcionanar a esos millones de personas, no únicamente una pensión mínima para que apenas sobrevivan y, lo peor, no tendrá recursos ese país para proporcionarles el servicio más básico de salud.

Uno de esos países, quizás ya lo adivinó, es México.

Para evitar esa grave situación, entre otras cosas, debemos detener la caída de la Fecundidad; dicho de otra manera, debemos lograr regresar al nivel de los 2.1 hijos/mujer para asegurar que habrá quienes entren al mercado laboral y la dependencia que ya se advierte, de que cada vez hay menos trabajadores mexicanos por cada 100 adultos mayores de 60 años.

(Las cuatro gráficas que muestro enseguida, han sido tomadas de un documento de la CEPAL cuya liga dará al final de este comentario).

Como se ha comentado previamente, México está experimentando un cambio demográfico importante que se traducirá en un envejecimiento de su población. 3 Los datos demográficos recientes confirman lo anterior: 

Mientras que en 1950 la edad promedio de los habitantes del país era de 18.7 años, para 2015 alcanzó 27.3 años y se espera que en 2050 esta sea de 38.1. (Gráfica 1.A).

Por su parte, la población mayor de 60 años pasó de 5.4% en 1950 a 9.6% en 2015 y se espera que en 2050 alcance 23%. (Gráfica 1.B)

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Ahora, por favor, vea el comportamiento de la población por grupos de edad.

La evolución esperada de la población, según grupos de edad, muestra que los habitantes en edad de laborar (15 a 64 años) mantendrán una elevada proporción, habrá una caída pronunciada de los menores de 15 años y un incremento sin precedentes de la población de 65 años y más (Gráficas 2.A y 2.B).

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Ahora bien, ¿por qué nadie se atreve a comentar los efectos de la caída de la Fecundidad, y la necesidad de empezar a desarrollar y aplicar políticas públicas cuyos objetivos serían, detener la caída de la Fecundidad, y recuperar el nivel de los 2.1 hijos /mujer?

La razón es simple: Porque temen, los que saben de los efectos negativos de la caída de la Fecundidad, que de abogar por lo que señalo en el párrafo siguiente, serían acusados de mochos, de estar al servicio de lo más retrógrado y de la alta jerarquía de la Iglesia Católica.

El temor a desatar la ira de los que se guían en todo por la corrección política nos ha impedido, desde hace años, primero, entender el fenómeno de la caída de la Fecundidad y sus causas, y segundo, desarrollar políticas públicas adecuadas para enfrentarlo.

Hoy, sobran los ejemplos de países que desestimaron los efectos de esa caída los cuales, enfrentan graves problemas demográficos; esta situación, simplemente, fue causada por no haber enfrentado aquélla, de manera oportuna y firme.

¿Será éste el caso de México en pocos años? Por lo que vemos a la fecha, todo así lo deja ver.

Por lo pronto, le dejo las ligas de tres excelentes trabajos al respecto:

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/74833/2015-17-El_tsunami.pdf

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/98216/reporte_envejecimiento.pdf

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/244363/14_Cambio_Demogra_fico_y_pensiones__CEPAL.

Son tres documentos de una claridad meridiana, elaborados por CONSAR y puestos de manera gratuita a los interesados en el tema demográfico y como dice esa dependencia, para entender el Tsunami Demográfico que se Avecina. 

Espero no haberlo aburrido.

El contenido, comentarios y fuentes de información de los colaboradores y/o columnistas que se difundan en Siete24 y Deportes Siete24, son responsabilidad de cada uno de sus autores.



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Felipe Monroy

Sobre representaciones y ficciones políticas

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Enfrascados en minucias matemáticas e interpretaciones leguleyas, nos olvidamos de aquello que simboliza y significa la representación política para el pueblo mexicano. ¿Qué aporta la representación política partidista a nuestro sistema democrático y por qué antes de hablar de ‘sobre-representaciones’ o ‘sub-representaciones’ debemos hablar sobre los márgenes de poder que se discuten con tanta vehemencia en estos días?

En primer lugar hay que recordar que toda representación política es una “ficción delimitante e institucionalizada del poder” es decir, es una simulación inventada y regulada de una realidad social donde se juegan expresiones del poder: desde los gentiles acuerdos hasta las más duras imposiciones. Y es delimitante porque ‘distingue’ y pone una frontera entre aquello representado y lo que no.

El ideal del sistema democrático en México, por tanto, reclamaría que los anhelos del pueblo fuesen fielmente reflejados por sus representantes electos; así, varias personas serían ‘revestidas’ de signos que simbolizan la voz y el clamor de, por lo menos, una porción de pueblo. De tal suerte que, las auténticas necesidades y conflictos que se viven en grandes ámbitos sociales, no se dirimen por la fuerza en caóticas multitudes, sino en las ‘representaciones’ donde –a modo de una puesta en escena– los personajes políticos realizan funciones tanto prácticas como simbólicas para ejercer el poder, gobernar y resolver contradicciones.

Dicho lo anterior, el actual entuerto respecto a la cantidad de legisladores que los partidos políticos deben asegurar en el Congreso sin duda es un conflicto nodal para la vida democrática mexicana pero no sólo por la cantidad de los miembros de un partido u otro en las curules legislativas sino por la cualidad de lo representado ante los poderes de la Federación. Es decir, la cuestión sobre cuál es el principal conflicto que debe ser representado en este juego de posiciones legislativas es mucho más importante que la cantidad de partidarios fieles a uno u otro movimiento político. Aún más, los recursos económicos que suponen a los partidos cada curul pueden ser importantes para los aparatos partidistas pero no significa nada para la democracia si dichas representaciones no proponen ‘equilibrios’ discursivos en la puesta escénica legislativa.

Lo central no es, por tanto, el número de escaños asegurados sino el auténtico esfuerzo de vinculación entre gobernantes y gobernados que las representaciones políticas puedan poner en escena. Dicho de otra manera: una minoría que represente con mayor fidelidad el conflicto sociopolítico y se comprometa enteramente en su papel podría ejecutar márgenes de poder más legítimos que una mayoría difusa e institucionalizada que estructure la toma de decisiones desde la imposición acrítica.

La representación política no deja de ser una especie de escenario en donde se dirimen los conflictos sociales y se toman decisiones que afectan a los espacios intra y extra escénicos; por si fuera poco dicha escenificación no está condicionada exclusivamente por las reglas (la ley) y las estructuras (las instituciones) sino también por el lenguaje (el discurso).

Y esto último es vital para comprender por qué la crítica que reciben los legisladores se debe a las cualidades de la dimensión política que representan y al tipo de articulación mediadora que deben a la población; porque las respuestas simples pueden estar en un artículo de la ley o en los manuales del ejercicio del servicio público (todos recordamos a la tristemente célebre diputada priista Paloma Sánchez decir ‘Soy pluri y a gusto’ a modo de sorna y justificación que su papel de representación no se lo debe al ciudadano sino a su cúpula partidista) pero la realidad no sólo es disarmónica con el texto leído en clave tecnocrática sino que está desarticulada del discurso político que legitima la representación y el sistema político existente.

En conclusión, el actual conflicto respecto a los volúmenes de representación legislativa para evitar la sobre-representación o la sub-representación no sólo debe leerse en códigos rigoristas de la norma o interpretaciones laxas de la ley; debe leerse en código político-discursivo porque no sólo se cuestionan los números de la representación sino la misma legitimidad del sistema político: ¿Qué representan los detentadores de las mayorías legislativas? Y, ¿en verdad las reglas de representación política minoritaria reflejan las necesidades de las minorías sociales? ¿A través de qué discursos?

Esto último no es accesorio ni anecdótico, es primordial; porque el problema derivado de tornar en exquisiteces interpretativas de la ley un asunto de ficción política provoca la separación cada vez mayor entre el pueblo y las estructuras gobernantes; si la distancia entre lo simbólico y lo significativo del poder del pueblo delegado a los representantes desvincula al primero con los segundos se crean espacios de autorepresentación, otros sistemas, otras reglas, casi siempre supeditadas a poderes que antes se consideraban fácticos pero que, contra toda intuición, están en vías de legitimarse. Y eso sí sería un problema.

*Director VCNoticias.com @monroyfelipe

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Columna Invitada

¿Qué significa solidaridad?

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Por Antonio Maza Pereda

Es importante entender qué es solidaridad. Desgraciadamente, el diccionario no nos ayuda mucho. La definición es: adhesión a las causas de otros. Lo cual es confuso. Sus sinónimos son: participación, apoyo, compañerismo y otros nueve más; una de las palabras que tiene más sinónimos en español.

Un término manoseado, fundamentalmente por razones políticas, y ese abuso hace que se pierda importancia. Se ha dado ese nombre a partidos políticos, programas de gobierno y hasta barrios y localidades. Tal abuso causa repudio.

Se rechazan las cuestiones basadas en ese concepto. Por ejemplo, las organizaciones, grupos políticos, las propias políticas, las organizaciones multinacionales, sobre todo las agrupaciones de países. Esa fue la causa del abandono de la Comunidad Europea por los británicos. Y de modo destacado, es la raíz de las críticas a la Organización de las Naciones Unidas.

Algunos, ante este concepto, quieren que sus valores los asuman otros, lo cual no es sencillo. Es difícil encontrar valores realmente diferentes en los distintos grupos humanos. Los valores son bastante parecidos en todas las sociedades. Lo que hace diferente a una cultura de otra, no son los valores que tiene, sino cuál es el orden de importancia que se les da. Lo que se llama jerarquía de valores.

Cómo los utilizamos para tomar decisiones, y qué lugar de importancia les asignamos, eso es lo importante. Es un principio que se busca en política: para lograr una sociedad solidaria, tenemos que partir del principio de que los valores son lo que dan orden a las decisiones, y a las instituciones. Su modo de jerarquizarlos, es el núcleo de las culturas y el modo de diferenciarlas.

¿Estamos dispuestos a aceptar la jerarquía de valores de otras culturas? ¿Nos parece importante actuar solidariamente con nuestros conciudadanos? ¿Hasta qué punto podemos comprender y aceptar la manera de pensar de otros?

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Columna Invitada

México ante Trump: escenarios

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Antonio Maza Pereda

El fallido atentado contra Donald Trump, aumentó sus probabilidades de ganar las elecciones en los Estados Unidos. Ante esta situación, muchos de los analistas, tanto nacionales como extranjeros, se han dedicado a desarrollar diferentes escenarios. Es importante tener claro qué se entiende por ese concepto, que muchas veces es mal entendido. Este fue creado por una compañía de consultoría de los Estados Unidos, The Rand Corporation, en los tiempos de la Guerra Fría, principios de los cincuenta del siglo XX, cuando se le pidió a esa compañía, quien tenía un grupo muy poderoso de matemáticos, crear la estrategia de una guerra nuclear.

Ese grupo de matemáticos pensaron en un método que no incluyera aspectos matemáticos ni probabilidades, dado que no había historial de guerras nucleares. Y a eso le llamaron escenarios. Precisamente con la idea de que no se trataran de tomar demasiado en serio esos análisis, ni tratar de obtener de ahí decisiones firmes. Simplemente decir: “si tal situación ocurriera, entonces las consecuencias serían estas, y habría que actuar así”.

Este método no busca medir probabilidades. Se habla solamente de posibilidades, que no son necesariamente lo mismo. Este esquema, que ha sido muchas veces mal usado, se podría aplicar a la situación que podríamos tener frente al triunfo de Donald Trump, y ver cuáles son las consecuencias que podríamos esperar para nuestro país.

Es difícil definir algún número de escenarios. Para efectos de este artículo, se usarán solamente dos posibilidades y, de ahí en adelante, se podrían pensar en otras variantes. Un escenario sería el escenario Victoria Aplastante, donde Donald Trump triunfa con un amplísimo margen y además también gana en el Congreso; se queda sin contrapesos que le puedan impedir hacer su voluntad. Y a otro le podríamos llamar el escenario Manos Atadas, donde efectivamente gana, no por un margen muy abultado, pero pierde en el Congreso y, por lo tanto, sus contrapesos son fuertes. En estos dos escenarios, veamos las posibles consecuencias para México.

En el aspecto de los inmigrantes ilegales: si ocurre la Victoria Aplastante, se volverían a endurecer las deportaciones. Se pondrían nuevas reglas, fondos para impedir y limitar importantemente estas inmigraciones ilegales. Por otro lado, en un escenario donde Trump tiene las Manos Atadas, continuarían habiendo límites a la emigración, como lo hicieron los gobiernos demócratas, aliviando los peores aspectos de tipo político para conservar el voto de los latinos.

Otra área de consecuencias sería el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). En la Victoria Aplastante, Trump ampliaría los obstáculos para México en el libre comercio. Por otro lado, en el escenario de las Manos Atadas, habría una negociación más ajustada a las necesidades de los tres países. Porque hay que reconocer que a los tres les conviene este Tratado. Aquí, posiblemente, también habría que enfrentar la presión de los sindicatos de los EE. UU., que son una de las fuerzas que apoyan a los demócratas y quienes se han quejado permanentemente de que las condiciones laborales en México son sumamente desfavorables para ellos. Y han insistido en que se puedan pagar mejores salarios a los trabajadores mexicanos.

La reubicación de empresas, el llamado Near Shoring que significa dejar de estar abasteciendo a Estados Unidos desde países muy lejanos y buscar su abastecimiento en zonas cercanas. En el escenario de la Victoria Aplastante, Trump seguramente tratará de capturar lo más posible de la producción de regreso a los Estados Unidos. En cambio, si tuviera las Manos Atadas, posiblemente le daría más impulso a la relocalización de las empresas cercanas al país.

El tema del narcotráfico: con la Victoria Aplastante, habría una presión más fuerte contra los narcotraficantes y, posiblemente, intervenciones militares en forma directa. Por otro lado, no es de esperar que se limitara el tráfico de armas, dado que buena parte de los votantes de Trump están en contra de que se pongan límites a la compra del armamento. Si tuviera las Manos Atadas, habría extradiciones de narcotraficantes, presionando a los funcionarios mexicanos para aumentarlas. Habría ataques encubiertos a los traficantes, sin una intervención abierta de las fuerzas armadas de los EE. UU. Ataques quirúrgicos, pensados para acabar con algunos líderes importantes. Con las Manos Atadas, habría alguna limitación de armas, que es una bandera de los demócratas.

Finalmente, ¿qué ocurriría con las remesas? Es una manera de presionar fuertemente al gobierno mexicano. Las remesas legales son ya tan grandes como varios de los rubros de la economía mexicana. Tan relevantes como el petróleo y el turismo. Es un modo de presionar fuertemente al gobierno mexicano para que se haga la voluntad de Donald Trump. Posiblemente, se crearía una regulación limitante o impuestos a las remesas. Y, desde luego, con las Manos Atadas no se usarían las remesas como una manera de presionar al gobierno mexicano.

Estos son solamente algunos ejemplos. Puede haber otros escenarios, sobre todo internacionales. La amistad de Trump con Putin, podría cambiar la guerra en Ucrania, y su amistad con Netanyahu alargaría el conflicto en Palestina. Para efectos de ilustrar el concepto, se comentan dos de ellos, pero es probable que pueda haber otras combinaciones. El gobierno mexicano no tiene total libertad de acción frente a una potencia tan importante como la de Estados Unidos. Y nuestras economías están tan fuertemente ligadas que no se puede olvidar que una depende en buena parte de la otra. Valdría la pena analizar otras opciones y, sobre todo, estar pensando desde ahora qué hacer en el caso de que se dé cualquiera de esos posibles escenarios, para no tener que estar improvisando.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Columna Invitada

Reunión en Sonora destaca Retos y Oportunidades de Inteligencia Artificial en México

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Por Guillermo Moreno Ríos

En una jornada organizada por Consejo Incide, A.C. y coordinada por Marco Antonio González y Daniel Castillo, se llevó a cabo una reunión enfocada en explorar los desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial (IA) en México. Este evento contó con la presencia del presidente nacional del Consejo INCIDE, Guillermo Moreno, y del Dr. Luis Núñez Noriega como ponente invitado.

La sesión inició con Alejandra Hernández, coordinadora de la Expo Materiales de la Construcción, quien anunció el retorno de este evento al Expo Forum de Hermosillo el 21 y 22 de septiembre, enfocado en tecnologías verdes y sostenibilidad. Seguidamente, Marco Antonio López Trejo invitó a celebrar el XXV Aniversario del Consejo INCIDE el 14 de noviembre, destacando la colaboración de más de 60 organizaciones gremiales.

El Dr. Luis Núñez Noriega ofreció una visión amplia sobre la IA, destacando su impacto global y los retos cruciales que plantea en la sociedad contemporánea. Expuso cómo la IA no solo está transformando la economía y la industria, sino que también está remodelando las relaciones geopolíticas, especialmente en el ámbito de la tecnología y la seguridad nacional. En este contexto, mencionó la reciente legislación propuesta por Estados Unidos sobre semiconductores, diseñada para reforzar el control estratégico y la producción nacional de tecnologías críticas.

Durante su intervención, el Dr. Núñez Noriega enfatizó la importancia de que México y otras naciones en desarrollo aprovechen las oportunidades emergentes del nearshoring y la inversión tecnológica para impulsar su desarrollo económico y tecnológico. Subrayó la necesidad urgente de una colaboración estrecha entre el gobierno, la industria y la academia para mejorar la capacidad de innovación y competitividad del país en el escenario global.

La inteligencia artificial (IA) ha llegado para transformar la manera en que vivimos y trabajamos. Este fenómeno, que ya está revolucionando industrias a nivel global, presenta tanto oportunidades como retos significativos para México y su economía. La adopción de tecnologías de IA promete un aumento significativo en la productividad laboral, y México puede beneficiarse enormemente de esta tendencia, mejorando la eficiencia en diversos sectores industriales y de servicios. No obstante, es esencial prepararnos proactivamente para enfrentar los desafíos que también surgen con esta disrupción tecnológica, como el desplazamiento de empleos, un fenómeno que requerirá estrategias de adaptación y capacitación para la fuerza laboral.

El nuevo libro del Dr. Luis Núñez, “Inteligencia Artificial, Disrupción e Innovación en México”, ofrece una visión profunda sobre este tema crucial. En él, el Dr. Núñez aborda no solo los beneficios económicos de la IA, sino también las implicaciones sociales y laborales, ofreciendo un enfoque integral para entender y aprovechar esta transformación. Para aquellos interesados en profundizar en este tema, el libro ya está disponible en www.aftrreality.com. Además, el Dr. Núñez ofrece consultoría especializada para empresas que desean adoptar tecnología de IA en sus negocios, ayudándolas a navegar por este complejo pero prometedor panorama.

También es fundamental considerar el efecto del nearshoring en la economía mexicana, un tema que el Dr. Núñez aborda en su otro libro, “Nearshoring: Relocalización de empresas y el potencial económico de México”. La relación entre IA y nearshoring es crucial, ya que ambas tendencias están remodelando el entorno empresarial y económico de nuestra nación. Invitamos a los lectores a explorar estas obras y a prepararse para un futuro donde la inteligencia artificial jugará un papel central en nuestro desarrollo y competitividad.

La reunión concluyó con un llamado a la acción para adaptar políticas educativas y económicas que preparen a la fuerza laboral mexicana para un futuro cada vez más automatizado y tecnológicamente avanzado, al tiempo que se gestionan los desafíos sociales y económicos que la IA conlleva.

Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en gestión integral de riesgos, resiliencia empresarial, seguros y derechos humanos.
incide.guillermo@gmail.com

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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