México. Pese a la llegada de las vacunas y al levantamiento de ciertas restricciones, el fin de la pandemia aún parece muy lejano, motivo que ha ocasionado depresión en mucha gente.
Todos estamos más aislados y estresados de lo habitual, y muchos de nosotros estamos lidiando con presiones adicionales debido a la tensión financiera, las responsabilidades familiares, los problemas de salud y la pérdida de empleo.
Por lo tanto, es natural estar deprimido, pero ¿en qué momento sentirse deprimido se convierte ya en un desbalance de la salud mental que hay que tratar?
El COVID-19 podría no ser la única pandemia que debería preocuparnos. La depresión se ha vuelto significativamente más común a raíz del coronavirus.
“Desde el COVID-19, he visto un aumento sustancial de personas con depresión y otras afecciones de salud mental. La depresión no sólo es dañina para la mente, sino que también puede afectar la salud física de una persona. Puede producir tensión muscular, molestias y dolores. Además, inquietud, incapacidad para concentrarse, falta de sueño, fatiga crónica y cambios en el peso corporal”, explicó Maritza Figueroa, neuropsicóloga del Hospital Houston Methodist.
De acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en México, los niveles de ansiedad y depresión se dispararon por la pandemia.
La ansiedad, según el informe, antes de la pandemia se presentaba en 15% de la población, situación que se modificó con un alza al 50%; mientras que la depresión que hasta marzo de 2020 se calculaba en 3% de la población, aumentó hasta abril de este año a 27.6%. (1)
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), también encontró que la prevalencia del trastorno depresivo en adultos fue casi cuatro veces mayor en junio de 2020 en comparación con el segundo trimestre de 2019, en la Unión Americana.
Principales síntomas
Para detectar si sufres o no depresión, a continuación, te enlistamos algunos de los síntomas a los que hay que estar atentos:
• Tristeza, ansiedad o vacío persistente
• Desesperanza o pesimismo
• Irritabilidad
• Sentimiento de culpabilidad o inutilidad
• Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes gustaban mucho
• Energía disminuida
• Movimientos y habla en un ritmo lento
• Sensación constante de inquietud o problemas para quedarse quieto
• Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
• Problemas para dormir
• Cambios de apetito y/o peso
• Pensamientos de muerte o suicidio
• Dolores, calambres o problemas digestivos sin una causa física clara
¿Qué hacer con la depresión?
Los tratamientos más eficaces para la depresión son la psicoterapia, los medicamentos o una combinación de ambos. La especialista del Hospital Houston Methodist nos explica algunos pasos que puedes tomar para ayudar a prevenir y disminuir la depresión:
• Distráete. La depresión puede fomentar un ciclo de pensamientos negativos en tu mente. Centrarte en otra cosa puede despejar tu mente y darle un nuevo propósito y significado a la vida.
• Ten una rutina. Quedarte despierto hasta tarde, saltarte comidas y, en general, evitar el cuidado personal y la higiene, sólo dará a tu mente más razones para sentirte deprimido. Tener un día más estructurado que incluya tiempo para el cuidado personal y distracciones sanas, puede ayudar a reducir el estrés y beneficiar tu salud física.
• Agradece. Incluso cuando hay muchas razones para estar deprimido, todavía hay razones para estar agradecido.
• Muévete. El ejercicio puede ayudar a mejorar la salud física y mental. Si bien la depresión puede dificultar el comienzo, todo lo que necesitas son cinco minutos de actividad, que puedes ir aumentando hasta que idealmente llegues a hacer unos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana.
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emc

Ciudad de México.- Mientras unos celebran el descanso, otras hacen malabares. Las vacaciones escolares representan para muchas madres de familia una temporada de agotamiento emocional y físico. La casa se convierte en un campo de batalla: el trabajo no se detiene, los niños están en casa todo el día, y el caos parece instalarse sin pedir permiso.
La carga no es solo práctica, también es mental. Y como afirma la especialista Paulina Amozurrutia, directora de Unión Mujer y Educación con Rumbo, es momento de reconocer que no debe ser una misión imposible y todos en casa debemos participar.
https://x.com/adn40/status/1914764895658160285?s=12“La realidad es que nuestra casa en vacaciones es un caos porque no educamos en equipo. Los roles en el hogar no deberían tener género: todos tendemos nuestra cama, sea niño o niña, esposo o esposa”.
La corresponsabilidad empieza en casa
Para evitar llegar al límite del agotamiento, o lo que ahora se llama “burnout”, Paulina Amozurrutia ofrece tres consejos fundamentales para transformar el caos de las vacaciones en una oportunidad de convivencia positiva:
1.Déjalos descansar
Las vacaciones no tienen que parecer un curso intensivo de actividades. Está bien romper la rutina, permitir que los niños duerman más, vean televisión o anden en pijama por unos días.
“Ni los adultos sabemos descansar, ni les enseñamos a los niños que está bien hacerlo. Démosles unos días para relajarse, solo unos días”.
2. Establece horarios y límites
Los niños, especialmente los pequeños, se sienten más seguros cuando hay estructura. Poner una rutina simple ayuda a organizar el día y evitar conflictos: Hora de levantarse, hora de leer, hora de comer.
Entonces, con los chiquitos, hay que hacer esto. Y con los grandes son acuerdos, si quieres usar el celular, me parece fabuloso, pero antes tienes que hacer tus cosas de la casa, ordenar tu cuarto, leer una hora, si, leer una hora y alguna otra actividad”.
Y sí, los límites no rompen vínculos, los fortalecen.
“Ningún niño ha perdido la relación con sus padres por ponerles límites. Claro, sin gritos, sin violencia. Los hijos los necesitan”.
3. Que ayuden en casa
Enseñar a los hijos a colaborar no es castigo, es formación. Las tareas del hogar deben ser compartidas.
“No le pasa nada a un niño si aprende a lavar un plato o a lavar su ropa. Es parte de formar personas autónomas”.
La clave es poner actividades realistas, una que les guste y otra que les toque. Poco a poco, con constancia.
@laprosperaoficiall “Estas vacaciones no sé si soy mamá, animadora, chef, árbitro o terapeuta… lo que sí sé es que el cansancio es real, el silencio es un lujo, y la paciencia se me acaba más rápido que las galletas. Pero entre berrinches, risas y mil ‘mamáaaa’, sigo aquí… sobreviviendo con amor (y café).” #MamáEnVacaciones #ModoSupervivencia #CaosConAmor #VacacionesConNiños #RíeParaNoLlorar #MamáAlBorde #AmorInfinitoYPacienciaCero ♬ Déjame Vivir (with Juan Gabriel) – Rocío Dúrcal
Educar sin sobrecargar
Durante estas semanas, muchas madres trabajan desde casa o incluso fuera de ella. La demanda se multiplica. Por eso, educar en equipo es una necesidad.
“Antes de ser amigas de nuestros hijos, somos sus mamás. Y tenemos que darles una mochila cargada con disciplina, empatía y amor”.
Amozurrutia recuerda que los estudios muestran que los niños con tareas en casa mejoran su autoestima. Saber que son útiles y que su aporte cuenta los forma para la vida.
Convivir también es disfrutar
Las vacaciones no deben sentirse como una carga imposible. Con límites claros, participación en casa y momentos reales de descanso, el caos puede convertirse en convivencia.
Así, los días sin escuela también pueden ser días de familia.
npq

Ciudad de México.- “Con los niños se necesita una copa de sabiduría, un barril de inteligencia y un océano de paciencia”, es una frase que se atribuye a San Francisco de Sales, y ciertamente la paciencia es una virtud que debe prevalecer ante todo en casa.
Las madres saben que se necesita inteligencia, sabíduria, pero sobre todo paciencia para la crianza de los hijos; paciencia con los niños y también para con nosotras mismos.
Paciencia
Pero cuidado, la paciencia no debe ser impaciencia controlada, no debe ser presión, apresurar a los hijos, dirigirles comentarios negativos o reprobatorios, porque la impaciencia se controla a fuerza de voluntad, pero tarde o temprano estalla.
Templanza
La paciencia va pareja con la templanza y el autocontrol, pero siempre debe conjugarse con amor, disfrutar del presente con ellos y no ansiar el futuro (impaciencia).
Esto no significa que la paciencia es pasiva, sino que está llena de cualidades como animar, perdonar, tener compasión, lo contrario a la resignación.
¿Por qué somos impacientes?
A menudo somos impacientes porque tenemos miedo. Miedo de que nuestros hijos no sean felices; miedo a que se desarrollen mal; miedo de no cumplir bien con nuestra misión de padres; miedo de no resistir las pruebas.
Si reflexionamos bien, vemos que, con frecuencia, nuestros momentos de impaciencia están ligados a faltas de confianza. Quisiéramos obtener ya la victoria porque, en el fondo, no estamos seguros de poder lograrla.
Nuestra impaciencia puede venir también del hecho de que queremos ganar en todos los planos, escribe Christine Ponsard, en el sitio Aleteia.
Tener paciencia nos hará tener armonía en casa y vivir plenamente.
Así que ahora ya lo sabes, préparate para las próximas semanas con una sola palabra: paciencia.
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npq

Ciudad de México. — Aprender a caminar es una de las etapas más emocionantes en la infancia. Para muchos padres, ver los primeros pasos de sus hijos es motivo de alegría, pero también de inquietud.
¿Deben ayudarles? ¿Cuándo es el momento correcto? La pediatra Mar López compartió en TikTok consejos valiosos que ofrecen una mirada esperanzadora y práctica sobre este proceso.
Según López, no es necesario enseñar a caminar de forma directa. “Cada niño aprende a su ritmo”, explicó. Como en el caso de girar o gatear, caminar llegará de forma natural cuando el cuerpo esté listo. Acompañar con paciencia y observación es más beneficioso que forzar con técnicas o aparatos.
Favorecer el movimiento libre fortalece cuerpo y confianza
Los bebés necesitan experimentar. Cuando se les permite moverse libremente, descubren su equilibrio, fortalecen sus músculos y desarrollan seguridad en sí mismos. Mar López recomienda espacios seguros, donde los bebés puedan explorar con tranquilidad, sin obstáculos innecesarios.
Una superficie firme, como un tapete delgado o piso limpio, ofrece el soporte ideal. Esta base ayuda al bebé a impulsarse, girar y levantarse sin que su cuerpo se hunda, como ocurre con superficies muy blandas.
Ir descalzos: una herramienta simple para grandes logros
Andar descalzo no solo es cómodo para los bebés, también mejora su coordinación al caminar. Sin calcetines o zapatos, sus pies hacen contacto directo con el suelo, lo que fortalece su estabilidad y les permite corregir movimientos naturalmente.
Esta práctica, recomendada por especialistas del Instituto Nacional de Pediatría, ayuda a prevenir caídas y fomenta una marcha más segura.
Tiempo en el suelo, motor de desarrollo físico y emocional
Pasar al menos tres horas al día en el suelo es clave. Este tiempo les permite a los bebés experimentar posturas, desplazamientos y retos. A través del juego libre, no solo desarrollan habilidades motoras, también refuerzan su autoestima. Cada intento fallido y cada logro estimulan la perseverancia.
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Los pediatras aconsejan que los padres acompañen este tiempo con sonrisas, palabras alentadoras y presencia constante. No se trata de dirigir, sino de estar cerca.
Evitar herramientas innecesarias impulsa el desarrollo natural
Aunque los correpasillos o andadores parecen útiles, pueden dificultar el aprendizaje. Al empujar estos dispositivos, los bebés no desarrollan la fuerza muscular ni el equilibrio necesario. La Academia Americana de Pediatría ha desaconsejado su uso en menores de un año, priorizando el desarrollo espontáneo.
Acompañar con amor, la mejor guía
El mejor estímulo para un bebé es sentirse querido y seguro. Mar López subrayó que la paciencia, el juego y la observación consciente son más efectivos que cualquier técnica. “Caminar no es una meta, es parte de su historia de descubrimiento”, señaló.
Con un entorno adecuado, afecto y libertad, cada paso será un triunfo. Caminar sin prisas no solo es saludable, también es una oportunidad de fortalecer el vínculo entre padres e hijos y celebrar el crecimiento a su propio ritmo.
JAHA
Estilo
Apoyemos a las madres primerizas, la maternidad a veces puede ser solitaria

Ciudad de México.- En México, como en muchas partes del mundo, ser madre primeriza representa un gran reto. A la carga emocional del embarazo, se suman la soledad de la maternidad, la incertidumbre, la presión social y el temor constante de no estar “haciendo las cosas bien”.
Esto fue precisamente lo que vivió Michelle Kennedy, una mujer originaria del Reino Unido que, al convertirse en madre, nunca imaginó que se iba a sentir sola. Aunque tenía amigas, muchas de ellas aún no eran mamás o vivían lejos. A pesar de estar rodeada de mujeres, la maternidad la llevó a un aislamiento emocional inesperado.
“Cuando tuve a mi primer hijo, mis amigas no estaban en la etapa de la vida en la que tenían hijos, y las que sí, vivían lejos de mí. Lo que más sentí fue la soledad”, compartió Kennedy en una visita a México.
Su experiencia personal, sumada a un episodio de depresión posparto, la llevó después a desarrollar una solución: crear una aplicación que conectara a otras mamás primerizas. Así nació Peanut, una red social diseñada exclusivamente para que mujeres puedan apoyarse entre sí en cada etapa: desde la fertilidad, el embarazo, hasta la maternidad.
Kennedy ya tenía experiencia en el mundo de las apps —formó parte del equipo de desarrollo de Badoo y Bumble, así que decidió usar su conocimiento para crear un espacio digital de contención y apoyo emocional entre madres.
Hoy, la app funciona en Reino Unido, Estados Unidos y también en México. Su propuesta es simple pero poderosa: que las mujeres se acompañen y se escuchen sin juicios.
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¿Cómo podemos apoyar a una madre primeriza?
Aunque no todas tenemos una app a la mano, sí podemos hacer la diferencia en la vida de una mamá primeriza, tanto en el mundo digital como en el presencial. Aquí te compartimos cuatro formas sencillas pero valiosas para acompañar con empatía:
1. No critico
Una de las primeras inseguridades que enfrentan las madres primerizas tiene que ver con los cambios físicos: aumento de peso, estrías, pechos inflamados. En vez de juzgar o comentar sobre su apariencia, ofrezcamos palabras de aliento.
Apoyar es recordar que no deben cumplir con ningún estándar de belleza. Su cuerpo dio vida y eso merece respeto.
2. Fuera mitos
No existe la madre perfecta. La creencia de que la mujer debe sacrificar su desarrollo profesional o renunciar a su identidad, es dañino.
Acompañar es respetar las decisiones que cada mujer toma en su maternidad.
3. No somos rivales
Durante años, se ha repetido la idea de que las mujeres son competencia entre sí. Eso tiene que terminar.
Escuchar sin juzgar, compartir experiencias, ayudar con el bebé o simplemente estar disponibles, crea lazos que fortalecen a las madres en esta etapa vulnerable.
4. Respeto
Cada familia es distinta. Cada maternidad es única. No emitir juicios sobre la vida de pareja, el tipo de crianza o el estilo de vida, es una forma real de apoyar.
Lo que podemos hacer hoy
Pequeñas acciones, como preguntar cómo está, acompañarla al médico, cuidar al bebé una hora o simplemente escucharla, tienen un impacto enorme en una mamá primeriza.
La maternidad puede ser desafiante, pero no tiene por qué ser solitaria.
npq
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