Cristian Ampudia
El enigma de Cienfuegos
En poco más de dos años de gobierno, la administración de Andrés Manuel López Obrador ha tenido ya varios episodios por los que ha sido sumamente criticada, y no es para menos, pues son situaciones que destacan por el mal manejo (por decir lo menos) que se tuvo en diversos temas.
Cosa de ver, por ejemplo, la rifa del avión presidencial, que fue todo menos una rifa. El saludo a la mamá de “El Chapo”, que dejó a más de uno con las cejas levantadas. El “culiacanazo” que terminó con la puesta en libertad de Ovidio Guzmán, y que dejó una jornada de terror en la capital de Sinaloa. El caso Lozoya que fue anunciado con bombo y platillo, pero del que hoy no se sabe nada… en fin.
Son varios los yerros de esta administración y ninguna en el mundo está exenta de tomar decisiones equivocadas, sin embargo, en el actual gobierno de López Obrador hay un tema que se está convirtiendo en una bomba de tiempo y con consecuencias que pueden ser muy serias, el caso del ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el General Salvador Cienfuegos.
Si repasamos brevemente los hechos, Estados Unidos detuvo a Cienfuegos el 15 de octubre del 2020 en el aeropuerto de Los Angeles a petición de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) acusado de tres delitos por producción, distribución e importación de de droga, además un cargo por lavado de dinero de los beneficios del narcotráfico.
Sin embargo, Estados Unidos decide retirar los cargos a Cienfuegos un mes después debido a que la administración de Andrés Manuel López Obrador interviniera bajo el argumento de que Estados Unidos no notificó a México la investigación que seguía al ex titular de Sedena en la administración de Enrique Peña Nieto.
El 18 de noviembre, Cienfuegos volvió a México para ser investigado en el marco de la cooperación entre ambos países en materia de seguridad y hasta se dijo que la entrega del General se debía a que EU pretendía que México entregara a un capo para ser enjuiciado en Estados Unidos (https://www.reuters.com/article/diplomacia-mexico-eeuu-idLTAKBN281015).
Pero sorprendentemente el pasado 14 de enero la Fiscalía General de la República (FGR) decidió no ejercer acción penal en contra Cienfuegos.
“Se llegó a la conclusión de que el general Salvador Cienfuegos Zepeda nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada (el cártel del H2) por las autoridades norteamericanas; y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos”, detalló la FGR en un comunicado.
A partir de ese momento, se desató una vorágine de declaraciones, análisis, voces de condena y demás información que ha puesto al gobierno de López Obrador en el ojo del Huracán.
No tardó mucho en que el gobierno de EU saliera a través de una vocera del Departamento de Justicia de EU a decir que ese país se reservaba su derecho de reiniciar el proceso contra Cienfuegos y como respuesta el Presidente mexicano rebatió que con el caso Cienfuegos se quiso dañar la relación bilateral y que la investigación de la DEA estuvo “consciente o inconscientemente” desaseada.
Pero el asunto no para allí, López Obrador determina difundir al público el expediente enviado por EU a México sobre el caso y, como era de esperarse, el vecino del norte responde diciendo que ello representa una violación a los acuerdos en materia de seguridad… en fin, todos los elementos para una “tormenta perfecta”.
Pero, ¿es el caso Cienfuegos acaso un guiño a la administración entrante de Joe Biden en Estados Unidos?, ¿representan los dichos de López Obrador un duro golpe a la relación de “ensueño” que mantenía con Donald Trump?, ¿la administración de Biden tomará el caso simplemente como un desaseo de sus antecesores y buscarán enderezar el rumbo?, ¿o simplemente replantearán los términos de los acuerdos de colaboración?
Todas ellas son, aún, preguntas sin repuesta, pero en todos los escenarios posibles, México no parece salir muy bien librado, aún se desconoce qué hará la administración de Biden, pero lo que es un hecho, es que México decidió dar un golpe en la mesa para que regresaran a Cienfuegos y terminaron por liberarlo… ¿por qué? ¿Por qué “subirse a un ring” con EU a sabiendas que eso podría tener grandes repercusiones?
¿Cuándo se podrá saber lo que esconde el enigma de Cienfuegos? Ya se verá…
Cristian Ampudia
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Cristian Ampudia
Criterios ESG, más que una tendencia
Conversando
Regularmente conocemos a los criterios Environmental, Social and Governance (ESG) como a la evaluación de las prácticas de una empresa en relación con el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza. Estos criterios se utilizan para medir el impacto que tiene una empresa en estos ámbitos y evaluar si se están llevando a cabo prácticas sostenibles y responsables.
Pues bien, aunque estos criterios ya tienen algunos años, muchas empresas los están haciendo suyos no solamente por la responsabilidad social que ellos conllevan, sino porque ya son un determinante para los inversionistas al momento de la colocación de capital en alguna empresa.
Y es que, por ejemplo, existen inversionistas que aplican criterios de inversión socialmente responsable (ISR), es decir son inversionistas que apuestan por organizaciones que adquieren una mejor reputación de cara a las personas poniendo por delante procesos que buscan un desarrollo sostenible y la protección al medio ambiente.
Y para nadie es un secreto que en México y el mundo las empresas que cumplen mayormente con una responsabilidad social, son justamente las que siguen los criterios ESG, es por ello que son importantes hoy en día hasta para la atracción de capital.
Por si fuera poco, la adopción de prácticas sostenibles y responsables pueden generar beneficios a largo plazo para las empresas, como la mejora de su reputación, la reducción de riesgos legales y regulatorios, la atracción de nuevos talentos y la generación de nuevas oportunidades de negocio.
Ahora bien, no se trata tampoco de dar “pasos de ciego” en el proceso de incorporación de criterios ESG en empresas, existen actualmente diversas opciones de consultoría para poder lograrlo de una manera óptima.
Por ejemplo, André Coutinho, líder de prácticas ESG en la firma Advanced Management Consulting Group (AMCG) recomienda a las empresas reorientar sus propósitos corporativos, pues las ganancias y los resultados financieros no deben estar peleados necesariamente con una mirada más social y sistémica que permita la obtención de dividendos.
Si usted tiene una empresa y aún no incorpora prácticas ESG, lo invito a hacerlo, porque como se puede deducir es muy conveniente por donde se le vea y no sólo se trata de una tendencia, sino ya es toda una necesidad.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Análisis y Opinión
La importancia del litio… y de un plan
Conversando
El litio, del que tanto se ha hablado en los últimos meses, es un metal que cobra mucha importancia a nivel mundial debido a su capacidad para la creación de baterías de iones lo que lo convierte en una de las principales alternativas para dejar atrás los contaminantes combustibles fósiles, de allí que no sólo México sino muchos países en el mundo, vuelvan la mirada hacia este metal.
La transición de autos de combustión a eléctricos es, probablemente, la mayor transformación en la industria automotriz del siglo XXI, por ello aquí cobran relevancia la creación y desarrollo de baterías de iones de litio, ¿se imagina de cuántos miles de millones de pesos de derrama económica estaríamos hablando?
Mientras más se desarrollan las tecnologías, encontramos más y mejores formas de almacenar la energía, por lo que cada vez es menos necesario mantener un combustible quemándose “eternamente” para generarla, lo que sin duda es un gran paso en cuanto al cuidado ambiental se refiere.
Laptops, relojes, celulares, bicicletas y hasta en medicinas también se utiliza este metal ligero, por ello no es fortuito que el Gobierno federal apueste por el denominado Plan Sonora que pudiera ser ese punto de inflexión que incluso, y sin afán de exagerar, pudiera llegar a cambiar la política energética del país y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Y es que los planes de que Sonora se posicione como la punta de lanza de un ambicioso proyecto, no sólo se ciñen al litio, sino a ser un referente de energías limpias en el país para cumplir con el nuevo y ambicioso compromiso del gobierno federal de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 35 por ciento para 2030.
Para muestra está que el mes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la primera etapa de la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, en Sonora, que será una central con capacidad de generación en corriente alterna de hasta 457.211 MW, con una producción anual de energía eléctrica de 1041.74 GWH.
Y es que en resumen el proyecto busca crear parques solares en la frontera de México con Estados Unidos, así como la construcción de redes de transmisión de energía que permitan exportar energía eléctrica a California y otros estados de la Unión Americana, es decir, está pensado como un motor de desarrollo para México.
Pero no sólo eso, el Plan Sonora pretende -además de destacar la actividad minera con énfasis en la producción de litio y generar energía fotovoltaica- la licuefacción de gas para la exportación, la modernización del Puerto Guaymas como infraestructura de soporte para el hub de transporte vía marítima y la construcción de plantas automotrices para vehículos eléctricos.
Como puede verse, Sonora está destinado a convertirse en un motor del país en el que están puestas muchas esperanzas que, hay que decirlo, están acordes a las políticas ambientales a nivel mundial.
Si al Gobierno federal se le ha criticado mucho en el pasado por su resistencia a dejar las fuentes de energía contaminantes, esta vez hay que reconocerle que el proyecto que impulsa en Sonora para meterse entre los países que apuestan por las nuevas tecnologías, es sumamente ambicioso y da muestra del interés que tiene por no quedarse en el pasado.
Es mucho el trabajo que falta, pero las condiciones están dadas, se tiene un plan y ahora toca desarrollarlo. Ya veremos cómo avanza en la ejecución, pero por lo pronto, podemos quedarnos con las buenas nuevas.
Twitter @campudia
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Análisis y Opinión
Nearshoring, una nueva oportunidad
Conversando
Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre las ventajas que supone para México el nearshoring, o hablando en cristiano, el interés de inversionistas de relocalizar sus inversiones de otros países en México, tomando en cuenta las ventajas que ofrece el país por el precio y calidad de su mano de obra, ubicación geográfica, similitudes horarias con Estados Unidos, etc.
Sin embargo, el tema no es nuevo, a lo largo de los años ha habido diferentes coyunturas en las que México ha podido sacar provecho de la llegada de inversiones extranjeras, aunque no siempre se ha sabido sacar provecho de ello.
Y es menester en este momento tocar del tema de la Inversión Extranjera en México en 2022, pues en el primer semestre del año pasado presentó un volumen de 28 mil 700 millones de dólares, pero para el segundo semestre solamente hubo 6 mil 700 millones, ¿acaso es una oportunidad que se está desperdiciando?
No del todo, porque la razón de que no hayan aumentado proporcionalmente los indicadores de IED en 2022, es multifactorial, sin embargo sí hay situaciones que el Gobierno de México debe atender, como lo son los problemas en el ámbito energético, pues es de todos conocido que Tesla tenía ya echado el ojo A Nuevo León para la instalación de una planta de la armadora, pero al parecer la falta de garantías de suministro eléctrico obligó a la empresa a un replanteamiento de dónde construir la planta y hasta el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador candidateó a Hidalgo, gobernado por Morena, para la construcción de la misma.
Otro de los temas que el Gobierno federal debe tener muy presentes debe ser la falta de seguridad, pues ello representa irremediablemente mayores costos para los inversionistas, desde la protección de sus mercancías, hasta el pago de protección para el crimen organizado y como ejemplo están las empresas mineras canadienses en Guerrero que pidieron protección del crimen organizado en esa región, petición que el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador reveló y dijo que su gobierno ya atiende.
La certeza jurídica es también un pilar para la llegada de inversiones en un país, pues sin garantías de que su dinero puede estar seguro, los inversionistas difícilmente voltearán a ver a México. Aquí vale la pena hacer una pausa para reflexionar, por ejemplo, sobre el monopolio de la generación de energía que pretende reponer el gobierno mexicano a la CFE, en detrimento de inversiones privadas, lo que en definitiva no ayuda a captar divisas extranjeras y lo que es peor, pone al país en escenarios internacionales para dirimir diferencias incluso con socios comerciales.
Como se ve, son un cúmulo de condiciones las que se deben cumplir para que los indicadores de IED se incrementen y se aproveche esta coyuntura en que la tensión de las relaciones China-Estados Unidos, las ventajas comerciales que supone el T-MEC con EU y Canadá e instaurar cadenas de suministro rápidas y seguras, entre otros factores, terminen por impulsar la captación de dinero.
Insisto en que esto no ha sido exclusivo de un sexenio o gobernante, en su momento al ex Presidente Felipe Calderón también se le criticó porque el alza de sueldos en China, y por consecuencia de la mano de obra asiática, no se aprovechó en México para la llegada de nuevos inversionistas.
Sin embargo, este trabajo es conjunto y así lo entiende incluso la Iniciativa Privada en México. Como ejemplo está la banca de inversión, como Actinver, que ofrece servicios financieros especializados y enfocados a las necesidades de residentes foráneos en México.
Las condiciones para el nearshoring están dadas, pero ¿podrá este gobierno establecer este cúmulo de garantías y condiciones para cambiar el perfil económico de México? Ya se verá…
Cristian Ampudia @campudia
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Cristian Ampudia
“Ya chole” con los otros datos…
Conversando
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) dio a conocer el fin de semana el Informe General de la Cuenta Pública 2019, el cual audita el primer año de la actual administración y en donde se encontraron irregularidades por 67 mil 498 millones de pesos.
Los señalamientos fueron en todos sentidos: desde la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que costará, al menos, 331,996.5 millones de pesos (más del triple de los 100,000 millones de pesos estimados por el actual Gobierno Federal), pasando por la reticencia de la Secretaría de la Función Pública (SFP) al proceso de fiscalización, hasta la evidente corrupción que existe en uno de los programas estrella del Gobierno federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
Pero como era de esperarse, desde Palacio Nacional el Presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó el trabajo de la ASF con un simple “Yo tengo otros datos”. Es decir que no importa lo que diga el órgano fiscalizador, el discurso no cambió un ápice: “Ya se acabó eso de robar”, “no somos iguales”, “están enojados nuestros adversarios”, “ya no es como antes”…
Es así que López Obrador simplemente prometió dar sus datos y después volvió a lo que es su costumbre, el ataque a adversarios y medios de comunicación.
“Exageran y no solo eso, están mal sus datos, yo tengo otros datos y se va a informar aquí y ojalá lo hagan ellos los de la Auditoría Superior de la Federación porque le están dando mala información a nuestros adversarios, y yo creo que no deben de prestarse a esas campañas”, fue la respuesta para después arremeter contra un articulista.
Sin embargo, como parte del proceso de la auditoría, ahora tocará al Gobierno federal responder a las irregularidades señaladas, aunque no dejan de ser descorcentantes las formas que adopta la 4T para evadir responsabilidades, pues a la respuesta del Presidente, se suma el reporte de la ASF que explica cómo en la SFP experimentó resistencias al proceso de fiscalización, al no permitir el acceso al equipo auditor a las instalaciones y archivos de la Secretaría, además de que sus servidores públicos se negaron a comparecer ante el órgano fiscalizador.
Más de uno levantó las cejas al leer el documento de la ASF que también señala, entre muchas otras irregularidades, que la dependencia ocultó información sobre el estado patrimonial de un líder sindical, además de indicar que hay discrecionalidad en las investigación que realiza la SFP.
Y qué decir del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” en el que la Auditoría detectó que hubo otorgamiento de becas a “Servidores de la Nación”, centros de trabajo “fantasma” y bases de datos poco confiables en las que figuran hasta nombres de personas muertas que “recibían” dinero proveniente del erario público.
Sin duda que hay mucho que aclarar y debe hacerse en los términos de la ley, y dicho sea de paso, salen sobrando las explicaciones desde Palacio Nacional, que no precisan nada, pero sí atacan mucho… ¿No que no eran iguales a sus antecesores?
Cristian Ampudia
@campudia
emc
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