Ciudad de México.— Los Obispos de México destacaron que la educación es fundamental y decisiva para el país; es también un punto de partida y de llegada, para consolidar un desarrollo humano, integral, fraterno y sustentable.

En ese sentido, los Obispos hicieron un llamado a todas las instancias gubernamentales, educativas y sociales a trabajar de manera conjunta para garantizar el acceso a una educación equitativa, con el fin de construir un futuro próspero y justo para México.

Ante ello, propusieron puntos clave a considerar para el desarrollo integral de la sociedad.

Educación Integral:

Los Obispos subrayan que la educación debe ser una tarea compartida por toda la sociedad. Se enfatiza el papel central de los padres y madres de familia, así como el papel complementario de las instituciones educativas. Se destaca la importancia de una educación que forme integralmente a la persona, abarcando tanto aspectos físicos como espirituales, individuales y sociales. Además, se hace hincapié en la importancia de fomentar valores auténticos y el servicio como parte esencial de la formación.

Educación para Todos:

Los Obispos expresan su preocupación por la exclusión de más de un millón de personas del Sistema Educativo Nacional, ya sea por las consecuencias de la pandemia de COVID-19 o por otras circunstancias como la inseguridad, la migración o la pobreza. Se hace un llamado a destinar los mayores y mejores recursos en favor de la educación de todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país.

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Educación de Calidad:

Se resalta la necesidad de una política pública clara y una verdadera democracia participativa en el ámbito educativo. Se hace hincapié en la importancia de una evaluación educativa continua y en el fortalecimiento del Sistema Nacional de Educación, con la generación de un sistema de información básico que permita una gestión integral y proyectada hacia el futuro.

Educación Verdaderamente Humana:

Los Obispos advierten sobre la presencia de signos de la “Cultura de la Muerte” en la sociedad, que se reflejan en formas de vida carentes de sentido y valores. Se destaca la importancia de una educación que promueva lo verdaderamente humano, fomentando valores como el esfuerzo, la entrega, el amor y el cuidado del ambiente natural.

Con estas propuestas, los Obispos de México buscan contribuir al fortalecimiento del sistema educativo y al desarrollo integral de la sociedad, reafirmando el papel crucial que desempeña la educación en la construcción de un futuro mejor para todos.

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En la actualidad, los avances sociales y culturales están transformando las comunidades, y en una época marcada por la inteligencia artificial, el acceso constante a internet y el uso de smartphones, los maestros enfrentan el reto de acercarse mejor a los estudiantes e incentivarlos para que alcancen niveles de educación superior. Así lo considera Angélica Chávez Tovar, coordinadora del Centro Tecnológico para la Educación a Distancia de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán.

Chávez Tovar detalló cómo el desarrollo tecnológico ha generado cambios drásticos en la docencia. La enseñanza ha pasado de utilizar instrumentos tradicionales, como el pizarrón y las referencias bibliográficas, a la necesidad de emplear nuevas herramientas digitales que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje.

“La tecnología ha transformado nuestras vidas, y los alumnos tienen necesidades diferentes y sus objetivos han cambiado. Nosotros, como profesores, debemos seguir estimulándolos para que alcancen una profesión, aunque a nivel mundial se ha observado un cambio en la cultura juvenil. Muchos jóvenes ya no buscan cursar estudios superiores, sino obtener ganancias inmediatas y divertirse”, señaló Chávez Tovar.

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La también integrante del Programa de Pedagogía de la FES Acatlán, explicó que la tecnología aplicada a la educación es diferente de la cotidiana, lo que ha generado una brecha entre los profesores y los estudiantes. Los docentes deben repensar cómo atraer nuevamente el interés de los jóvenes hacia los diferentes campos disciplinarios.

“Los estudiantes pueden tener un mayor conocimiento en algunas áreas gracias a su excelente manejo de la tecnología y el acceso a la información en internet. Por ello, los profesores deben cuestionarse constantemente cómo utilizar esta circunstancia para aplicarla en la educación”, indicó.

Chávez Tovar agregó que en este proceso, los maestros no deben olvidar que su labor es desarrollar las habilidades de los alumnos mediante el pensamiento crítico y creativo. Para lograrlo, es esencial conocer mejor a los estudiantes y perder el miedo al uso de las nuevas tecnologías.

Antes de la pandemia, muchos académicos ya estaban al tanto de la existencia de redes sociales y herramientas para la aplicación de exámenes o la interacción mediante votaciones, pero la crisis sanitaria aceleró la adopción de estas tecnologías en la enseñanza, resaltó Chávez Tovar.

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Ciudad de México.— El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí Vanegas, expresó que la institución cree firmemente en el potencial irremplazable de la educación pública y autónoma como una herramienta clave para comprender y transformar el mundo.

Lomelí Vanegas destacó el papel crucial de las maestras y maestros en este proceso de cambio. “Reconocemos que el motor de transformación social que es nuestra casa de estudios funciona gracias a su inagotable entrega. Dedican gran parte de su tiempo, creatividad y energía para asegurar la formación integral de ciudadanas y ciudadanos, guiar talentos y vocaciones, inculcar valores y alentar nuevos proyectos de vida y sueños”, afirmó.

El rector subrayó que la labor de los docentes va mucho más allá de transmitir conocimientos, implica inculcar valores y ética profesional, fomentar el pensamiento crítico, despertar la creatividad y dotarla con las mejores habilidades para enfrentar los desafíos actuales, que no son pocos.

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Lomelí Vanegas también enfatizó la necesidad de construir puentes en lugar de ahondar las diferencias. “Hoy más que nunca necesitamos construir puentes y no ahondar las diferencias, y en eso los universitarios siempre nos hemos destacado por poder encontrar soluciones a los problemas de México y el mundo”, reiteró.

Además, el rector resaltó la importancia de la diversidad, la pluralidad, el respeto y la tolerancia como principios fundamentales para la convivencia universitaria.

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Ciudad de México.— La consideración de las niñas y niños como sujetos de derechos y actores sociales es una visión relativamente reciente, señaló Gabriela Ruíz Serrano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

Históricamente, dijo, la infancia ha sido vista simplemente como “personas menores” en espera de alcanzar la vida adulta.

En ese sentido, Ruíz Serrano subrayó la importancia de reconocer a la niñez como parte integral del presente, no solo como el futuro.

“Se debe garantizar la satisfacción de sus necesidades básicas. La niñez es una multiplicidad de factores históricos, políticos, económicos y sociales. Ellas y ellos son una responsabilidad social”, afirmó la investigadora, quien también forma parte del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores.

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En México, de los casi 40 millones de niñas, niños y adolescentes, 20 millones viven en condiciones de pobreza. Pese a la existencia de instrumentos jurídicos como la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Convención sobre los Derechos del Niño, estos enfrentan desafíos significativos en la implementación efectiva debido a las adversas condiciones de vida.

La académica destacó que el adultocentrismo aún prevalece, ejerciendo violencia estructural sobre los menores. Esta perspectiva los ve como incapaces, se apropia de su fuerza de trabajo y los considera principalmente como consumidores y objetos de consumo.

Ruíz Serrano explicó que, históricamente, la visión occidental ha percibido a los niños como seres inferiores y propiedad de los adultos. En contraste, las culturas mesoamericanas, como la mexica, los consideraban un regalo de los dioses, equivalentes a los objetos más valiosos y mediadores entre hombres y deidades.

Por su parte, Janeth Rojas Contreras, profesora-investigadora del Centro de Estudios en Turismo, Medio Ambiente y Sustentabilidad de El Colegio de Tlaxcala, aportó datos relevantes sobre la situación laboral infantil en su región.

En estudios realizados, se ha observado que los menores son integrados en procesos productivos como parte de su preparación para la vida adulta.

“Desde pequeños, empiezan a tener ingresos y pueden llegar a ser líderes de talleres textiles. Los niños son mano de obra de apoyo a las familias, pero su incorporación al ámbito laboral también es parte de su entrenamiento como sujetos”, explicó Rojas Contreras.

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