Connect with us
Andrés y la soberbia Andrés y la soberbia

Opinión

Andrés y la soberbia

Publicada

on

Los estudiosos dicen que la soberbia reside en considerarse con más méritos de los que uno tiene, es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es una falta de humildad y por lo tanto de lucidez. Es una pasión desenfrenada sobre sí mismo.

Sus características más notorias son: prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un entusiasmo que es idolatría personal. El soberbio es un mentiroso.

Los soberbios se destacan por creer que siempre tienen la razón, necesitan sentirse halagados, están muy al pendiente de lo que los demás opinan de él, se enfadan fácilmente ante alguien que les lleva la contra, tratan de llamar la atención para ser siempre el centro de atención, ven a los demás como cosas y las utilizan para aumentar su ego y humillan a los demás.

Y como siempre que se expone algo hay que poner ejemplos, no queda más que proponer a un personaje público que todos los mexicanos conocen, ya que si decimos la mayoría en vez de todos podríamos ser objeto de su ira, y este personaje no es ni más ni menos que “Mi Viejito Lindo”.

Si lo analizamos, veremos que cumple cabalmente con los requisitos, no ha reconocido ningún error, todo es perfecto en su 4T, siempre está a la espera de que alguno de sus subalternos haga algo que lo alague, ya sea entregándole un cheque producto de una negociación que no ha quedado clara, o entregándole un libro con la garantía de que será el libro que engrandezca su 4T y por ende a él, aunque a la fecha no sabemos a ciencia cierta si la 4T es buena o mala.

Apenas alguien dice algo de él, en el siguiente “Show Mañanero” sale a colación, si no, pregúntele al diario El País que le dedicó una editorial y ni tardo ni perezoso al día siguiente se fue contra ellos.

Del enojo fácil, no queda más que ver cómo arremete contra todo aquel que no ve su magnificencia, ya tenemos al villano eterno Felipe “El Borolas” Calderón y cuando no es él, es el neoliberalismo.

En su gobierno nadie le hace sombra, únicamente él brilla, cuando lleva a alguno de sus subalternos al “Show Mañanero” sólo lo hace para exhibirlos por algún error y a dar la cara por él ante el pueblo bueno, o como decíamos para elogiarlo e inflarle el ego, el cual ya debe estar a punto de reventar de lo inflado que se encuentra.

Y qué ha sido de los que lo han ayudado a llegar, donde están: Nico, Ponce, Bejarano, Imaz y demás gente de su equipo cuando gobernó en la CDMX, están todos desinflados, en algún puesto menor u olvidados, a ellos sí que “no les hizo justicia la revolución”, como dirían los priistas, bueno, ya hasta a Tatis Clouthier y Citlalli “La Yeidkol” Ibáñez las tiene abandonadas, ni un lazo les echa. Ya cumplieron su objetivo y ahora a la heladera.

No se cansa de humillar a sus oponentes, los insulta y descalifica, basta ser periodista de algún medio F1F1 y ya es automáticamente un neoliberal, explotador del pueblo bueno, ratero y demás calificativos que aplica a todos los que no ven su magnificencia.

“Mi Viejito Lindo” siempre gana, dejó de hacer un aeropuerto porque había corrupción y como no pudo demostrarlo salió al quite diciendo que estaba muy caro, aunque ya por ahí empiezan a circular publicaciones que dicen que va a salir más caro Santa Lucia que el NAIM, pero él no se equivoca.

Del avión ni que decir, salió a la venta tal como lo prometió, y como no pudo por no haber hecho la tarea de ver si esto era posible, estudiando los documentos de compra, como opera el mercado de aviones usado y demás pequeñeces ya que en su grandeza el lo sabe todo y siempre tiene la razón, lo saco a la rifa que no resulto rifa, pero de su error no dice nada.

Lanzó un concurso para la refinería de Dos Bocas, invitó sólo a los mejores a nivel mundial y cuando ninguno le entró, ya sea porque el dinero no alcanzaba o no se podía hacer en el tiempo que decía, en vez de recapitular y hacer caso a los expertos y modificar alguno de estos términos, en su sabiduría multicultural decidió que la construyera PEMEX, que ellos si podían en tiempo y costo. Habrá que esperar a ver si lo logra, un servidor dice que no, pero ¿usted qué opina?

Ya dijo a los cuatro vientos y no se cansa de repetir: “ya no hay desabasto de medicina para los niños con cáncer”, pero en los noticieros vemos todos los días entrevistas con padres de familia que dicen lo contrario.

En la última reunión de un grupo de padres de familia con el gobierno, se les aseguró que había suficiencia de medicinas, sólo estaba la COFEPRIS haciendo las pruebas necesarias para liberar el cargamento y en cuanto pidieron ver los camiones con los medicamentos el gobierno se negó rotundamente, ¿será porque no existen?

Su soberbia lo llevó a decir que era más importante la rifa no rifa del avión que los feminicidios, lo cual con justa razón generó gran irritación en los grupos feministas.

Y sigue sin reaccionar, ante la creciente irritación causada por sus comentarios, no ha hecho más que hundirse cada vez más, ya andaba desvariando y atacando a quienes lo criticaron por no saber conjugar los verbos en español, con tal de no responder una pregunta clara y precisa: ¿Qué están haciendo en contra de los feminicidios?

Y no le quedó más que con cara sumamente molesta y en tono alto y autoritario dictar su decálogo sobre el feminicidio. Un decálogo totalmente desarticulado, reiterativo y sin acciones, como si estuviera en campaña pura promesa, nada de acciones.

Sería más fácil que “Mi Viejito Lindo” reconociera sus errores y se pusiera a trabajar en solucionar los problemas que nos aquejan y que son muchos, bien podría dejar las mañaneras y esas dos horas que pierde al día en “tonterías” las use en bien de México.

domingo.dias@yahoo.com.mx
Twitter: @domingodias7
www.domingodias.com

• “Un año más para que esto cambie por completo”, AMLO 1/11/19. Que emoción en tan solo 253 días México será otro.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

ebv



Dejanos un comentario:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Felipe Monroy

Caso Rangel: Comunicar mal es instrumentalizar

Publicada

on

Existen acontecimientos que destripan la hipocresía social y nos enfrentan brutalmente a las mezquindades que hemos normalizado. El extraño caso que envuelve al obispo emérito Salvador Rangel Mendoza se ha convertido en una prosa contaminada de incertidumbres para la cual, la verdad no habrá de satisfacer las expectativas de nadie. Es decir, hasta ahora, a pesar de los abundantes contenidos mediáticos vertidos en esta semana, en realidad se sabe bien poco y, para desgracia nuestra, es probable que más información no signifique una mayor satisfacción respecto a la claridad de los eventos.

Hasta el momento, hay tres historias –dos conocidas y una por conocer– que aunque parten de los mismos eventos no convergen en intenciones. La primera historia corresponde a la expresada por las instituciones eclesiásticas; la segunda historia refleja la vertida por las autoridades civiles; y la tercera, que saldrá de la viva voz del propio obispo, pero que no resolverá el entuerto en el que nos encontramos; por el contrario, evidenciará con más crudeza las profundas oquedades de cómo se pervierte la realidad en función de intereses inconfesables.

La historia relatada en nombre de la Iglesia católica por el secretario general del episcopado mexicano y, casualmente, obispo titular en la entidad donde todos los extraños eventos habrían ocurrido entre el 27 y el 29 de abril pasado, comienza con la noticia de la desaparición del obispo emérito. La primera comunicación oficial notifica el desconocimiento del paradero de Rangel pero afirma dos cosas singulares en ese momento: se asegura que el obispo fue secuestrado y se urge a todas las autoridades civiles (municipales, estatales y federales) que intervengan y actúen para recuperarlo. En esta comunicación, el Episcopado adelanta sin recelo que cualquier cosa que hubiera sucedido sería consecuencia de la violencia y la inseguridad no sólo a nivel local sino como efecto de lo que ha venido denunciando: el fracaso de la estrategia federal de seguridad. Por supuesto, eso fue aprovechado velozmente por intereses políticos que utilizan cualquier incertidumbre para movilizar sus huestes. Es decir, se instrumentalizó políticamente dicha incertidumbre.

En esta primera historia, el Episcopado habla de forma enérgica en contra de las autoridades pero respetuosa hacia los presuntos secuestradores. Actitudes que se revirtieron muy rápido debido al hallazgo del obispo y debido a la historia que las autoridades civiles han divulgado errática y quizá hasta ilícitamente.

La historia relatada por las autoridades ha sido deficiente, extraña y fragmentaria pero no por ello menos estruendosa. Hay que poner en antecedente que la compleja relación entre el gobierno de Morelos y la Fiscalía Estatal no abona a comprender los intereses detrás de la información que se ha filtrado o se ha vertido de forma casi insustancial a la prensa. En esta segunda historia, el obispo es encontrado en calidad de desconocido en un hospital público de Cuernavaca, lo visita el controversial fiscal Uriel Carmona y comienzan a filtrarse a la prensa datos sobre el hallazgo e ingreso hospitalario del obispo: adelantos de estudios toxicológicos, versiones irrastreables de camilleros, datos de ambulancias y un sinfín de indicios sobre presencia de drogas, profilácticos y demás parafernalia erótica en la escena del hallazgo.

La historia de las autoridades, sin embargo, cobró una vertiente sumamente delicada cuando el Comisionado Estatal de Seguridad de Morelos, José Ortiz Guarneros, deslizó una declaración ante los medios sobre cómo el obispo habría ingresado por su propia voluntad a un motel en compañía de otro hombre. En el contexto de las filtraciones y las suposiciones, claramente las declaraciones tuvieron una intención moralizante. Esa declaración podría tener consecuencias judiciales, no sólo porque compromete la investigación de la desaparición, sino por la violación de la intimidad personal, el aprovechamiento de secreto y el posible daño moral caudado a la persona del obispo. No se puede ser más enfático: la declaración del comisionado no respondió a principios republicanos ni laicos, sino al descrédito de terceros por vía de un juicio moralizante.

Fue en ese punto y aún sin tener certeza de los acontecimientos, cuando el Episcopado mexicano nuevamente divulgó un comunicado en el que –a diferencia del anterior– ahora mostraba confianza en las instituciones y pidió a las autoridades civiles realizar todas las investigaciones. Sin embargo, en dicho texto se omite asumir la responsabilidad que las propias instituciones eclesiásticas tienen respecto a lo que realmente les corresponde averiguar y atender: el fuero moral del obispo.Y es que una de las principales críticas a la jerarquía católica por parte de la sociedad y los feligreses ha sido la actitud con la que se enfrentan a las responsabilidades morales de los clérigos: si se ha demostrado que el encubrimiento ha sido una práctica sistemática entre las posiciones de la alta clerecía, la confianza sólo se encontrará cuando se haga sistémica la investigación transversal, transparente y responsable. Es decir, independientemente de lo que resulte del caso en el ámbito civil, la Iglesia católica no puede sustraerse de su responsabilidad de investigación, análisis, discernimiento y sanción canónica, si llegara el caso.

Finalmente, el obispo secretario de la CEM, Ramón Castro, ha publicado un videomensaje en el que tiene toda la razón: el caso del obispo Rangel se ha contaminado de instrumentación política y que, en consecuencia, no pocas narrativas político-moralizantes han permeado a todas las redes sociales a través de agentes polarizadores extremistas. Hay que aclarar que tanto los actos improvisados de comunicación del Episcopado como de las autoridades de seguridad de Morelos han sido justo los detonantes que han inflamado dicha instrumentación política.

Lo advirtió el papa Francisco de esta manera: “Existe el riesgo de que la autoridad se ejerza como un privilegio, para quienes la detentan o para quienes la apoyan; y por tanto también como una forma de complicidad entre las partes, para que cada uno haga lo que quiera, favoreciendo así, paradójicamente, una especie de de anarquía, que tanto daño causa a la comunidad”. Que la autoridad eclesiástica ‘politice’ la realidad, mientras la autoridad republicana la ‘moralice’ es una prueba clara de lo mucho que aún falta para modernizar, armonizar y actualizar las relaciones entre el Estado mexicano y las instituciones religiosas.

*Director VCNoticias.com @monroyfelipe

Seguir leyendo

Columna Invitada

¿De dónde…?

Publicada

on

Por Antonio Maza Pereda

Si quiere usted un rápido resumen del segundo debate presidencial, para las próximas elecciones mexicanas, se puede sintetizar en dos grandes rubros: abundancia de ataques personales y una feria de ofrecimientos, mayormente enfocados a apoyos sociales, aunque no exclusivamente.

Nada nuevo en el frente de los ataques. Nuestros políticos manejan un dogma laico: “Si yo demuestro que tú estás mal, quiere decir que yo estoy bien”, nos dicen. Y, por asociación, “si quien te apoya estuvo mal hace años, quiere decir que tú estás mal”, agregan.

El tema de las múltiples falacias que usan en estos y otros debates, ya ha sido muy tratado en otras ocasiones. En cambio, el de los ofrecimientos que, por cierto, no fueron muy novedosos, casi no se cuestionan. Y valdría la pena hacerlo. Hay poca variedad en estos. Todos los contendientes ofrecieron beneficios similares. La diferencia estuvo en la prioridad que, a cada oferta, le asignó cada contrincante, generalmente por aspectos ideológicos. La candidata de la izquierda, como era de esperarse, considera necesario poner todo en manos del gobierno o casi. Mientras que la opositora, que difícilmente es de derecha, sí ve la necesidad de descentralizar el poder y dar más participación a la sociedad civil y a la iniciativa privada. El candidato también ve un fuerte papel para el gobierno y casi no elabora sobre el tema de la participación privada y ciudadana en sus propuestas.

Lo que no se respondió es la pregunta que el ciudadano, y en particular el contribuyente, tiene en mente: “¿De dónde…?”. Todos estos ofrecimientos tienen un costo. ¿Cómo se van a pagar? Entiendo que los políticos no quieran contestar estas preguntas. Responderlas tiene algo de tóxico. Si nos dicen que lo pagaremos los contribuyentes, a nadie le va a gustar. Y en este debate, solo el candidato mencionó como de pasada la necesidad de una reforma fiscal. Solo una vez y solo dedicando al asunto un par de segundos.

Tristemente, nada es gratis. ¿Queremos paz? Habrá que gastar en equipamiento, capacitación, comunicaciones, planeación y muchas cosas más. ¿Queremos mejor educación? Habrá que gastar en capacitación, dignificación de las instalaciones, mejor remuneración de los profesores para que no estén en el pluriempleo, y más. ¿Queremos más y mejor calidad de agua? Habrá que gastar en tecnología, recuperación de agua, potabilización, nuevas presas y más. Y la lista sigue y sigue. La gran pregunta es: ¿de dónde? Todas estas ofertas de apoyos sociales, ¿cuánto nos van a costar? ¿De dónde van a salir los recursos? Aun en los sistemas más primitivos de administración, ningún plan está completo si no se consideran los recursos y cuál será su origen.

La réplica facilona y que la mayor parte de los políticos y muchos en la Sociedad dan por respuesta es: “que lo pague el gobierno”. Y aquí se está haciendo la suposición de que el gobierno tiene recursos inagotables. No se dan cuenta de que todo el dinero que tiene el gobierno es porque lo extrajo de los sufridos contribuyentes. No hay de otra. Sí, puede haber ahorros, puede ser que se logre reducir o eliminar la corrupción. Pero eso claramente no basta, como ha demostrado el gobierno actual, que ha necesitado endeudar al país a un nivel nunca antes alcanzado.

El tema que ha estado en la agenda pública en las últimas semanas, muy a disgusto de nuestro actual gobierno, es el asunto de la incautación de los fondos de las AFORES no retirados por los mayores de 70 o 75 años. Este asunto se justifica diciendo que con ello se podrán tener más recursos para las pensiones. Pero hay algo que no está considerado. En 25 años de existencia de las AFORES, se ha acumulado una cantidad de varios miles de millones de pesos que no han sido reclamados por sus dueños. Pero esos son ingresos que ocurren una sola vez. Si la totalidad es gastada en este año, el año próximo solamente habrá una proporción, creemos, del 4% anual de lo disponible en 2024. Esto, suponiendo que los jubilados dejen su dinero sin recoger. Lo que sería muy raro: con todo el escándalo en torno a esto, la mayoría de la gente ya está enterada y seguramente estarán acelerando los trámites para cobrar el dinero que tienen en las AFORES.

Se podrá recuperar una cantidad importante de lo desviado por la corrupción, en 30 años o más. Pero una vez que se ha logrado recuperarlo, cada año la cantidad que se puede obtener es menor. Mucho menor. Eso, suponiendo que fallen los programas contra la corrupción; si de veras son exitosos, cada año habrá menos por recuperar. Y hay muchos ejemplos más.

No se pueden pagar apoyos permanentes, con ingresos que no se repiten de la misma manera año con año. Y eso nos deja dos soluciones. A corto plazo, una reforma fiscal que aumente las recaudaciones. En los países que nos ponen como modelo de servicios sociales, los países nórdicos, por ejemplo, los impuestos llegan a ser superiores al 50% de los ingresos. Por supuesto, ningún candidato va a proponer tal cosa. Otra solución es un esfuerzo enorme para mejorar la economía del país. Algo que es la solución de fondo, pero de largo plazo.

A nosotros, los ciudadanos sin partido, nos toca exigir cuentas claras de cuáles son los costos de todos esos ofrecimientos y de qué manera se va a obtener el dinero para poder pagarlos. Ciertamente, necesitamos un gran debate público, qué habrá que iniciar antes de las elecciones, pero claramente tendrá que continuar por un largo tiempo. Será necesario que los ciudadanos nos acostumbremos a vigilar el desempeño de los gobiernos que elegimos y exigirles un mínimo de sentido común en temas tan importantes como el gasto público. Una gran tarea.

No podemos permitir que las imágenes desarrolladas por los expertos en mercadotecnia política nos hagan pensar que todo saldrá bien, que nuestros candidatos siempre cumplirán con lo ofrecido y tendrán un gasto público responsable. Si pensábamos que la participación ciudadana terminaba con las elecciones, la noticia es que todavía hará falta mucha intervención del electorado.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

Seguir leyendo

Columna Invitada

Origen de la autoridad política

Publicada

on

Por Antonio Maza Pereda

La legitimidad de la autoridad política procede de su origen y la manera como se mantiene fiel al modo como se generó. Esta autoridad procede de la Sociedad, que es la titular de su soberanía. La cual se transfiere a sus representantes de diferentes maneras: en la antigüedad, a las familias reales y ahora, en la mayor parte de los países, a través de mecanismos democráticos. Aunque todavía sigue siendo muy válido que en algunas Sociedades esa soberanía se transfiere a través de sistemas de usos y costumbres.

Pero al transferir esa soberanía a sus representantes, la Sociedad conserva el control de las acciones de los gobernantes y también tiene el derecho de sustituirlos, en el caso de que no cumplan con lo que se les ha encomendado. En otras palabras: la Sociedad tiene la facultad de pedir cuentas a los gobernantes que ha nombrado y exigirles el cumplimiento de sus obligaciones.

La democracia proporciona procedimientos y modos de control, a través del voto directo, libre y secreto. También controla mediante el concepto de la división de poderes y la creación de balances y contrapesos. Es un mecanismo bastante adecuado, pero que claramente está sujeto a una mejora continua.

¿Se está cumpliendo esto nuestra Sociedad? ¿Nuestros representantes tienen claro que tenemos el derecho de exigirles cuentas y que no pueden pasar por encima de mecanismos de control, adicionales a las elecciones? ¿Se sujetan al control de la Sociedad? Cuando usted, ciudadano, toma su decisión de votar, ¿toma en cuenta si los candidatos tienen claro que no tienen un poder absoluto y que están sujetos al derecho de sustituirlos, si no cumplen lo que la Sociedad les ha encomendado? ¿Están sujetos a la división de poderes, o buscan centralizar todas las decisiones?

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

Seguir leyendo

Felipe Monroy

Itinerario 2024: Agresividad estéril

Publicada

on

El segundo debate de los candidatos a la presidencia de la República pudo haber sido valioso y provechoso, pero la táctica de agresividad orientada a satisfacer e incendiar huestes en lugar de explicar intenciones y animar esperanzas, convirtió la política en un yermo. A excepción del candidato Jorge Álvarez Maynez, quien cerró su participación de forma auténticamente propositiva, el pobre espectáculo ofrecido por las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, ha sido quizá uno de los peores momentos del debate político en México.

Literalmente, la agresividad y hasta la violencia simbólica promovida por la candidata del PRI-PAN-PRD enmudeció el foro. Los epítetos usados por Gálvez no solo incomodaron a su adversaria sino que rompieron el ánimo de los presentes; la hidalguense logró descolocar a la candidata morenista y ésta también cayó en el abismo de las diatribas. El momento más bajo se produjo cuando Xóchitl llamó ‘mentirosa serial’ a Claudia mientras mostraba una caricatura de su contrincante con una nariz alargada; en respuesta, Sheinbaum llamó por primera vez ‘corrupta’ a Gálvez; y finalmente, ya envalentonada en la ofensa, la candidata Gálvez comenzó a llamar a la exjefa de gobierno “narco-candidata”.

Es comprensible que la representante de los partidos de oposición utilice la invectiva para describir y calificar a la representante de la continuidad política; pero ha sido sintomático que, en el punto crítico de los debates, Gálvez recurra a la agresividad extrapolítica y a ocurrencias que no son agudas sino ofensivas. En el primer debate habló de la personalidad de Sheinbaum; y en este segundo, sugirió un perfil caricaturizado de su adversaria mientras subía al debate político un insulto proveniente del mundo del troll. Es claro que sugerir la vinculación del narcotráfico con una persona en redes sociales es muy distinto a asegurarlo en un debate oficial electoral. Veremos los efectos de esto más adelante.

Claudia Sheinbaum, por su parte, no estuvo mejor. Las propuestas futuras no encontraron lugar entre tanta justificación de la administración federal que agoniza; los datos y cifras jamás fueron ejemplificados con la vida cotidiana del elector promedio. En algún punto parecía que no había nada por hacer en la próxima presidencia; mucho de su discurso estaba construido en un ‘nosotros’ impersonal que en el fondo promovía ‘un modelo’ pero no ‘un liderazgo’. Su propia persona, su capacidad diferenciada incluso dentro del propio ‘modelo’ (o el movimiento político) se redujo a una circunstancia casi anecdótica. La candidatura del partido en el gobierno claramente no puede apostar por la autocrítica, pero la acumulación de presuntos éxitos abonó negativamente para compartir un valor inexcusable de toda campaña: una visión, un panorama venidero.

Es por eso que ambas perdieron este segundo debate. Una, perdida en insultos; y la otra, defendiendo espejismos. Ambas llenando minutos de discurso vano, insustancial, pueril y superficial. Este es el verdadero problema de las tácticas de agresividad, su esterilidad. Porque, tanto para acusar como para exculpar al omnipresente personaje político de las últimas dos décadas, ambas candidatas olvidaron dibujar un horizonte, una perspectiva para el electorado.

En ese sentido, toma aún más relevancia el mensaje final de Álvarez Maynez: la visión de un país que, aunque suene utópico, ayuda a imaginar caminos que se necesitan andar, acuerdos que se deben negociar y planes que se requieren ejecutar. De manera aislada, las intervenciones del candidato emecista no solo fueron empáticas con sectores vulnerables, sus propuestas sonaron lógicas y, sobre todo, anhelables. Y respecto a la interacción con sus contrincantes, sus críticas fueron duras pero siempre bajo el marco de lo político; la defensa de los gobiernos de su partido fue comprensible sin desorbitar logros. Finalmente, Jorge también logró remontar ese quiebre incómodo producido por los ataques de las candidatas y no solo explicó a la audiencia lo que estaba sucediendo en el foro, sino que explicó al foro que el debate debía continuar. Los moderadores tuvieron un escenario difícil; Alejandro Cacho, por ejemplo, repitió en tres ocasiones si alguien quería hacer uso de la voz porque cundía un silencio incómodo.

En conclusión, el antagonismo no es falta de diálogo; pero la agresividad sí es un catalizador del silencio. El juego de la rivalidad entre contrincantes es parte de la dinámica democrática; pero si los adversarios solo miran el conflicto sin compartir con otros la esperanza de un horizonte, aunque ganen, no sabrán qué hacer con el triunfo.

*Director VCNoticias.com @monroyfelipe

Seguir leyendo

Te Recomendamos