“El objetivo es que las autoridades rindan cuentas sobre el uso y destino de los recursos públicos”, externó.
La propuesta sólo fue hecha para las familias con menores, mientras que el resto del grupo continúo caminando.
Esta es una de las reuniones más importantes que llevan a cabo los obispos y más en estos momentos donde se vive violencia en todas partes.
Les brindaron atención, alimento y bebida; las personas migrantes fueron puestas a disposición del INM para determinar su procedencia.
Esta tradición, que se remonta a 1532, cuando Azcapotzalco fue el primer pueblo en peregrinar hacia el Cerro del Tepeyac.