Es de resaltar que entre los religiosos no se encuentra el obispo Rolando Álvarez, que se niega a abandonar el país.
Para atender cualquier emergencia, pusieron a disposición de los visitantes, cinco ambulancias de atención prehospitalaria.
Es indignante y erróneo que Colorado prive a estas mujeres de su capacidad de elegir la vida, y que prohíba a clínicas religiosas atenderlas.
La catrina deberá de conservar los elementos esenciales que identifican como uno patrimonio cultural de nuestro país.
Los padres de familia reiteran que es un esfuerzo del Colectivo por la Educación y la Infancia formado por más de 70 organizaciones.