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AMLO, López Obrador, 2018, México AMLO, López Obrador, 2018, México

Opinión

Los mandamientos de Morena

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Cuenta la leyenda que por allá del 31 de enero de 2018, en un mitin en el Club Casino Bellavista en La Paz, Baja California Sur, apareció en publico el redentor de México y líder de Morena y comunicó la trilogía que había recibido y la cual prometió cumplir: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. 

Andrés Manuel debe de saber perfectamente lo que este México necesita, estuvo 18 largos años de campaña, dice haber recorrido más de 4 mil 500 municipios (según él) de los 2 mil 473 (según INEGI) que tiene nuestro país y asevera que nadie los conoce como él. En este recorrido conoció a fondo las necesidades de nuestro país y encontró cuales eran los mas arraigados deseos del pueblo sabio, y esto aunado a su profundo conocimiento del sector publico sirvió para que formulara sus promesas de campaña. 

Algunas de estas son más de forma que de fondo, ya que realmente en que nos afecta donde viva el señor presidente da igual si vive en Los Pinos o en Palacio Nacional, los gastos son los mismos, solo tendremos un museo mas que visitar, y así pasa con el avión, la desaparición de EMP y otras más, pero había que hacerlas ya que eran reclamos del pueblo sabio. 

Otra promesa que realizó, ya que el pueblo la exigía ahora más que nunca ante la gran corrupción en el sexenio de Peña, fue combatir esta, acabar con la Mafia del Poder y todos sus negocios truculentos, llámese NAIM, Estafa Maestra, Jabidú entre algunas, afirmando que durante su mandato todo seria tan transparente como el aire, esperemos no se esté refiriendo al de la CDMX que cada día está más opaco. Dejo en claro que la corrupción se combate barriendo de arriba para abajo y que de igual manera su ejemplo permearía hacia abajo y con esto lograra acabar con ella. 

Ofreció al pueblo sabio la desmilitarización de las calles, el Ejército ya no combatiría el crimen organizado y los carteles de la droga, reconoció que no están preparados para eso, eso lo deberá hacer la policía. Bajaría los índices de violencia en base al empleo y la buena voluntad del pueblo. 

Prometió dar reversa a las reformas energética y de educación que tanto daño le han causado al país, no más gasolinazos, esta bajaría de precio, la reducción a los impuestos en la zona fronteriza y así podríamos seguir enlistando sus promesas de campaña, de las cuales esperemos que no cumpla con todas, hay unas muy absurdas y sin fundamentos. 

Mientras esto sucedía, los medios corruptos de la mano de la Mafia del Poder empezaron a querer descalificarlo diciendo que ya había pactado con el presidente Peña, no perseguiría la gran corrupción de su sexenio a cambio de no obstaculizar su carrera por la presidencia, se decía que si el PRI no opero y otros más decían que el PRI opero a favor de AMLO y en contra de Anaya, hubo guerra sucia y aparentemente si el PRI ataco más a su archirrival el PAN que a Morena. Se decía que en este paquete incluía también que a cambio del voto del magisterio se ayudaría a Elba Esther Gordillo, que se encontraba en prisión. 

Y con estas tres reglas a cuestas realizo su campaña, Andrés Manuel López Obrador, convenció al pueblo sabio de que con estas lograría la tan anhelada Cuarta Transformación, tan lo convenció que obtuvo 30 millones de votos, un 33% del padrón electoral, más del doble que su más cercano seguidor, Ricky Rickin Canallin. 

Una vez siendo presidente electo ni tardo ni perezoso, eso sí siempre ha sido muy madrugador, dio el madruguete y empezó a gobernar ante el vacío de poder que dejo el presidente Peña, ya sea por descuido o flojera o tal vez venia en el paquete de acuerdos de amnistía negociado en la campaña. 

Lo que si es bien cierto es que una de las primeras noticias fue la liberación de Elba Esther Gordillo, quien por obra y gracia de quien sabe quien, salió de prisión en un estado envidiable, muy repuesta de todas las dolencias que la mantuvieron en hospitales durante el tiempo que estuvo en prisión, salió rejuvenecida, se caso con su abogado y está en plena recuperación de su sindicato amado por el que tanto ha luchado. 

Orquesto la no profesional, pero para nada improvisada, encuesta del NAIM para darle reversa, si bien no efectivo al momento ya que aún no puede cancelarlo, si prometió hacerlo en cuanto se siente en la silla el 1 de diciembre. A pesar de las criticas y aun cuando él reconoció públicamente las carencias de la primera, se lanza por otra más, igualita a la primera, igual de mal realizada y con un resultado igual, si a todas sus propuestas, poco importo la falta total de información sobre estas propuestas a diferencia del NAIM donde abundo. Pero al final de cuentas lo de menos es la información el resultado ya se sabía.  

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Andrés Manuel no tiene la más mínima congruencia, al más puro estilo Foxista ya anda prometiendo obras publicas sin licitación, a los mismos que llamaba corruptos en el NAIM, ninguna elección le satisfacía todas eran amañadas y realiza 2 que él nunca hubiera aceptado, se molestó con el fiscal carnal y ahora es propuesta de los suyos, ahora alaba a las televisoras que antes criticaba, debido a tener madre española siempre dijo que la candidatura de Fox no era posible y ahora pide modificar la ley para que un extranjero dirija el Fondo de Cultura Económica, siempre critico que los diputados y senadores bailaran al son del presidente y ahora los hace bailar al son del Presidente Electo y así podemos seguirle con los ecocidios, recortes salariales y muchas cosas más, ente ellas la militarización del país echa por Calderón. 

De esta ultima cabe decir que fue uno de los pilares de su campaña, regresar al ejercito a sus cuarteles, lo prometió en varias ocasiones, aunque lo negó en el programa estelar noticioso de Televisa, actualmente orgullo nacional que antes decía que era un nido de corruptos y chayoteros, ahí retó a Joaquín López Doriga a desmentirte, y o sorpresa ya circulan en las redes varios videos donde se recopilan las múltiples ocasiones que como candidato y como presidente electo lo decía.   

Al día siguiente Ciro Gomez Leyva le pregunta que va a hacer si 129 organizaciones y 542 personas a través de un manifiesto le están solicitando que detenga la militarización del país que pretende realizar a través de la famosa Guardia Nacional, y al mas puro estilo Morenista, por no decir Cantinflista, les dice que tienen y tendrán el derecho a disentir y que respetara este derecho, que tienen sus libertades a salvo para expresarse y manifestarte y que no se preocupen. Y como no le quedaba más que responder afirmo que esta ley porque va, que es su responsabilidad y no puede garantizar la paz y la tranquilidad de los mexicanos si no se lleva a cabo esta reforma constitucional, por fin reconoce que tiene responsabilidades y no todas son decisiones del pueblo sabio, un aplauso. Cree que con un simple cambio de nombre a los militares que están en la calle va a cumplir su promesa, que mentirota al pueblo sabio. ¿Dónde quedo el no mentir? 

En esta misma entrevista en Tercer Grado, dijo aplicar el borrón y cuenta nueva, la famosa amnistía, dice que si no lo hiciera nos meteríamos en un pantano, y sería un acto de confrontación, que hay que iniciar una etapa nueva dejando atrás la pesadilla. Tanto nos vendieron que era para los pobres campesinos obligados a sembrar droga, perseguidos políticas y gente que no debía estar en prisión y ahora resulta que en el paquete del Buen Fin incluye a los políticos, a los que nos han robado a todos nosotros.  

Y también con Ciro Gomez Leyva habla de este tema y reitera que es mejor para el país un punto final a esta triste historia y ante la afirmación del periodista de que va a decepcionar a muchísima gente que voto por el responde: ¡No le hace ¡y ¡No me importa!, porque son mis convicciones. Que manera de traicionar al pueblo, mas claro ni el agua, el pueblo no le importa primero están son sus caprichos, perdón convicciones. ¿Y el no traicionar al pueblo donde quedo? 

Y para concluir este primero de diciembre cuando tome protesta, daría a los cuatro vientos: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande.” 

Una obligación constitucional del presidente es salvaguardar los bienes de la nación, y resulta ser que cadena nacional Andrés Manuel  ante los políticos corruptos declara: “ Yo voy a perdonar pero no quiero que me perdonen a mí”, para empezar usted no es nadie para perdonarlos, debe cumplir cabalmente la protesta que va a realizar, permitir que quienes nos robaron no sean juzgados, esto en mi pueblo se llama complicidad, como dice el dicho tanto peca quien mata la vaca como quien le jala la pata.  

Regresando a la trilogía, pues resulta que ya mintió y ya traiciono al pueblo, solo le queda no robar, he aquí el dilema: ¿cumple lo declarado y se convierte en cómplice de robo, tal como parece ser el pacto con Peña y sus secuaces o cumple con sus deberes constitucionales de acuerdo con lo protestado ante todos los mexicanos?, no solo los que votaron por él, este primero de diciembre. 

 

 

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Felipe Monroy

Basílica de Guadalupe, álgido escenario de transición y decisiones

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Los obispos de la Iglesia católica en México han decidido internarse en el 2026 con dos asuntos nodales en el horizonte. Por un lado, se ha insistido en la conmemoración de los 100 años de la persecución religiosa oficializada mediante la Ley Calles con el consecuente levantamiento armado de fieles católicos así como de diversas expresiones y resoluciones originales para sostener la fe, custodiar lo sagrado y eludir el largo brazo opresor del gobierno. A ese momento histórico lo han recategorizado como “Resistencia Cristera” y buscan que la “memoria de los mártires no sea nostalgia, sino profecía”.

Por otro lado, los obispos han puesto acelerador en la preparación rumbo al 2031, para los quinientos años del Acontecimiento Guadalupano. Sin duda, la irrupción de la Virgen Morena del Tepeyac en la historia mexicana ha reconfigurado íntegramente al pueblo y a la patria; pero además, es el símbolo que lo mismo exalta o desdramatiza las pulsiones y dinámicas de la nación mexicana.  

Sobre el primer asunto, ya se ha hablado de la responsabilidad que la Iglesia católica tiene para asumir dos perspectivas importantes respecto a la Guerra Cristera: Que la conmemoración de la persecución no reivindique ni la reacción armada ni la violencia producto de la exaltación político-religiosa; y que tampoco se instrumentalice la compleja dimensión martirial de los creyentes de aquella época desde la herejía maurrasiana, es decir, que no se caiga en el error de confundir la catolicidad con el reaccionarismo político. 

El propio papa León XIV ha advertido esto en su reciente mensaje para la Jornada Mundial de la Paz: “Lamentablemente, forma cada vez más parte del panorama contemporáneo arrastrar las palabras de la fe al combate político, bendecir el nacionalismo y justificar religiosamente la violencia y la lucha armada. Los creyentes deben desmentir activamente, sobre todo con la vida, esas formas de blasfemia”. Clarísimo.

Y el segundo tema no es menor porque al cierre del 2025, la Basílica de Guadalupe se convirtió en un álgido escenario, cuyas luces y sombras plantean signos imponderables de transición y de toma de decisiones para el año próximo. Esencialmente por las informaciones que la Nunciatura envía a la Santa Sede respecto a los potenciales candidatos a suceder al arzobispo Carlos Aguiar Retes –quien ya sobrepasa la edad de retiro canónica–; pero también por el papel que habrá de tomar el propio Episcopado Mexicano en pleno para la valoración del próximo arzobispo que es, por derecho propio, custodio del ayate, del santuario y de la venerada imagen.

Tal como lo refieren las crónicas, el Santuario de Guadalupe en el Tepeyac recibió de manera histórica a más de 13 millones de peregrinos y visitantes entre el 9 y el 13 de diciembre de este año. Hay que dimensionar esa cifra y valorarla no sólo desde una perspectiva espiritual y social, sino funcional y operativa. En estas fechas, el recinto entra en actividades sumamente intensas y delicadas que requiere de todos sus miembros y operarios un esfuerzo mayúsculo y una clara gestión de actividades; sin embargo, desde meses atrás, una seria crisis interna en el santuario fue silenciada y quizá deliberadamente dejada a desorbitadas especulaciones.

La crisis se manifestó con la repentina y todavía inexplicada ausencia del canónigo Efraín Hernández Díaz, vicario episcopal, rector del santuario y presidente del Cabildo de Guadalupe, al frente de los actos institucionales. Pero el que haya saltado al ojo público en ese momento, no significa que su crisis haya iniciado ahí. 

Como sea, su ausencia al frente de sus altas responsabilidades de gobierno no reconfiguró la estructura del Santuario –es decir, no se tomó alguna decisión de ajuste de gobierno en concreto– peró sí abrió oportunidades para que, de manera oficiosa se hicieran cambios operativos y de toma de decisiones; también, por desgracia, el silencio y la falta de transparencia propició la generación de chismes, exageraciones y fantasías de todo tipo.

La única información con grado de credibilidad proviene de lo publicado por el analista Guillermo Gazanini, quien acumula décadas de experiencia y contactos eclesiásticos. El periodista refiere a una carta del Cabildo de Guadalupe al arzobispo de México el 19 de septiembre pasado, a un decreto del propio arzobispo removiendo al rector Hernández al día siguiente (decreto protocolizado como 817/2025) y la apertura de una investigación canónica el 3 de octubre (investigación previa bajo la clave IP 17/2025). Pero las autoridades responsables no han transparentado ni a los fieles ni al resto de miembros eclesiásticos, lo que realmente ha sucedido en el Santuario en el último semestre. 

Lo que en el corazón de la gente simple sí sucede –como se manifestó en las fiestas guadalupanas pasadas– es la ilusión que siente por el deseo manifiesto del papa León XIV de visitar a la Virgen de Guadalupe. 

El primer pontífice estadounidense con corazón latinoamericano ha revelado su interés de viajar a México específicamente con ese motivo; pero las circunstancias este 2026 no podrían ser más adversas: por un lado la instrumentalización político-religiosa que se pretende hacer del centenario de la Guerra Cristera y de sus mártires (además del interés político que el gobierno de Claudia Sheinbaum podría tener con la visita pontificia); y por el otro, la ominosa actitud de silencio y ocultamiento de lo que sucede en las tripas del santuario guadalupano en el contexto de la delicada sucesión arzobispal y que no sólo desacredita a los pastores en sus reclamos por ‘transparencia’ a las autoridades civiles sino que podría evidenciar innobles estratagemas de ambición y manipulación de las instancias mexicanas y vaticanas para prometer al papa León XIV una visita inolvidable y sin sobresaltos, metiendo bajo la alfombra las problemáticas que se evidencian en el corazón guadalupano del pueblo mexicano.

Y, por si fuera poco, el próximo año también habrá futbol en código geopolítico. 

*Director VCNoticias.com @monroyfelipe

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Columna Invitada

Cuando la coyuntura se vuelve destino

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Para INCIDE existen momentos en los que los temas no se eligen: se imponen, porque la realidad habla con demasiada claridad para ignorarla. La revisión de las ediciones de este año confirma que no abordamos asuntos aislados, sino un mismo proceso observado desde distintos ángulos. Agua, ciudad, infraestructura, economía, juventud, marco legal y gobernanza dejaron de ser temas separados para convertirse en un solo sistema.

Hoy es evidente que las decisiones postergadas ya generan consecuencias y que discusiones antes técnicas se han transformado en asuntos de estabilidad social, viabilidad económica y futuro territorial.

De la urgencia al límite

Al inicio el agua apareció como preocupación estructural; después como problema operativo; más tarde como derecho; y finalmente como factor de gobernabilidad. No como crisis episódica, sino como resultado acumulado de crecimiento desordenado, rezagos históricos, planeación desconectada de la realidad y decisiones postergadas durante décadas.

Por eso dejó de ser un tema exclusivo de organismos operadores o ingenierías especializadas. Se convirtió en una variable que condiciona inversión, cohesión social y continuidad del desarrollo. 

La ciudad como protagonista del problema

Algo similar ocurrió con la infraestructura y el territorio. La obra dejó de entenderse como sinónimo de progreso automático. La conversación se desplazó hacia la calidad, el sentido y la resiliencia de lo que se construye.

Movilidad, normatividad urbana, ordenamiento territorial y servicios básicos comenzaron a leerse como un mismo sistema. Las ciudades ya no son solo escenario: son actores que pueden amplificar o mitigar los riesgos que enfrentan. 

El contexto internacional tocó la puerta

El viraje más evidente fue económico. La región dejó de analizarse en clave local para entenderse como parte activa de Norteamérica. Nearshoring, cadenas de valor, energía, minería y comercio dejaron de ser promesas abstractas para convertirse en presiones reales.

La lectura fue clara: las oportunidades mal gestionadas también generan riesgos. Atraer inversión sin infraestructura adecuada, sin agua, sin energía confiable, sin talento y sin reglas claras no es estrategia; es improvisación costosa. 

El futuro dejó de ser discurso

Otro cambio relevante fue la manera de hablar de juventud y relevo. Se abandonó el lenguaje aspiracional para asumir una realidad incómoda: los modelos actuales se están agotando y alguien tendrá que tomar decisiones en escenarios más complejos que los de hoy.

La profesionalización, la capacitación continua y la certificación dejaron de ser complementos para convertirse en condiciones mínimas de competitividad. Sin capital humano preparado, no hay continuidad institucional ni desarrollo sostenible posible.

Cuando la omisión también es riesgo

En paralelo, el análisis normativo y de gobernanza se volvió constante. No como debate ideológico, sino como diagnóstico práctico. La ley suele ir detrás de los hechos, y cuando eso ocurre, los costos los pagan las ciudades, los sectores productivos y la sociedad.

La regulación, la mejora administrativa, la certidumbre jurídica y la corresponsabilidad social aparecieron como infraestructura invisible, pero determinante. Sin reglas claras, el desarrollo se fragmenta; sin gobernanza, la sostenibilidad se debilita.

Entre la gestión y la contienda

México entra al 2026 en un entorno de crecimiento moderado, alta exposición externa y una complejidad política cada vez mayor. A este escenario se suma un factor determinante: el calendario electoral del 2027 comienza a imponerse sobre la conversación pública y, con ello, sobre la toma de decisiones que deberían concentrarse en lo esencial.

En este contexto, la economía deja de ser ya el único indicador relevante. Conforme se acerca el relevo político, la atención institucional se desviará hacia la contienda, mientras problemas estructurales quedarán en segundo plano. 

Para Sonora, las fortalezas existen, pero no son automáticas ni permanentes. Además de competir por inversión y talento, el mayor riesgo es la distracción de un relevo político no puede ni debe significar borrón y cuenta nueva. La continuidad técnica, la institucionalidad y la responsabilidad pública serán el verdadero factor de competitividad en un entorno cada vez más exigente.

Lo que viene no será un tiempo de certezas, sino de decisiones y caprichos forzados por la presión del contexto que marcarán el rumbo del estado mucho después de la coyuntura electoral. Esperemos que los políticos estén a la altura, que el sector productivo actúe con visión y que la sociedad no renuncie a exigir un verdadero bienestar conjunto.

Cerramos este año con la convicción de que aún estamos a tiempo.

Deseamos una Feliz Navidad y que el próximo año sea, de verdad, un buen año para todos.

Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
[email protected]

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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Inteligencia artificial y temores

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Probablemente, las innovaciones tecnológicas más sonadas en los años 2024 y 2025 tienen que ver con la inteligencia artificial. Algo que no es realmente nuevo, aunque este nombre sí lo es; el término es novedoso y atractivo desde el punto de vista mercadológico. 

Estas innovaciones están generando miedos, que se están usando para hacer crecer este negocio. Buscan convencer al público en general de que, si no entra rápidamente a la inteligencia artificial, perderá sus negocios o su empleo.  Por otro lado, también usan los miedos aquellos que se oponen a estas innovaciones, diciendo que usar la inteligencia artificial es dejar abierta toda la información de la empresa para ser mal usada. Además, organizaciones sociales enfatizan el problema ético que pueden causar estas nuevas tecnologías. Siendo temas importantes, el problema es que esos temores nos impiden ver las ventajas de estas innovaciones. Nos ocupamos de evitar los daños, cuando habría que pensar en los beneficios que podrían traer para todos. 

Hay campañas impresionantes orientadas a la población, sobre todo a la clase media educada. Tratan de convencernos de que quienes tienen más de 40 años ya están fuera de la jugada. “No tienen las capacidades que poseen los jóvenes para entrar a estas tecnologías”, nos dicen. Y se están creando grandes cantidades de cursos donde específicamente se afirma: Estamos buscando personas de más de 40 años y que no tengan conocimientos de cómputo”. Y ofrecen, por ejemplo, una maestría en inteligencia artificial dedicándole 30 días, 15 minutos por día, con lo cual le van a dar el equivalente a ese grado. Es de esperarse que se necesite más que eso.

Recientemente se congregaron, en el Vaticano, 50 expertos en una reunión sobre el asunto. Entre sus presentaciones, predominaron las llamadas a cuidar la ética, pidiendo reconocer que hay riesgos, así como pidiendo reglamentación y la intervención de diferentes autoridades para limitar estos males. Riesgos interesantes, pero que ocurren en todo tipo de comunicación. Con la diferencia del enorme alcance y velocidad de estos nuevos instrumentos. Por otro lado, muchas empresas están prohibiendo a sus empleados utilizar la inteligencia artificial, y han vetado todo lo que se estaba manejando con estos instrumentos. Alegando que no hay una certeza de que esa información no pueda ser mal utilizada.

Los mencionados expertos hablaron debeneficios de la inteligencia artificial. Señalaron aspectos muy positivos. Se habla de la mejora en la salud, educación accesible, sostenibilidad ambiental, eficiencia en los procesos y, aunque parezca raro, promoción de la paz. En términos muy genéricos, sin entrar a detalle como lo hicieron en el campo de los peligros de la inteligencia artificial. Habrá que estudiar a fondo los posibles beneficios de esta.

Hay que profundizar en esto y discernir sus consecuencias. Este es el nuevo mundo que se nos está presentando. No es la solución abandonar esta innovación. No es sensato usar los miedos para obstaculizar o hacer más rápida la adopción de estas tecnologías. Hay que balancear, en nuestros análisis, los riesgos, y los beneficios. Y, sobre todo, estar preparados para aprovecharlos. No son los miedos el mejor consejero para aceptar las innovaciones de tipo tecnológico o en cualquier otro campo. Un tema para debatir, participar y opinar. Se necesitan más opiniones. Las de otros, como usted y yo, reflexionando con sentido común, sobre nuestro papel en este tema.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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PAN salado

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TU DECIDES

Por Pablo Mier y Terán

Hubo un tiempo en que el PAN sabía a pan. Pan recién horneado, con corteza firme y migajón reconocible. Uno podía estar de acuerdo o no con su receta, pero al menos identificaba los ingredientes: doctrina, oposición clara, un aire de congruencia moral y política. Hoy, en cambio, muchos ciudadanos muerden el PAN y hacen el mismo gesto que cuando el bolillo salió salado, duro o, peor aún, con sabor a otra cosa.

La escena frente a la sede nacional del partido fue reveladora. No llegaron adversarios ni militantes de otros colores, sino guanajuatenses y organizaciones civiles que, durante décadas, fueron clientela fiel del horno panista. Gente que no fue a pedir candidaturas ni puestos, sino algo más básico: que el PAN vuelva a parecer PAN. Su reclamo fue simple y devastador: en Guanajuato el partido está entregando el estado, electoral e ideológicamente, a Morena, traicionando los principios que decía defender, libia es tibia se quejaron los manifestantes; Romero, no queremos tu mugrero, decían a gritos.

Traducido al lenguaje de la panadería: cambiaron la receta sin avisar al cliente. Prometían pan artesanal y ahora sirven un producto industrial, hecho con moldes ajenos y sabores importados. Vida, familia y libertades fundamentales —los ingredientes estrella del PAN durante décadas— aparecen hoy en la etiqueta, pero ya no se sienten en el paladar. Y cuando el sabor no coincide con el discurso, el consumidor deja el pan en la mesa.

El problema no es solo local. Mientras en Chile la derecha, por ser coherente con sus principios y su carisma fundacional, acaba de ganar una elección presidencial con un discurso duro pero reconocible, aquí el PAN presume formar parte de un “resurgimiento derechista” continental sin decidirse a serlo de verdad. Quiere la foto internacional, pero no el compromiso interno. Quiere decir “somos oposición”, mientras vota, gobierna o legisla como si pidiera permiso para no incomodar a la 4T.

El contraste es brutal. En Chile, el péndulo político se movió porque la izquierda gobernante se moderó hasta perder identidad, y la derecha supo capitalizar el hartazgo. En México ocurre algo inverso y más triste: la izquierda gobierna sin moderarse y conserva el poder, mientras la oposición se diluye, se acomoda o se mimetiza. El resultado es un PAN que ya no confronta, no propone con claridad y, peor aún, no se reconoce a sí mismo.

Por eso el reclamo de Guanajuato duele más que cualquier encuesta. No es un ataque externo, es una crítica desde la mesa familiar. Los manifestantes recordaron que el PAN nació de una doctrina, no de una coyuntura, y que un partido fundado por uno de los Siete Sabios de México no puede sobrevivir solo a base de cálculo electoral y silencios convenientes. Cuando un partido olvida a quién representa, termina representando a nadie.

El PAN de hoy parece ese pan que nadie pidió: ni suficientemente conservador para quienes creían en su ideario, ni auténticamente liberal para atraer nuevos comensales. Salado, desabrido y con una textura rara, como si hubiera pasado demasiado tiempo en el anaquel del poder local.

La política, como bien dijeron los propios manifestantes, se sostiene con coherencia entre doctrina, plataforma y representación. Cuando eso se rompe, el pan se echa a perder. Y no importa cuántos logotipos o slogans se le pongan encima: si no recupera el sabor original, la gente buscará otra panadería. O, peor aún para Acción Nacional, dejará de consumir pan.

Pablo Mier y Terán @pablomieryteran

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx

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