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Siete mitos y leyendas en el fútbol mexicano
Ciudad de México,—Entre el mito y la realidad siempre quedan a la deriva leyendas urbanas, secretos o simplemente especulaciones, pero el tiempo se encarga de enterrar eternas dudas que en el momento sacudieron la opinión pública, pero vistas a la distancia, quedan archivadas solo en la memoria de los protagonistas.
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En Siete24 deportes recopilamos algunos secretos, que en su momento fueron escándalos, pero al paso del tiempo quedaron como simples anécdotas.
MUNDIAL SIN “CAPITÁN”
Aunque si trascendió la verdadera razón, nunca sabremos porque nunca existió disposición de ambas partes. La ausencia de Alfredo Tena, siendo el mejor central del momento, siempre será una incógnita para los integrantes de la Selección mexicana en el mundial de 1986, aunque la versión que trascendió fue una incompatibilidad de marcas deportivas.
Tena se negó a usar los botines de la marca de la selección mexicana, porque él había firmado con Levis.
SE GUARDO LOS CAMBIOS
Que platicaron Hugo Sánchez y el técnico tricolor, Miguel Mejía Barón, aquella tarde de verano sobre la línea lateral del Estadio de los gigantes de Nueva York, en el marco de los octavos de final de la Copa del mundo de Estados Unidos 1994, porque nunca entro a la cancha el “pichichi”.
Se jugaban los tiempos extras en el partido entre México y Bulgaria, con el marcador empatado y la moneda en el aire, Mejía Barón se guardó los cambios, tema que en lo deportivo no tendría ninguna repercusión, si no fuera por las declaraciones posteriores de Sánchez Márquez y el silencio del técnico nacional, esa puesta en escena, aparentemente con solo argumentos deportivos, terminó la relación amistosa de los protagonistas de aquella película del verano del 94’
¿EL PECADO ALEMÁN?
La Copa confederaciones del 2005 en Alemania, no solamente será recordada por el mejor nivel futbolístico de un representativo nacional en una justa organizada por la FIFA, los resultados positivos del tricolor quedaron opacados días después por el supuesto ‘positivo’ de Aarón Galindo y Salvador Carmona.
Misteriosamente ambos jugadores nunca regresaron a la selección, se habló de forma oficial de un doping, aunque extraoficialmente se especularon diferentes versiones.
El supuesto positivo de ambos futbolistas les costó su carrera deportiva, muy exagerado para un doping, ¿Que más hubo? ¿Que otra cosa pasó?, porque los seleccionados de aquel entonces señalaron a sus compañeros de profesión.
LA FIESTA DE MONTERREY
Hasta la fecha es un tema vigente en el fútbol nacional, ni el principal inmiscuido en este escándalo ha querido aclarar las diferentes versiones.
En el marco de un partido de la Selección mexicana de fútbol en Monterrey, se organizó una fiesta, Jugadores castigados y directivo cesado fue el saldo final.
Entre los regañados estuvo Carlos Vela, quien años después se negó a vestir la casaca nacional, el ‘berrinche’ inicial se prolongó en un constante alejamiento, incluso Vela se negó a asistir y representar a su país en una justa mundialista, y aunque sus razones tenía, parecía exagerado para un simple castigo.
Al paso del tiempo sigue siendo una incógnita porqué o con quién se enojó Vela.
UN “VASCO” IRRECONOCIBLE
Conocido por ser amable y distinguido, coloquialmente se dice “dicharachero’.
El técnico mexicano Javier Aguirre siempre ha tenido una cordial relación con los medios de comunicación, con un lenguaje coloquial y abierto, sabe expresarse no importando las circunstancias.
Por tal motivo resultó extraña la conferencia previa al juego ante Argentina en la fase de octavos de final de la Copa del Mundo, Aguirre borró su sonrisa, no había tiempo para risas, ni bromas, la charla de aquella noche fría presagiaba un desastre , y aunque los pronósticos se confirmaron, no era necesaria una trágica antesala.
El “Vasco” Aguirre no veía a la prensa, la visera de aquella gorra bajaba más de lo cordial, sin luz de por medio, no se dejaba ver una interlocución directa entre Aguirre y el interrogatorio. La noche triste de Johannesburgo.
LE CORTARON LAS ALAS
No se puede mezclar una directiva y un técnico soberbio, el resultado es un desastre.
Por su estilo y fútbol es reconocido como un campeón sin corona, el América de la temporada 1994-95 se perfilaba al título del balompié nacional, la afición azulcrema olfateaba que la sequía de seis años estaba cerca de extinguirse. Aquel América de Leo Beenhakker era único e irrepetible.
Cerca del título, en la recta final del torneo, una decisión visceral no permitió un desenlace distinto.
El Presidente de aquel América, Emilio Diez Barroso, corrió de las águilas al técnico holandés, sin motivo aparente, o a menos sin un argumento sólido que nos pueda convencer de semejante desgracia.
Se habló de indisciplina, de imposición de jugadores, de rebeldía, pero aún, y después de 25 años, nada razonable.
LA MALDICIÓN DEL ‘GAMBETITA’
Se habla de varias maldiciones entorno a la ausencia de títulos en la liga para la máquina del Cruz Azul, desde 1997 no pueden levantar la copa, ya son 23 años.
Y sin excluir la incapacidad de su directiva, dice la leyenda que existe la maldición de Diego Fernando Latorre, el argentino fue echado a media temporada, salió de Cruz azul por soberbia a nivel directivo.
lo corrieron siendo uno de los extranjeros más rentables en la década de los noventa.
HLG
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