Vida y Familia
La disforia de género en adolescentes proviene de la influencia de las redes sociales, alertan especialistas
Señaló el Dr. Agustín Herrera en el Seminario Interdisciplinario de Bioética
Ciudad de México.- Creer que las niñas y los niños, los adolescentes, puedan solicitar el reconocimiento de la identidad de género, distinto a aquel con el que nacieron, con el consentimiento de los padres, va en contra del interés superior de la niñez, y fomenta el encubrimiento de delitos sexuales, alertó el Doctor Agustín Antonio Herrera Fragoso, durante su conferencia “Niñez trans”, en el Seminario Internacional de Bioética.
Impartida en línea por la participación de la especialista española, la Dra. Martina Burdet Dombald, la conferencia magistral “Niñez trans” se realizó como un espacio de reflexión con contenido científico y axiológico bajo el amparo del interés superior de la niñez.
En ese sentido el Dr. Agustín Herrera argumentó con estudios científicos y estadísticos, los efectos negativos en los menores de edad sometidos a tratamientos médicos para cambiar de sexo, uno de los más alarmantes es la tendencia al suicidio, y como origen, el hecho de haber sufrido algún tipo de abuso sexual en la infancia.
Y es que la Neurociencia ha demostrado que de hecho los adolescentes es uno de los grupos más vulnerables, más expuestos a los riesgos y a los peligros, tan rápido como envían un mensaje de chat en internet, esto se explica por la misma naturaleza y características de su edad.
En la pubertad y la adolescencia el cerebro aún está en desarrollo y lejos de la madurez, que ocurre más allá de los 20 años. Médicamente se considera que el cerebro termina su desarrollo hasta los 25 años de edad de la persona, etapa considerada adecuada para la toma de decisiones, por ejemplo de un proceso irreversible como el cambio de sexo.
Actualmente menores de edad desde los 11 años o aún antes, están siendo presionados por factores externos para aceptar ellos o sus padres, tratamientos invasivos e irreversibles, y sufren disforia de género, que es la sensación de incomodidad respecto a la identidad del género con el que nacieron, o por características físicas relacionadas con el sexo.
Refiere el Dr. Agustín Herrera que vivimos una era de “contagio social” con niñas influenciadas por las redes sociales y la irresponsabilidad y desinformación de los influencers. Este trastorno social ya fue diagnosticado por el Dr. Littman como “Disforia de Género de Surgimiento Repentino”.
Este fenómeno, cita Herrera:
“No tiene su origen en la disforia de género tradicional, sino en la influencia de las redes sociales. Representa el mimetismo inspirado en los gurúes de la web, un compromiso asumido con las amigas. Para los adolescentes, la identificación trans ofrece liberarse de la persecución implacable de la ansiedad. Satisface la más profunda necesidad de aceptación, la emoción de la transgresión, la seducción de la pertenencia”.
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Fundamental el apoyo a la familia y padres presentes para los niños y adolescentes
Por todo esto, lo principal hoy en día es brindar apoyos a la familia y a la sociedad, para atender de forma adecuada a la niñez y a los adolescentes, considera el Dr. Herrera.
Los padres deben enseñar a los niños que el mundo real está más allá de una tableta o un celular, y acompañarlos en su viaje por el mundo virtual.
“Lo más valioso de la infancia es la inocencia y es responsabilidad de todos cuidarla, por lo que se debe fomentar un desarrollo saludable, libre de toda violencia”.
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