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UNAM salvaguarda la biodiversidad vegetal de México
Equipos de investigadores y estudiantes se aventuran a diferentes regiones de México para recolectar semillas.
Estado de México.- En la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES-I), se encuentra el Banco de Semillas FES-I UNAM. Este banco vegetal alberga una extensa gama de especies como hierbas de 10 centímetros hasta majestuosos árboles de 25 metros, capaces de poblar bosques enteros.
El propósito de este banco de semillas es claro: luchar contra la extinción vegetal. La Dra. Isela Rodríguez Arévalo, académica de la UNAM y coordinadora de este proyecto.
La especialista explicó que su labor es conservar estas especies para evitar su desaparición y, si llegara el caso, reintroducirlas en su hábitat natural.
Con un arduo trabajo de más de dos décadas, han logrado resguardar alrededor del 12 al 13 por ciento de las más de 23 mil especies de plantas que existen en México.
El origen de este proyecto se remonta a 1997.
Cuando Patricia Dolores Dávila Aranda, actual titular de la Secretaría General de la UNAM, propuso la creación de este espacio pionero en Latinoamérica.
A diferencia de otros bancos de semillas en la región, el enfoque del Banco de Semillas FES-I UNAM está exclusivamente en conservar variedades silvestres y nativas, no recursos genéticos útiles para la alimentación.
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Desde sus inicios, el banco ha seguido rigurosos estándares internacionales de conservación, colaborando con instituciones como el Real Jardín Botánico de Kew en el Reino Unido.
Mensualmente, equipos de investigadores y estudiantes se aventuran a diferentes regiones de México para recolectar semillas, un proceso que requiere meticulosidad y conocimiento experto.
El proceso de conservación de las semillas es igualmente minucioso, que incluye desde la limpieza hasta la deshidratación controlada y el almacenamiento a temperaturas bajo cero.
Este método garantiza la preservación de las semillas durante siglos, asegurando que permanezcan viables para futuras generaciones.
El Banco de Semillas no solo busca conservar la biodiversidad, sino que también está involucrado en proyectos para enfrentar desafíos como el cambio climático.
Actualmente, en colaboración con PRONATURA Veracruz AC y con el apoyo financiero de la embajada británica en México, están evaluando qué especies podrían ayudar a mitigar el aumento de CO2 al capturar más carbono.
Incluso han considerando su introducción en cafetales.
En un momento en el que la biodiversidad está amenazada por la desertificación, el cambio climático y la degradación ambiental, el Banco de Semillas FES-I UNAM emerge como un faro de esperanza.
Su incansable labor no solo protege la flora mexicana, sino que también ofrece soluciones innovadoras para enfrentar los desafíos del mañana.
ARH