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¿Deseas aprender a rezar el Santo Rosario? Descubre esta guía sobre cómo hacerlo
El Rosario constituye un rezo tradicional católico que recuerda y celebra veinte misterios de la vida de Jesucristo y la Virgen María. Donde para su rezo se recitan tras cada uno de ellos, un Padrenuestro, diez Ave María y un Gloria al Padre, y está formado por cincuenta cuentas que se ordenan por decenas.
El término Rosario o “corona de rosas” tiene su origen en Europa, en el siglo XV. Sin embargo, los rezos de oraciones a través de nudos o cuentas, se remontan a los sacerdotes del pasado, 500 años antes de Cristo.
¿Por qué aprender a rezar el Santo Rosario?
Aprender como rezar el Rosario, permite que los devotos practiquen la Fe, obtengan la gracia y misericordia divina de Jesucristo y la Virgen. Además, permite que germinen las virtudes en el corazón de los hombres, así como el amor hacia Dios y hacia todas las cosas.
El rezo y la lectura del Rosario conlleva una serie de pasos y oraciones. Estos, se deben realizar en orden hasta completar las 53 cuentas o nudos presentes en él. Podemos hacerlo solos o acompañados, en el lugar de preferencia y por cualquier motivo por el que se necesite la intercesión de la Virgen María.
Según el país o tradición desde donde se realice el rezo, se asocian ciertas plegarias, como pueden ser las letanías o jaculatorias, las cuales constituyen oraciones aparte que se pueden rezar o no, conjuntamente con el Rosario.
¿Qué son las letanías y jaculatorias?
Las letanías constituyen ruegos, alabanzas y súplicas repetidas con las cuales se pide intercesión a Dios y la Virgen María. Representan una muestra de amor y cariño a la Santa Madre, y pueden ser utilizadas en cualquier momento para rendirle culto.
Las jaculatorias constituyen oraciones cortas y precisas impregnadas de amor y devoción. Se utilizan para comunicarse con la Santa Madre la Virgen María, el Santo Padre, su hijo Jesucristo y el Espíritu Santo con la finalidad de obtener la gracia de Dios. No solo en combinación con el Santo Rosario, sino en cualquier momento del día a lo largo de la vida.
¿Cuáles son los misterios del Santo Rosario?
Los misterios del Santo Rosario se dividen en 4 conjuntos, para ser recitados los días de la semana que correspondan, de la siguiente manera:
- Los misterios gloriosos, los cuales se rezan los días domingo y miércoles.
- Los misterios gozosos, los días lunes y sábado.
- Los misterios dolorosos, los cuales se rezan los días martes y viernes.
- Y los misterios luminosos, los cuales se rezan los días jueves.
Los misterios luminosos son los más actuales dentro del grupo de misterios que conforman el Santo Rosario. Ya que fueron incluidos por el Papa Juan Pablo II en el año 2002, a través de una carta apostólica. Constituyen los misterios de la luz que alumbran al cristiano en su andar de la mano de María. Y representan los momentos más importantes de la vida de nuestro Señor Jesucristo y del sentir de la Virgen María.
¿Cómo rezar el Santo Rosario católico completo?
El rezo del Rosario tradicional y clásico conlleva una serie de pasos, tales como:
Comenzar persignándose, tomar el Rosario entre las manos y hacer la Señal de la Santa Cruz, en la frente, la boca y el pecho, en combinación con la oración:
‘Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén’.
Rezar el credo de los apóstoles, comenzando con la cruz que está en el extremo del Rosario, pudiendo combinarlo con un acto de contrición, pero de manera voluntaria, no obligatoria.
Seguidamente, tomar las cuentas del Rosario y empezar con un Padrenuestro, seguido de 3 Ave María para finalizar con el Gloria. Se continúa con el primer misterio y un Padrenuestro, para seguir con 10 Ave María y el Gloria.
Se utiliza el mismo procedimiento para los siguientes misterios, segundo, tercero, cuarto y quinto, cada uno acompañado de un Padrenuestro y 10 Ave María, terminados en un Gloria.
Tras haber anunciado los 5 misterios que correspondan al día de la semana, habrás culminado el rezo del Rosario. Se recomienda hacerlo con amor y Fe, como una ofrenda a Dios y a la Santa Madre, para que interceda por nosotros en nuestras necesidades y tribulaciones. Y según el país, la cultura y tradición, se pueden incluir las letanías o jaculatorias, como un acto de súplica y ruego por parte de los creyentes.
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