Cristian Ampudia
“Ya chole” con los otros datos…
Conversando
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) dio a conocer el fin de semana el Informe General de la Cuenta Pública 2019, el cual audita el primer año de la actual administración y en donde se encontraron irregularidades por 67 mil 498 millones de pesos.
Los señalamientos fueron en todos sentidos: desde la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que costará, al menos, 331,996.5 millones de pesos (más del triple de los 100,000 millones de pesos estimados por el actual Gobierno Federal), pasando por la reticencia de la Secretaría de la Función Pública (SFP) al proceso de fiscalización, hasta la evidente corrupción que existe en uno de los programas estrella del Gobierno federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
Pero como era de esperarse, desde Palacio Nacional el Presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó el trabajo de la ASF con un simple “Yo tengo otros datos”. Es decir que no importa lo que diga el órgano fiscalizador, el discurso no cambió un ápice: “Ya se acabó eso de robar”, “no somos iguales”, “están enojados nuestros adversarios”, “ya no es como antes”…
Es así que López Obrador simplemente prometió dar sus datos y después volvió a lo que es su costumbre, el ataque a adversarios y medios de comunicación.
“Exageran y no solo eso, están mal sus datos, yo tengo otros datos y se va a informar aquí y ojalá lo hagan ellos los de la Auditoría Superior de la Federación porque le están dando mala información a nuestros adversarios, y yo creo que no deben de prestarse a esas campañas”, fue la respuesta para después arremeter contra un articulista.
Sin embargo, como parte del proceso de la auditoría, ahora tocará al Gobierno federal responder a las irregularidades señaladas, aunque no dejan de ser descorcentantes las formas que adopta la 4T para evadir responsabilidades, pues a la respuesta del Presidente, se suma el reporte de la ASF que explica cómo en la SFP experimentó resistencias al proceso de fiscalización, al no permitir el acceso al equipo auditor a las instalaciones y archivos de la Secretaría, además de que sus servidores públicos se negaron a comparecer ante el órgano fiscalizador.
Más de uno levantó las cejas al leer el documento de la ASF que también señala, entre muchas otras irregularidades, que la dependencia ocultó información sobre el estado patrimonial de un líder sindical, además de indicar que hay discrecionalidad en las investigación que realiza la SFP.
Y qué decir del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” en el que la Auditoría detectó que hubo otorgamiento de becas a “Servidores de la Nación”, centros de trabajo “fantasma” y bases de datos poco confiables en las que figuran hasta nombres de personas muertas que “recibían” dinero proveniente del erario público.
Sin duda que hay mucho que aclarar y debe hacerse en los términos de la ley, y dicho sea de paso, salen sobrando las explicaciones desde Palacio Nacional, que no precisan nada, pero sí atacan mucho… ¿No que no eran iguales a sus antecesores?
Cristian Ampudia
@campudia
emc