Ciudad de México.- La actriz Itatí Cantoral se reencuentra con el musical Cabaret después de 20 años, y vuelve a interpretar a Sally Bowles, en el mismo Teatro de los Insurgentes. Un personaje muy querido, que disfruta enormemente por lo que agradece a sus hijos que la acompañen en esta nueva aventura teatral.

Madre de tres, Itatí complementa su vida familiar con su carrera como actriz y no al revés, ella trabaja para compartir, durante las entrevistas por la nueva temporada de Cabaret, la cantante habló de cómo involucra a su familia.

“Mis hijos siempre me han acompañado en esta carrera, ellos saben de mi pasión por el teatro y de mi amor por Cabaret, siempre me acompañan al teatro, siempre me están apoyando, están en mi camerino. Yo sin ellos no podría hacer nada, son mis premios favoritos”.

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Itatí Cantoral es selectiva con sus proyectos, pero también es muy trabajadora, porque sabe que “no siempre hay vacas gordas”, pero también sabe separar el espacio necesario para dar tiempo de calidad a su familia. La artista trata siempre que puede desayunar y comer con sus hijos, va por ellos a la escuela, sobre todo con María Itatí, la más joven.

“La comunicación en familia es lo más importante, y también tengo mi vocación desde niña, que es un espacio para mí”, describió la hija de Roberto Cantoral, sobre la forma en la que compagina su carrera y su vida familiar.

“Si se puede ser profesionista  y además madre, y además ama de casa. A mí me gusta ser ama de casa; amo mi profesión de ser mamá, como mi profesión de ser actriz”.

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Itatí agradece a sus padres el apoyo que le brindaron al elegir su carrera, y a sus hijos su apoyo para ejercerla.

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Finalmente destacó que la actual puesta en escena de Cabaret es inmersiva, porque desde que el espectador entra a la sala está entrando al verdadero Kit Kat Club, bar que verdaderamente existió en los años 30 en Berlín, antes del ascenso de Hitler.

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Ciudad de México.— En una época en la que las modas y las influencias musicales parecen moldear la vida de los jóvenes, Jorge Medina, exvocalista de La Arrolladora Banda El Limón, reflexionó sobre el papel fundamental de la familia en la formación de valores.

Durante una entrevista en el podcast de Javier Paniagua, Medina compartió una visión en la que los valores en casa es la base para construir hijos responsables y respetuosos. Con palabras sencillas y un sentido humano, el cantante aseguró que la primera escuela de todo hijo es el hogar, y que los padres tienen la responsabilidad de guiar, escuchar y, sobre todo, inspirar a las nuevas generaciones.

Jorge Medina, reconocido por su trayectoria en la música regional mexicana, ofreció una perspectiva personal sobre la crianza y la responsabilidad que tienen los padres en la formación de sus hijos.

“La casa es la primera escuela”, afirmó Medina, quien subrayó que el hogar debe ser el espacio en el que los hijos reciban sus primeras enseñanzas sobre valores y respeto.

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“Cuando se prioriza que la primera escuela sea nuestra casa, nuestros hijos van a poder cambiar”, expresó el cantante de 50 años de edad.

Además, el cantante reflexionó sobre las tendencias actuales en la música, especialmente en el fenómeno de los “corridos tumbados”, un estilo musical que ha capturado la atención de la juventud.

“Las modas son modas”, señaló Medina, quien hizo un llamado a los padres para que escuchen también la perspectiva de sus hijos, pero sin olvidar su responsabilidad en la formación de valores. “Hay que respetar los gustos de los hijos, pero no darles la facilidad a todas las cosas malas”, sostuvo.

Para el intérprete, uno de los errores de las generaciones actuales ha sido darles todo a los hijos sin exigirles el esfuerzo necesario. Medina señaló que la permisividad excesiva y la falta de límites claros han afectado la relación entre padres e hijos, y han contribuido a una desconexión en valores y prioridades.

Actualmente, Jorge Medina y Josi Cuen, ex vocalistas de La Arrolladora Banda el Limón, realizan el tour ‘Juntos’ en varios escenarios del país.

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Ciudad de México.- Después de estrenar en el Festival Internacional de Cine de Morelia y en el de Guadalajara, en ambos recibió buenas críticas, la esperada película Pedro Páramo, de Rodrigo Prieto, estrena en Netflix el próximo 6 de noviembre.

Basada en la novela de Juan Rulfo, una de las obras más representativas de la literatura mexicana, la película marca el debut del reconocido cinefotógrafo Rodrigo Prieto como director, el cineasta entrega una lograda adaptación del mundo rulfiano, que respeta el realismo mágico del relato.

“Este es el viaje de todos los personajes, de Juan  Preciado, pero también es mío”,  ha dicho Rodrigo Prieto, sobre la aventura de atreverse a crecer después de su fructífera carrera como fotógrafo. Tiene en su filmografía películas como El lobo de Wall Street o Secreto en la montaña.

Rodrigo Prieto comentó que llevar al cine esta historia sobre la búsqueda del padre, fue una hazaña.

“Me identifico especialmente con Juan Preciado, que se está buscando a sí mismo y a su país en la búsqueda de su padre. Él representa al pueblo mexicano, en el sentido de que somos un pueblo mestizo, una mezcla de raíces y de razas”.

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“Hacer esta película fue un viaje potentísimo. Aquí van mis emociones, mis traumas, mi sangre. Espero que esta película no solo sea vista como un reflejo de la riqueza de la cultura mexicana, sino también como una historia universal de la experiencia humana que compartimos en la búsqueda de nuestra identidad”, comentó Prieto durante la premier.

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¿De qué trata Pedro Páramo?

Basada en la cumbre literaria de Juan Rulfo, la película narra el viaje cargado de ilusiones de Juan Preciado buscando la riqueza de un padre a quien no conoce. Pero al llegar a Comala, el lugar donde le dijeron que vivía, solo encuentra los atroces recuerdos de un pueblo sometido durante décadas por ese hombre, Pedro Páramo, condenado por su violenta cruzada en pos del poder y por la furia que despertó en él su frustrado amor por Susana San Juan. Tanto así que Juan comienza a preguntarse si sus habitantes podrían no estar vivos.

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Ciudad de México.— La familia puede ser la diferencia entre hundirse en el abismo de una adicción o encontrar la luz para superarla. Mauricio Castillo, actor y conductor recordado por su participación en el programa “Otro Rollo” relató su experiencia de vida con el alcoholismo y el papel fundamental que jugó su círculo cercano en su camino hacia la recuperación.

Castillo relató cómo su familia se convirtió en el impulso esencial para dar el primer paso y buscar ayuda profesional.

Con más de tres meses en rehabilitación, Castillo reflexionó sobre el poder del apoyo familiar en el proceso de sanación de una adicción, una enfermedad que describió como “degenerativa y mortal”.

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El también exdirector de escena del programa “Me caigo de risa” en Televisa mencionó que el primer paso hacia la recuperación fue reconocer que enfrentaba un problema serio, un paso que, según sus palabras, suele ser el más difícil.

“Lo más complicado de las adicciones es entender que se trata de una enfermedad degenerativa y mortal, y tener el valor de aceptarlo”, compartió. En su caso, la intervención de sus seres queridos marcó la diferencia. Su familia fue quien primero le sugirió buscar ayuda y quien lo alentó a dar el paso hacia una clínica de rehabilitación.

El exconductor del programa “Las rapiditas” en Multimedios afirmó “la iniciativa de que ingresara a una clínica provino directamente de mi familia y mi círculo más cercano”.

Su testimonio resalta la importancia de contar con un apoyo sólido en momentos de vulnerabilidad, especialmente cuando se trata de enfermedades complejas como las adicciones. “La verdad, me siento perfectamente bien y en completa recuperación”, afirmó Castillo, quien lleva más de tres meses en este camino hacia una vida saludable.

Mauricio Castillo subrayó que el proceso de pedir ayuda es fundamental, aunque no siempre sea sencillo. “No estamos acostumbrados a pedir ayuda”, reflexionó, haciendo un llamado a quienes enfrentan situaciones similares para que se apoyen en sus seres queridos.

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