México
Falta de protección infantil normaliza la violencia, alerta Educación con Rumbo
Ciudad de México.— La Organización, Educación con Rumbo, aseveró que la falta de cuidados, la ausencia de protección y la tensión por carencias físicas durante la infancia son factores que provocan inestabilidad en los menores, lo que a la larga puede transformarse en sofisticadas formas de violencia.
Paulina Amozurrutia directora de Educación con Rumbo sentenció “tenemos graves problemas en educación, seguridad, salud y no se está considerando el tema”.
Por su parte, Patricia Ganem, especialista en temas educativos y Coordinadora del Observatorio de Investigación de Educación con Rumbo, precisó que es alarmante observar el origen de conductas agresivas, que muchas veces se encuentra en los entornos emocionalmente más cercanos a los niños.
Lo cual, dijo, puede impactar en la estabilidad emocional de los menores durante su crecimiento y llevar a la normalización de la violencia. Esto se traduce en un traslape generacional de conductas violentas que afectan negativamente a nuestras sociedades.
Coinciden que es crucial proporcionar a los infantes las condiciones necesarias para que crezcan y se desarrollen de manera segura. Factores como la alimentación, la situación socioeconómica, la seguridad, los servicios de salud y la educación desempeñan un papel fundamental en este proceso.
En ese sentido, Ganem indicó que los hábitos alimentarios saludables están significativamente relacionados con un buen rendimiento académico y con la integridad estructural y funcional del tejido nervioso. Lamentablemente, México enfrenta serios desafíos en estos aspectos, indicó.
LEE Solicitan que en escuelas de educación básica se ofrezca preparatoria abierta con turno nocturno
Sustentada en datos oficiales, mencionó que de los 2,153,797 millones de niños nacidos en 2017, sólo 2,111,224 permanecen al cierre de este ciclo escolar, lo que significa que 42,573 niñas y niños de 6 años de edad están fuera de las aulas (INEGI, SEP, 2020).
En rueda de prensa expuso que México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, con 1 de cada 20 menores de 5 años padeciendo obesidad. Esta cifra aumenta a 1 de cada 3 en niños mayores de 5 años (UNICEF, S/F). Además, entre 2018 y 2020, la pobreza infantil y adolescente aumentó en un 2.3%, y 1 de cada 2 personas de entre 0 y 17 años se encuentra en condición de pobreza multidimensional (CONEVAL, 2020).
Adicionalmente, la vulnerabilidad ante una nueva emergencia sanitaria es evidente, ya que sólo entre el 60 y el 80 por ciento de la población mexicana tiene cobertura de vacunas y el 58% de los niños, niñas y adolescentes no tienen acceso a seguridad social.
El promedio nacional de percepción de inseguridad en la escuela es del 31.5% en general y del 37.1% para las mujeres. Ocho de cada diez niños acuden a la escuela sin desayunar adecuadamente, lo que impacta en su salud y rendimiento escolar. La cantidad de niños y adolescentes en edad escolar que se alimentan en las escuelas públicas creció un 21% entre 2014 y 2022 (INFOBAE, 2024).
“Se trata de 2,843,000 estudiantes de entre 5 y 17 años que reciben la primera comida del día en horario escolar, y 1,860,000 que almuerzan en el mismo ámbito; de ahí la importancia que tenían Programas como el de Escuelas de Tiempo Completo”, precisó Ganem.
Por su parte Amozurrutia, detalló que la crisis en materia de derechos humanos de los niños en México es también alarmante. Entre 2017 y 2022, 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes han sido víctimas del trabajo infantil. La violencia física contra niños, niñas y adolescentes en el país aumentó un 17% en el último año de referencia. Además, se estima que 21,000 niños son secuestrados anualmente con fines de explotación sexual, lo que posiciona a México en el primer lugar en generación de pornografía infantil y el tercer lugar en trata de personas. A esto se suma el preocupante hecho de que entre 2010 y 2021 se celebraron al menos 153,000 matrimonios infantiles forzados en México (La Lista, 2022). Por ello, urgió a que una de las obligaciones como Sociedad Civil es velar por los intereses de los niños como un derecho humano desde su nacimiento.
Desde Educación con Rumbo se ha insistido en lo imperativo que es abordar estos desafíos de manera integral y urgente. De ahí la necesidad de una reacción institucional del Gobierno de México a favor de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, adicionalmente hizo un llamado a que desde cada uno de los Poderes se impulsen acciones que permitan posicionar el tema de la defensa de los NNA en la agenda nacional:
a) En el legislativo para actualizar el marco jurídico de defensa de los derechos humanos.
b) En el Ejecutivo para reconocer el rezago e implementar políticas públicas.
c) En el judicial para garantizar la reparación del daño y la no repetición a las víctimas.
d) En los órganos autónomos en particular de la CNDH para rendir cuentas de cada una de las problemáticas.
e) En la agenda de los candidatos de cara al proceso electoral con propuesta de políticas públicas por grupo vulnerable.
ebv
México
¿Dar un celular antes de los 12 afecta la salud infantil?
Ciudad de México.- El uso excesivo de pantallas en niñas, niños y adolescentes no es un tema nuevo. Durante años, especialistas han advertido sobre sus efectos en la atención, el descanso y la salud emocional.
Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista Pediatrics suma una pregunta clave a esta pregunta: ¿la edad a la que un menor recibe su primer celular puede influir en su bienestar físico y emocional?

¿Qué reveló el estudio más reciente?
La investigación analizó datos de más de 10 mil 500 menores que participan en el estudio Adolescent Brain Cognitive Development, uno de los proyectos más amplios y prolongados sobre desarrollo cerebral infantil.
Los resultados indican que quienes recibieron un teléfono celular antes de los 12 años presentaron mayor probabilidad de experimentar:
Síntomas de depresión
Obesidad
Sueño insuficiente
Además, el riesgo aumentó conforme el acceso al celular ocurrió a una edad más temprana.

Los autores aclaran que el estudio no establece una relación directa de causa-efecto. No obstante, señalan que el uso temprano del celular suele estar asociado con menos actividad física, menor convivencia social y menos horas de descanso, hábitos que impactan la salud integral.
Otras investigaciones refuerzan estas preocupaciones. Un estudio de 2023 reveló que 17% de niños de 11 y 12 años con dispositivos en su habitación se despiertan por notificaciones durante la noche.
A ello se suma que más del 80% de menores entre 11 y 17 años no cumple con la actividad física diaria recomendada, en parte por el tiempo frente a pantallas.

Para los especialistas, la adolescencia es una etapa decisiva. Cambios sostenidos en sueño, movimiento y convivencia pueden dejar huella a largo plazo.
El psiquiatra infantil Ran Barzilay, investigador principal del nuevo estudio, lo resume con claridad:
“Cuando le das un teléfono a tu hijo, debes verlo como algo significativo para su salud y actuar en consecuencia”.
La ciencia aún no tiene una postura definitiva. Un análisis de 2020 encontró resultados inconsistentes entre el uso del celular y problemas como ansiedad o depresión.
Te puede interesar: La siesta infantil: un descanso que también cuida el sueño nocturno
Incluso, una investigación de la Universidad de Stanford señaló que niños que recibieron un celular antes de los 11 años no mostraron más dificultades de sueño o rendimiento escolar que quienes lo obtuvieron después.
Estas diferencias reflejan que el impacto del celular no depende solo de la edad, sino del contexto, el acompañamiento adulto y los hábitos familiares.
Un sondeo de 2024 reveló que tres de cada cuatro jóvenes de la Generación Z considera que las redes sociales afectan su salud mental.
Muchos reconocen sentirse más estresados o ansiosos tras su uso.
Ante este panorama, cada vez más padres optan por retrasar el acceso al celular, buscando reducir riesgos y fortalecer otras áreas del desarrollo.
¿Cómo saber si un niño está listo para su primer celular?
No existe una edad universal. Especialistas recomiendan evaluar cada caso y considerar factores como:
Nivel de responsabilidad
Madurez emocional
Capacidad para respetar reglas
Uso real que se dará al dispositivo

Aunque muchos padres entregan un celular entre los 11 y 12 años por motivos de comunicación, los expertos coinciden en que la preparación del menor es más importante que la edad.
¿El ejemplo empieza en casa?

El uso que los adultos hacen del celular también influye. El tiempo excesivo frente a pantallas puede afectar incluso a bebés y niños pequeños, especialmente en su socialización.
Revisar los hábitos familiares es un primer paso para construir una relación más sana con la tecnología.
ARH
México
La siesta infantil: un descanso que también cuida el sueño nocturno
Ciudad de México.- Un niño que no duerma la siesta puede parecer una solución práctica para asegurar que se acueste temprano, pero la ciencia empieza a decir lo contrario. Lejos de ser un obstáculo, el descanso diurno sigue siendo una pieza clave en el desarrollo infantil y, sorprendentemente, también puede mejorar el sueño nocturno.
¿Por qué la siesta es tan importante en los primeros años?
Desde los primeros meses de vida y hasta los cinco años, el cerebro infantil se encuentra en una etapa de crecimiento acelerado. En este proceso, la siesta cumple una función esencial para la memoria, la regulación emocional y el aprendizaje.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños de entre dos y cinco años duerman entre 10 y 13 horas diarias, sumando el descanso nocturno y las siestas. No se trata solo de cantidad, sino de calidad del sueño.
Este cuestionamiento conocido entre padres y educadores como el “dilema de la siesta”, ha generado inquietud durante años.
La investigadora en neurociencia Stéphanie Mazza, de la Universidad de Lyon-1, ha explicado que, aunque los beneficios cognitivos de la siesta están bien documentados, persiste el temor de que interfiera con el sueño nocturno o con el tiempo de aprendizaje.
Sin embargo, un estudio reciente difundido por The New Scientist aporta datos tranquilizadores.
¿Qué revela la ciencia sobre las siestas?

El equipo de Stéphanie Mazza analizó el comportamiento del sueño de 85 niños de entre dos y cinco años en seis centros preescolares de Francia. Durante una semana, los menores usaron pulseras medidoras del sueño y los padres llevaron un registro detallado de sus hábitos.
Los resultados son claros de acuerdo con el estudio: una hora adicional de siesta reduce el sueño nocturno solo 13.6 minutos y retrasa la hora de dormir apenas 6.4 minutos. En cambio, el beneficio es mayor: el tiempo total de descanso en 24 horas aumenta, en promedio, 45 minutos.
¿Hasta cuándo deberían dormir la siesta los niños?
Para la investigadora, la respuesta es sencilla y tranquilizadora: “Los padres no deberían preocuparse de si su hijo necesita dormir la siesta o no hasta los seis años”.

Esta postura es compartida por la mayoría de los especialistas en desarrollo infantil, quienes coinciden en que el descanso debe responder a las necesidades del niño, no a la presión del reloj.
Te puede interesar: De Guadalajara al podio mundial: la fuerza interior que llevó a Checo Pérez a desafiar lo imposible
¿Un hábito que también protege el bienestar emocional?
Más allá de los números, las siestas ofrecen un espacio de recuperación emocional, especialmente en entornos altamente estimulantes como guarderías o preescolares. En palabras de Mazza, “en lugar de considerarlas una molestia, las siestas deberían verse como una valiosa fuente de descanso”.
En tiempos donde la prisa marca la vida cotidiana, permitir que los niños duerman un poco más durante el día es, también, una forma de cuidar su salud integral y su desarrollo con calma. A veces, el mejor aprendizaje comienza con cerrar los ojos.
ARH
Historias que Conectan
De Guadalajara al podio mundial: la fuerza interior que llevó a Checo Pérez a desafiar lo imposible
La historia inspiradora de Sergio “Checo” Pérez no comienza en el rugido de un motor ni en el brillo de un podio. Comienza con un niño de Guadalajara que miraba el mundo desde un karting y se atrevió a soñar más grande que sus circunstancias. Un niño que, sin saberlo, un día representaría a un país entero en la máxima categoría del automovilismo.

Pero detrás del casco, de los reflectores y de los grandes premios hay un relato más profundo: el de un joven que dejó su hogar a los 14 años, que trabajó en un restaurante para poder comer, que vivió la soledad, el miedo y el desarraigo… y aun así, decidió no rendirse.

Hoy, Checo es más que un piloto; es un testimonio viviente de que la fe, la disciplina y el amor por la familia pueden llevarte más lejos que cualquier motor.

Los inicios: un sueño que nació en silencio
Nacido en Guadalajara en 1990, Sergio Michel Pérez Mendoza creció en una familia que entendió que los sueños se construyen con sacrificio. Desde pequeño, encontró en los karts un lenguaje que no necesitaba palabras: velocidad, concentración, intuición. Había algo en él, una mezcla de calma y valentía, que lo hacía diferente.

Pero los sueños grandes casi siempre piden pasos dolorosos. A los 14 años, mientras otros adolescentes cursaban la secundaria, Checo tomó una decisión que partiría su vida en dos: ir solo a Europa para convertirse en piloto profesional. Dejaba atrás amigos, costumbres, idioma y la seguridad del hogar. Su padre lo acompañó… pero al final del día, era un niño solo en Alemania, sosteniendo una ilusión enorme entre las manos.
Forjado en la adversidad: los años difíciles en Europa
La vida en Alemania no fue fácil. Checo no llegaba como estrella, sino como aprendiz. Había días en los que dormía en habitaciones frías, comía lo que podía pagar y trabajaba en un restaurante para completar sus gastos. Entre carreras, lavaba platos. Entre prácticas, aprendía alemán. Entre soledades, fortalecía su espíritu.
Esos años formaron su carácter. No había garantías, no había fiestas, no había comodidades. Pero había algo que nadie podía quitarle: la disciplina.
Si quería llegar a la Fórmula 1, debía ser constante. Debía ser mejor. Debía ser fuerte.
Y lo fue.
En esos momentos de silencio y duda, Checo aprendió el valor de la fe. Aprendió a confiar en algo más grande que él, a mantener la esperanza incluso cuando los resultados no llegaban.

Su llegada a la Fórmula 1: cuando el sueño se vuelve lucha
En 2011, el sueño se cumplió: Checo Pérez debutó en Fórmula 1 con Sauber. Sus primeros podios no tardaron en llegar, y de repente el mundo volteó a ver al mexicano silencioso que manejaba con una elegancia feroz y una inteligencia estratégica única.

Pero entonces llegó el año que pudo romperlo: McLaren.
Las expectativas eran altas, los resultados no. Las críticas fueron duras. Las puertas parecían cerrarse. Para muchos, ese año fue una caída. Pero para Checo fue una lección: el éxito no te define; te define lo que haces cuando no lo encuentras.

En lugar de rendirse, volvió a empezar. Force India y luego Racing Point serían el lugar donde recuperaría su fuego… y donde escribiría uno de los capítulos más hermosos de su carrera.


La victoria en Sakhir: el día en que México volvió a respirar
El Gran Premio de Sakhir 2020 es ya una parte permanente de la memoria mexicana.
Checo sufrió un choque en la primera vuelta. Cayó hasta el último lugar. Y aun así, vuelta tras vuelta, adelantamiento tras adelantamiento, construyó una remontada que parecía imposible.
Y ganó.
Después de 50 años sin una victoria mexicana en Fórmula 1, Checo levantó la bandera, levantó a un país y se levantó a sí mismo.
Ese triunfo no solo fue histórico: abrió la puerta que cambiaría su destino para siempre.
Red Bull lo llamó.
La historia estaba por comenzar de nuevo.

Red Bull y la nueva etapa: disciplina, madurez y propósito
Unirse al equipo más dominante de la F1 no es fácil. Hay presión, expectativas, comparaciones constantes. Pero Checo no llegó para imitar a nadie: llegó para cumplir un rol único.
Se volvió el aliado clave, el corredor que sostiene estrategias, que defiende posiciones imposibles, que arriesga cuando debe y que mantiene la calma cuando otros se quiebran.

Su manejo defensivo se convirtió en leyenda. Su inteligencia de carrera, en un arma estratégica indispensable.
Pero, sobre todo, Checo mostró madurez. Mostró que un piloto no es solo velocidad: es estabilidad emocional, trabajo constante, humildad y fe.

Fuera de la pista, su brújula siempre ha sido la misma: su familia.
Carola Martínez y sus hijos le recuerdan quién es y por qué lucha. Entre viajes, conferencias y carreras, Checo siempre regresa a ese núcleo donde nada tiene que ver con el ruido del mundo, sino con la verdad que lo sostiene.
Los valores que lo sostienen: familia, fe y convicción
Checo no presume sus valores; los vive.
Quien lo ha escuchado en entrevistas sabe que su fe es discreta pero esencial. Y que su familia es su motor más poderoso.

Ha dicho en varias ocasiones que su mayor miedo no es perder una carrera, sino no estar a la altura de lo que sus hijos piensan de él. Que su mayor victoria es volver a casa con paz. Y que la disciplina que lo llevó lejos no nació en un paddock, sino en los principios que aprendió en su hogar.
Por eso su historia inspira. Porque detrás del casco hay un hombre que nunca olvidó quién era.
El mensaje para México y para cualquiera que enfrenta una batalla silenciosa
La historia inspiradora de Checo Pérez no es solo la de un piloto. Es la de un niño que se fue antes de tiempo, la de un joven que aguantó la soledad y la incertidumbre, la de un hombre que decidió no rendirse cuando parecía que todo se derrumbaba.
Su trayectoria nos recuerda que los sueños duelen, pero también transforman.
Que la fe sostiene cuando las fuerzas fallan. Que la familia es el lugar donde siempre se vuelve.
Y que la verdadera victoria está en ser fiel a lo que uno es, incluso cuando el mundo entero te pide ser otra cosa.
Checo no solo corre. Inspira.
Y eso lo convierte en uno de los símbolos más profundos del espíritu mexicano.

⭐ Invitación a seguirlo
Si su historia te movió, sigue de cerca el camino de Checo Pérez. Detrás de cada carrera hay un hombre que inspira con su disciplina, su amor por la familia y su convicción inquebrantable.
Síguelo en sus redes sociales:
- Instagram: @schecoperez
- X / Twitter: @SChecoPerez
- Facebook: Sergio ‘Checo’ Pérez
Acompañarlo es celebrar lo mejor de México.
México
Playas limpias: menos contaminación y más espacios seguros para vacacionar
Ciudad de México.- El mar también da buenas noticias. A días del periodo vacacional invernal, México muestra un avance claro en el cuidado de sus playas y en la protección de la salud pública.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la Secretaría de Medio Ambiente informan que 283 de 289 playas mexicanas son aptas para uso recreativo. El dato surge del Tercer Monitoreo 2025 de la Calidad del Agua de Mar y refleja una reducción sostenida de la contaminación.

El reporte se difundió mediante la aplicación móvil “Playas Mx”, una herramienta pública que permite a turistas y comunidades conocer el estado sanitario de las costas mexicanas.
¿Qué sucedió?
Además, durante el periodo prevacacional, autoridades sanitarias realizaron un amplio muestreo en las costas del país.

Las Áreas de Protección contra Riesgos Sanitarios y la Red Nacional de Laboratorios analizaron 2 mil 233 muestras de agua.
Asimismo, el monitoreo cubrió 289 playas ubicadas en 76 destinos turísticos de 17 estados costeros.
Los análisis midieron enterococos fecales, un indicador internacional de contaminación microbiológica.

Además, la Organización Mundial de la Salud establece un límite de 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua.
Los resultados muestran que el 98 por ciento de las playas cumple con ese criterio.
El número de playas no aptas bajó de 16 a seis, respecto al monitoreo del 17 de julio.
La autoridad confirma así que se reduce la contaminación en playas de México.
Playas que recuperaron su estatus
El informe destaca un cambio positivo en 14 playas que antes no eran aptas.
Tras acciones de vigilancia y saneamiento, estas zonas ahora permiten actividades recreativas.
Entre ellas figuran El Real, en Colima; Caletilla, Hornos, Carabalí y Papagayo, en Guerrero.
También aparecen Playa del Cuale y Camarones, en Jalisco.
Michoacán suma varios casos, como Nexpa, Boca de Apiza, Jardín-Eréndira y Caleta de Campos.

Oaxaca aporta Bocana, mientras otras playas completan la lista nacional.
El cambio refleja coordinación institucional y trabajo local en limpieza y control de descargas.
Las playas que requieren atención
Seis playas no cumplen todavía con el criterio sanitario.
Las autoridades identifican Tijuana, en Baja California, y Mismaloya, en Jalisco.
También figuran El Veneno y San Francisco, en Sonora; Barra del Tordo, en Tamaulipas, y José Martí, en Veracruz.

Cofepris coordina acciones con Comités de Playas para mejorar sus condiciones.
El objetivo apunta a reducir riesgos y recuperar estos espacios para las comunidades.
¿Por qué importa?
Las playas sanas impactan en la salud, el turismo y la economía local.
Cada mejora refleja inversión pública, participación social y conciencia ambiental.
Las autoridades llaman a consultar información oficial y a mantener limpias las zonas costeras.
El cuidado del mar se construye con datos, vigilancia y corresponsabilidad ciudadana.
México avanza, playa por playa, hacia un litoral más seguro y compartido.
ARH
-
Historias que Conectanhace 3 díasDe Guadalajara al podio mundial: la fuerza interior que llevó a Checo Pérez a desafiar lo imposible
-
Cienciahace 3 díasAnddy Diga y el poder oculto del canto: lo que activa en tu cerebro y tu corazón
-
Estadoshace 3 días“Crimen organizado recluta jóvenes en internet”
-
CDMXhace 3 días¿Se cobran las mastografías en el sistema de Salud capitalino?


