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Obispos emiten guía para hospitales sobre tratamientos de cambio de sexo
Washington.— El Comité de Doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) emitió una declaración que brinda criterios morales a las instituciones católicas de atención médica para discernir qué intervenciones médicas promueven el auténtico bien de la persona humana y cuáles son de hecho perjudiciales.
En un comunicado, el comité de doctrina, aprobado el 15 de marzo, reconoce que la tecnología moderna ofrece intervenciones químicas, quirúrgicas y genéticas para el funcionamiento del cuerpo humano, así como para modificar su apariencia.
“Si bien estos desarrollos han llevado a la cura de muchas enfermedades y prometen más, la tecnología moderna también produce intervenciones que son perjudiciales para el verdadero florecimiento de la persona humana. Como ejemplo de preocupación inmediata, el comité cita las intervenciones defendidas por muchos en la sociedad como tratamientos para lo que se denomina “disforia de género” o “incongruencia de género”.
Estas intervenciones, explica el comité, implican el uso de técnicas quirúrgicas o químicas que tienen como objetivo el intercambio de las características sexuales del cuerpo de un paciente por las del sexo opuesto o para simulaciones de las mismas.
Si bien afirma que los servicios católicos de atención médica “deben emplear todos los recursos apropiados para mitigar el sufrimiento de quienes luchan contra la incongruencia de género”, el comité afirma que los medios utilizados “deben respetar el orden fundamental del cuerpo humano” o, de lo contrario, la persona humana no será ayudado, sino más bien perjudicado.
La declaración del comité, que se desarrolló en consulta con numerosas partes, incluidos especialistas en ética médica, médicos, psicólogos y teólogos morales, enfatizó que “los servicios católicos de atención médica están llamados a proporcionar un modelo de promoción del auténtico bien de la persona humana. Para cumplir con este deber, todos los que colaboran en la pastoral católica de la salud deben esforzarse, utilizando todos los medios apropiados a su alcance, para brindar la mejor atención médica”.
ebv