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Salsas para boneless y alitas de pollo: una explosión de sabores
Los boneless son trocitos de pechuga de pollo que se hacen casi siempre empanizados y fritos y se sirven con las más diversas salsas. Junto con las alitas de pollo, se usan como tapas y para picar en fiestas o reuniones varias. Hoy se hará un recorrido por las más diversas mezclas con las que se pueden acompañar estos bocadillos.
Para obtener las mejores salsas para boneless no hay que perderse detalle de lo que sigue.
Por lo general, los boneless se compran ya empaquetados y listos para freír, pero si se quieren hacer en casa, solo basta comprar pechuga de pollo, deshuesarla y picar en finos trozos.
Se adereza con ajo, sal, pimienta y perejil, se pasan por harina, luego huevo batido y, por último, pan molido. Luego se fríen en aceite de maíz y soja bien caliente. Lo mismo puede hacerse con las alitas de pollo. Se pueden aderezar con las salsas que se ofrecen a continuación.
Al estilo texano
Salsa búfalo
Esta salsa es sencilla y se prepará en un santiamén. Basta mezclar media taza de salsa tabasco u otra salsa picante con una taza de salsa kétchup y media taza de mantequilla derretida. Se sirve con perejil picado y semillas de sésamo. Aunque las semillas son opcionales.
Salsa ranch
En una batidora se mezcla mayonesa y salsa agria en partes iguales, perejil, cebollas verdes, huevo duro, ajo en polvo, sal y pimienta. Esta salsa es muy famosa en Estados Unidos y se usa no solo para las alitas y los boneless de pollo, sino para hamburguesas, ensaladas y sándwiches.
El Mediterráneo presente
Salsa italiana
Esta es una salsa sencilla de preparar. Basta sofreír ajo y cebolla en aceite de oliva, agregar tomates procesados o troceados finamente y cocinar por unos 10 minutos con sal, peperoncini (si se desea picante), albahaca y orégano.
Pesto de tomates secos
El pesto se hace con aceite de oliva, albahaca, piñones de pino (o nueces) que se procesan con queso parmesano, pero si se le agregan tomates secos previamente hidratados se da un toque único para acompañar las alitas y los boneless.
Mostaza dulce y picante
Se hace con una base de mostaza de Dijon, miel y salsas de tabasco que se procesan se sirve con cilantro picado para untar las alitas y los boneless en ella.
Un toque de Asia
Salsa teriyaki
Esta salsa es muy saborizada y se usan solo cuatro ingredientes básicos (aunque se pueden ampliar según el gusto) Una taza de salsa de soja, un cuarto de taza de azúcar, un cuarto de taza de mirin o vinagre de arroz, un cuarto de taza de sake o licor de arroz.
Basta mezclar estos ingredientes en una cazuela y cocinar hasta que se reduzca y espese. Muchos mercados con productos orientales la venden ya envasada.
Salsa agridulce
Usada para los rollitos primavera, se puede utilizar también para el pollo. Se vende preparada en supermercados con productos asiáticos. Pero para hacerla en casa basta mezclar azúcar, vinagre de arroz, agua, salsa de soja y kétchup con fécula de maíz y cocinar hasta que espese. Existen otras versiones con especias como la guindilla, el jengibre y el clavo. Se puede cambiar el vinagre de arroz por vinagre de manzana, de vino blanco o el zumo de limón. El toque picante es opcional.
De América y El Caribe
Chimichurri
El chimichurri usado en los asados de Chile y Argentina va genial con las alitas y los boneless. Basta con procesar perejil, orégano, ajo, aceite, aguacate (opcional), cebolla, pimiento rojo, sal y pimienta y poner en una taza junto a las carnes para que los invitados se sirvan a gusto.
Todo El Caribe
Para un sabor del Caribe como Puerto Rico, Cuba, Haití y Jamaica hay que mezclar tamarindo o pasta de tamarindo envasada con clavo, canela, nuez moscada, aceite, ajo, perejil, pimienta, sal, cebolla y pimiento y procesar hasta que quede cremosa.
Una opción es cambiar el tamarindo por mango. La explosión de sabores es indescriptible. Esta salsa sirve para macerar carnes o mariscos antes de asarlos en una parrilla, pero va genial con alitas de pollo o boneless.
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