Cultura
Ara Malikian no quería ser violinista
México.- La mayoría de los músicos elige el instrumento que será representativo en su carrera, el que expresará de una mejor manera sus emociones y su arte, pero ese no fue el caso de Ara Malikian.
Al virtuoso violinista no le dieron oportunidad de escoger, su padre decidió su destino.
Mi padre era un enamorado del violín y cuando yo nací, él me puso un violín en la barbilla y ahí se me quedó. Nunca tomé la decisión de ser violinista o no, tampoco decidí si quería vivir del violín o no, lo hice debido a las circunstancias y porque siempre formó parte de mi vida”.
Aunque tiene una vasta colección de violines, incluso algunos en edad de 300 años, existe uno especial, aquel que lo acompaña durante sus conciertos importantes.
Data de 1924, fue de su abuelo y se lo obsequió su padre cuando él tenía 15 años.
Es frágil y requiere de muchos cuidados especiales, aunque el músico no siempre tiene el tiempo para hacerlo.
El cambio de cuerdas tiene que ser a menudo para que suenen bien, mientras que las cerdas del arco deben renovarse cada tres o cuatro conciertos.
Mi abuelo nunca fue violinista. Él sobrevivió al genocidio armenio en el que murieron más de un millón y medio de personas. Mi abuelo perdió a toda su familia, pero pudo salvar su vida gracias a este violín.
Se lo dio un señor mayor para que fingiera ser parte de un grupo musical, sólo así logró huir a Líbano donde tuvo a su primer hijo y formó su propia familia”.
El libanés Ara Malikian se encuentra en México porque este 30 de mayo presentará su espectáculo Royal garage world tour en uno de los recintos más importantes de la capital del país y en el que rinde homenaje al lugar donde comenzó a crear música: el garage de su casa.
“En el Líbano de los años 70, cuando empezó la guerra, la población tenía que resguardarse en lugares seguros como cocheras subterráneas, sótanos”, recordó el músico.
Debido a que pasaban semanas y hasta meses al interior, había que ocuparse en alguna actividad para no estar tristes, preocupados, asustados y estresados.
Fue entonces que su padre bajó lo más valioso que tenía y eran sus instrumentos. Le pidió que tocara y cuando lo hizo, sucedió la magia.
“Me di cuenta del poder que tiene la música, de cómo ésta puede transformar a las personas, pues observé que cambió el ánimo de los vecinos al escucharme, saqué una sonrisa de sus rostros.
“Unos empezaron a bailar, otros a tocar otros instrumentos y dentro de esta situación tan dramática, empezamos a hacer una fiesta, a tener más alegría. A partir de ahí, me di cuenta de lo necesario que es la música en nuestra vida”, destacó.
Aunque el garage lucía oscuro, sucio, lleno de ratas y cucarachas, para Ara Malikian significaba un sitio de lujo, pues fue ahí donde empezó su amor por la música. Lo primero que tocó fueron temas alegres tradicionales, tanto libaneses como armenios.
“Con el tiempo me fui haciendo de una formación clásica porque mi padre amaba este tipo de música. Ya después me fui en otras direcciones, en otras culturas y estilos que abrieron mi horizonte”.
TE PUEDE INTERESAR: Del Toro ya está en casa con sus monstruos
Ejecutar el violín, sentirlo, vibrarlo y vivirlo fue un aprendizaje a largo plazo para Ara Malikian, quien a sus 50 años es poseedor de los mejores reconocimientos en el arte musical.
“Cuando al principio subía al escenario, me ponía nervioso, me daba miedo y sentía mucha responsabilidad sobre si lo que haría estaría bien o mal, si me equivocaría, si al público le iba a gustar”.
Lo que importa ahora, dice, “es lo que sale del instrumento, del cuerpo. Se trata de crear una energía, una magia para que el momento sea inolvidable, de trance, de meditación para mí y para el público, para que la experiencia valga la pena en aquellas personas que pagaron para ir a verte, porque no van a criticarte, van a disfrutarte”.
En su espectáculo Royal garage world tour tocará temas de Bach y Chaikovski, pero también de pop y rock con exponentes como Led Zeppelin, Jimi Hendrix y Björk, al igual que sus propias composiciones y aquellas que grabó en colaboración con Andrés Calamaro, Enrique Bunbury y Serj Tankian para su más reciente disco Royal garage.
En honor a México también tiene algo preparado, pues se declara admirador de varias obras del género folclórico y de compositores como Manuel M. Ponce.
“La manera en que los mariachis hacen música con el violín, es muy enriquecedor e inspirador. Tocaré una ranchera, muy a mi estilo, porque me emociona muchísimo”.
El rockstar del violín resaltó que cada vez más personas se interesan por asistir a conciertos con este instrumento que siempre ha estado ligado a la música clásica, aunque no lo es así.
“Se ha hecho creer que para disfrutar la música clásica se debe ser un entendido de ella y no soy de esa opinión. Por difundirse así, el público joven tiene miedo de acudir a los espectáculos de violín, pues piensan que si no entienden, no podrán disfrutar”.
Subrayó que el violín es un instrumento de amplias posibilidades. Con él se puede tocar lo clásico, el jazz, lo folclórico, el rock y música de todos los estilos y culturas del mundo, incluso el reggaetón y la música urbana, como lo hizo en su más reciente álbum.
“Cuando vives en el mundo de la música clásica, te enseñan a rechazar otro tipo de géneros, pues te dicen que cualquiera siempre será menor. Sin embargo, yo he aprendido a deshacerme de estas etiquetas, para mí no hay música menor ni música mayor, es la manera en que interpretas y se lo ofreces al público”.
El reggaetón es un ritmo muy popular en la actualidad, pero también muy criticado. Ara Malikian se deshizo de todo prejuicio y apostó por él a través del tema Falafel. Lo hizo con instrumentos de cuerda y le quedó tan bien que hoy lo tiene sumamente contento.
“No hay que tener prejuicios en la música. Hay un tipo de música que te llega y otra no porque somos seres humanos, tenemos diferentes gustos. A ti te gusta un color y a él otro; tú prefieres un pintor y el de enfrente a otro. No es sano cerrarse, siempre se puede experimentar y darle una oportunidad”.
El artista que ensaya por lo menos tres horas al día, ha tocado casi de todo, pero aún le falta, sobre todo explorar más la música folclórica mexicana.
“El mundo es tan grande y rico que para tocar todo se tendrían que vivir cien vidas”, dijo mientras se alista para su espectáculo en el Auditorio Nacional y después viajará a Guadalajara, Torreón y Durango.
EFE
Ara Malikian
npq
Dejanos un comentario:
Cultura
Curiosidades sobre “cinco locos” protagonistas de la Revolución Mexicana
Anécdotas que quizá no conocías
Ciudad de México.- La historia oficial de la Revolución Mexicana ha consolidado figuras míticas, pero detrás de ellas hay anécdotas y detalles que rara vez se cuentan. Por generaciones, los líderes revolucionarios han sido vistos como héroes o villanos, pero detrás de sus hazañas hay curiosidades sorprendentes que muestran un lado más humano.
Alejandro Rosas, divulgador de la historia, recopila algunos de los momentos más insólitos de los principales protagonistas y nos ofrece un vistazo inusual a estos caudillos en su conferencia “De Madero a Obregón: Cinco locos en la Revolución Mexicana”.
Pancho Villa: de estrella de Hollywood a caudillo impredecible
En 1914, Villa firmó un contrato con la Mutual Film Company para grabar sus batallas. Según Rosas, “le pagaron por adelantado con la condición de que realizara sus enfrentamientos de día para poder filmarlos con las rudimentarias cámaras de la época”. Esto lo convirtió en una de las primeras estrellas internacionales de Hollywood y utilizó ese dinero para financiar la Revolución.
Pero Villa también era impredecible. “Un día podía ordenar la ejecución de todos los hombres de un pueblo porque lo vieron feo, y al siguiente adoptar niños o construir escuelas”, comenta Rosas. Esta dualidad lo hizo tan temido como admirado.
Emiliano Zapata: amante de la buena vida
Lejos de la imagen de campesino humilde, Zapata disfrutaba del buen vivir. “Su comida favorita era la francesa, que degustaba en restaurantes de Cuernavaca, y fumaba habanos importados”, señala Rosas. Incluso, tras una buena cosecha de sandías, prefirió gastar las ganancias en adornos de plata para su traje de charro.
Además, su visión sobre la tierra era única. Zapata decidió repartir terrenos en Morelos usando mapas virreinales. “No aceptó mediciones modernas. Todo se delimitó por árboles, ríos o peñascos, como en la época colonial”, explica el historiador de la Revolución Mexicana.
Venustiano Carranza: el nuevo Juárez y su despedida premonitoria
Carranza veía a Benito Juárez como su modelo a seguir. Según Rosas, “gobernó desde Veracruz porque ahí había estado Juárez durante la Intervención Francesa, y usó las mismas oficinas del Edificio de Faros”. Incluso adoptó leyes juaristas para legitimar su lucha revolucionaria.
La noche antes de su asesinato en Tlaxcalantongo, Carranza pronunció una frase inquietante: “Dios esté con nosotros las próximas 24 horas”. Para Rosas, esta despedida tiene un paralelismo con Miramón antes de ser ejecutado en Querétaro.
Francisco I. Madero: el Inocente
Madero practicaba espiritismo desde joven. En su casa, dirigía sesiones donde los espíritus le dictaban reglas de vida. “Construyó un salón sin clavos ni tornillos porque creía que el metal interfería con las energías espirituales”, revela Rosas.
Otro detalle curioso es su acta de defunción. En lugar de aparecer como Francisco Ignacio Madero, fue registrado como “Inocencio”. Según el estudioso de la Revolución Mexicana, este cambio fue una burla intencionada de quienes redactaron el documento tras su asesinato.
Álvaro Obregón: el estratega que bromeaba con su tragedia
Tras perder el brazo en batalla, Obregón convirtió su tragedia en humor. “Decía que su mano aparecería si alguien lanzaba una moneda de oro donde había caído, como un ave gigante que la atraparía”, cuenta Rosas.
Villa intentó fusilarlo tres veces, pero Obregón siempre escapó gracias a su habilidad para negociar. “Con su labia y la intervención de aliados, logró salvarse cada vez, demostrando su capacidad para manejar tensiones políticas”, señala el historiador.
El lado humano detrás del mito
Estos caudillos fueron figuras complejas, con luces y sombras que enriquecen la visión histórica. Como concluye Rosas, “sus locuras eran reflejo de un México desquiciado por el caos de la Revolución, donde la violencia era parte de la vida cotidiana”.
¿Quién dijo que la historia es aburrida? Estos datos curiosos demuestran que los protagonistas de la Revolución Mexicana son tan fascinantes como las batallas que libraron.
npq
Sigue nuestro canal de WhatsApp, la mejor información a tu celular
Ciudad de México.- Inició la temporada de El lago de los cisnes en el Palacio de Bellas Artes, a cargo de la Compañía Nacional de Danza (CND), con funciones agotadas como es costumbre desde hace décadas. Este año se trata de una nueva versión coreográfica a cargo de Cuauhtémoc Nájera.
Los roles principales fueron interpretados por Yoalli Sousa como Odette – Odile, Alejandro Mendoza como el Príncipe Sígfrido y Yubal Morales como el hechicero VonRothbart.
La nueva versión de la CND
¿Por qué es tan éxitos el ballet El lago de los cisnes? todos tenemos algo de los personajes y nos podemos identificar con su destino por sus decisiones equivocadas, expresó el coreógrafo y director de la CND, Cuauhtémoc Nájera.
“Lago de los cisnes es una historia universal que a más de 100 años de su estreno sigue estando vigente, sigue llenando los teatros, aunque parece una historia fantástica, bonita de hermosas cisnes, es una historia actual de hombres y mujeres viviendo las consecuencias de sus decisiones, Odette, Von Rothbart y Sigfrido podrían ser cualquiera de nosotros, que en cualquier momento pagamos las consecuencia de nuestra decisión, las consecuencias de no ser capaces de controlar nuestros impulsos o de no mantener nuestros juramentos, todos tenemos algo de Odette o de Sigfrido o de Von Rothbart”.
TE RECOMENDAMOS: Todos los niños merecen un hogar
¿Quién es Odette?
Nájera describe la metáfora del cisne.
“Una persona, en específico una mujer que se niega a una imposición, que rechaza a un hombre y por lo tanto debe pagar toda su vida con un castigo. Es cualquier persona de hoy pagando las consecuencias de respetar su dignidad, es cualquier mujer de hoy enfrentado las consecuencias de defender sus decisiones. Si los creadores originales hubiesen nacido en 2001, esta historia correría por redes sociales, pero sería la misma”.
Para esta versión, afirma el maestro Nájera, se buscó no hacer una coreografía contemporánea, sino enaltecer la esencia de cada personaje, develar su parte humana con un lenguaje artístico tradicional.
La temporada 2024 de El lago de los cisnes se presentará hasta el 17 de noviembre.
npq
Sigue nuestro canal de WhatsApp, la mejor información a tu celular
Cultura
¿Cuál es el significado de la ofrenda de Día de Muertos?
¿Qué significado tienen sus elementos?
Ciudad de México.- La ofrenda o el altar de muertos es un elemento fundamental en las tradiciones mexicanas, es la representación de la visión que tenemos los mexicanos de la muerte y cómo se plasma en forma armónica.
Aunque tiene un sentido solemne, es festiva, jocosa, religiosa, es un culto que pervive.
Los deudos -las personas que han perdido un ser querido-, tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia y consolarlos y reconfortarlos por la pérdida.
Esto ocurre el 1 y 2 de noviembre.
Estos son los elementos que lleva la ofrenda
El altar del Día de Muertos u ofrenda debe de constar de siete niveles o escalones que representan los pasos que debe cubrir el alma de un muerto para poder descansar, pero, generalmente se retoman tres o cuatro principales, la decisión está en la persona que lo realiza.
En el primer escalón se pone la foto del santo o virgen de la devoción, para bendecir el altar; el segundo está dedicado a las ánimas del purgatorio, mientras que el tercero se pone la sal para los niños del purgatorio.
En el cuarto nivel se coloca el pan de muerto, el cual es adornado con azúcar de colores que simula la sangre; en el quinto se pone la comida y la fruta que fueron los preferidos por el difunto; en el sexto la foto del difunto y a quien se dedica el altar, mientras que en el último se coloca una cruz o un rosario.
Los altares más tradicionales llevan un arco hecho de carrizo o palma, el cual es decorado con flores que simbolizan la puerta de entrada al mundo de los muertos; se ponen también flores, las cuales son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; la flor amarilla, la tierra, y la morada el luto.
La flor de cempasúchil es uno de los elementos principales.
TE RECOMENDAMOS: Día de Muertos lo que debes saber
¿Qué significa cada elemento de la ofrenda?
Las velas con sus llamas representan la ascensión del espíritu; también significan luz, guía del camino; las cadenas de papel morado y amarillo significan la unión entre la vida y la muerte. Otro de los elementos es el papel picado, que da colorido y hace alusión a la alegría de vivir.
El cirio representa el alma sola; el incienso de copal, cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte; las frutas son la ofrenda que brinda la naturaleza, generalmente son naranjas, tejocotes, plátanos y guayabas.
Como en toda ofrenda, no pueden faltar las calaveras de azúcar que son una costumbre indígena; el agua que da vida y energía para el camino; los platillos con las que se trata de agradar al difunto compartiendo los alimentos que en vida degustaba.
No puede faltar la fotografía de la persona a quien se dedica el tributo; un Cristo para que haya bendiciones; sal para que el cuerpo no se corrompa y como protección de los malos espíritus; también objetos personales del difunto como su ropa, con la finalidad de que el alma pueda recordar los momentos de su vida.
En el caso de los niños, se colocan sus juguetes preferidos.
En algunos casos se agregan bebidas alcohólicas como tequila, rompope y pulque, servidos en recipientes de barro, utilizados para mantener un enfoque tradicional.
Como toque personal, se colocan infinidad de adornos alusivos a la muerte, los cuales han surgido del arte popular mexicano como figuras representando escenas de la vida cotidiana con esqueletos como personajes realizados en alfeñique, cartonería, madera, barro o yeso.
El Día de Muertos es una festividad catalogada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
npq
Cultura
El Altar de muertos tradicional ¿Cuáles son sus elementos?
Una representación del sincretismo indígena y colonial
Ciudad de México.- Un colorido ritual que evoca a la memoria es la ofrenda o altar de muertos que se colocan con motivo del Día de Muertos en los hogares mexicanos, las cuales representan una forma de reencontrarse con los difuntos y compartir con ellos el pan, el agua, la sal, el azúcar, las frutas .
La ofrenda a los muertos que se pone en las casas de muchas familias mexicanas, y cuyos elementos principales, como las flores, los alimentos que gustaban al difunto, las calaveritas y el pan hecho en casa, han variado con el paso de los años. Pero el altar de muertos que aun se conserva tiene elementos imprescindibles como el cempasúchil y el copal, de origen prehispánico.
El altar de muertos es un tipo de escenografía en la que participan nuestros muertos, que llegan a beber, comer, descansar y convivir como una forma de dialogar con su recuerdo y su vida.
Ofrenda
Los altares de muertos como los conocemos en la actualidad son un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo: una mezcla cultural en la que los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; y los indígenas agregaron el sahumerio con su copal, la comida y la flor de cempasúchil.
Durante los dos primeros días de noviembre, a los muertos se les recibe con elementos naturales, frugales e intangibles, además se incluyen las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal.
Las fragancias del copal y el incienso se usan para limpiar el lugar de los malos espíritus y evitar peligro alguno a quienes regresan a su casa.
El agua, sal, azúcar, velas o veladoras, copal, incienso, flores, petate, izcuintle, pan, gollete y cañas son algunos elementos imprescindibles que deben llevar las ofrendas para conservar su encanto espiritual.
Cada uno de ellos tiene su propio significado, por ejemplo, el agua representa la fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para saciar su sed después del largo recorrido y para que fortalezcan su regreso, mientras que la sal sirve para que el alma no se corrompa en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
También se puede colocar un aguamanil, jabón y toalla por si el ánima necesita lavarse las manos después del largo viaje.
La luz de las velas
La luz que producen las velas representa la esperanza y la fe, una guía para que los difuntos puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada.
En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.
Si los cirios o los candeleros son morados es señal de duelo; y si se ponen cuatro en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino a su casa.
Las calaveritas
Las típicas calaveritas de azúcar no pueden faltar en la ofrenda; nos recuerdan, de forma colorida, a la muerte; las más pequeñas son dedicadas a la Santísima Trinidad y la grande al Padre Eterno.
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses, pues el incienso fue traído por los españoles; las fragancias de ambos subliman la oración o alabanza, se usan para limpiar el lugar de los malos espíritus y evitar peligro alguno a quienes regresan a su casa.
Las flores
Por sus colores y estelas aromáticas, las flores son símbolo de la festividad, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima.
Las más tradicionales son el alhelí y la nube, que su color significa pureza y ternura y suelen acompañan a las ánimas de los niños; así como la de cempasúchil, que en muchos lugares se acostumbra a desojarla y poner caminos de pétalos para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.
Por sus colores y estelas aromáticas, las flores son símbolo de la festividad, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima.
Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja, pero en esta celebración funciona para que las ánimas descansen o bien, de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda.
El licor es para que recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y se decida a visitarnos, mientras que una cruz grande de ceniza sirve para que al llegar el ánima hasta el altar pueda expiar sus culpas pendientes.
El camino al Mictlán
En los altares dedicados a los niños, no debe faltar el perrito izcuintle en juguete, para que sus ánimas se sientan contentas al llegar al banquete.
De acuerdo con la creencia, el perrito izcuintle es el que los ayuda a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al Mictlán.
El Pan de Muerto
Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar de muertos representa el ofrecimiento fraternal; la Iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”.
Los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña, estos simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.
La comida
En las ofrendas también se acostumbra colocar fotografías de quienes ya no están, la imagen de las ánimas del purgatorio, imágenes de santos, frutas, dulce de calabaza, calaveras de azúcar, licor, una cruz grande de ceniza y los platillos favoritos del difunto.
El mole con pollo, gallina o guajolote es la comida favorita que ponen en el altar muchos indígenas de todo el país, aunque también le agregan barbacoa con todo y consomé.
Esos platillos son esa estela de aromas, el banquete de la cocina en honor a los seres recordados, pues la buena comida tiene por objeto deleitar al ánima que visita a sus familiares.
También se puede incluir el chocolate de agua; la tradición prehispánica dice que los invitados tomaban esa bebida que usaba el difunto para bañarse, de manera que los visitantes se impregnaban de la esencia del difunto.
Las ánimas
Para recibir a las ánimas, el altar se adorna con papel picado, telas de seda y satín donde descansan también figuras de barro, incensario o ropa limpia.
En la mayoría de los hogares campesinos de extracción mestiza o indígena, y aún entre algunas familias urbanas, el 31 de octubre se elabora la ofrenda dedicada a los niños o “angelitos”.
Sus ánimas llegan el 1 de noviembre para nutrirse de la esencia y el olor de los alimentos que sus padres les prepararon.
A diferencia de los altares para los adultos, éstos se caracterizan por que la mayoría de sus elementos son blancos y en escala pequeña, se colocan alimentos sin picante, dulces y juguetes.
npq