La mayoría de los cambios se deben a la introducción de nuevas especies tras la reconexión con el Atlántico.
El descubrimiento abre nuevas preguntas sobre la biodiversidad urbana y el impacto de especies que no se creían capaces de prosperar en CDMX.
“También estamos buscando marcas de corte identificables en los huesos que podrían confirmar estas interacciones”.
Los autores del estudio concluyen que el acetato de glatiramero podría ser reutilizado como tratamiento para lesiones cardíacas.
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