Cultura
A este gobierno no le interesa la cultura: Giménez Cacho
México.- La prioridad de este gobierno no es la cultura y quedó demostrado con el recorte de presupuesto asignado para este año a la Secretaría de Cultura, afirmó el actor Daniel Giménez Cacho.
“Aunque la secretaria (Alejandra Frausto) dice que la cultura es una gran herramienta para la paz y que tienen muchos proyectos de desarrollos comunitarios, no me queda claro que sea verdad, puesto que se carece del presupuesto exigido”, subrayó.
Giménez Cacho, quien es uno de los actores más reconocidos en este país y el extranjero por su desempeño en películas, teatro y series de televisión, consideró que es bueno polarizar los recursos hacia quienes no han sido favorecidos.
“Sin embargo, me parece una cosa compleja, porque se debe tener una estructura de crecimiento, educación y descentralización, no puede ser una ocurrencia de momento, son proyectos a largo plazo”.
El sistema de cultura nacional, indicó el también activista, “venía muy vapuleado de otros sexenios y de pronto veo muchas ocurrencias como la de quita el dinero aquí y ponlo allá, pero no siento que esté claro”.
En opinión del actor, la prioridad que debe tener el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador es la de reforzar los sistemas de cultura del Estado.
“Las estructuras funcionan con deficiencias, pero hay que mejorarlas, ampliarlas y darles autonomía. Al Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes), por ejemplo, hay que fortalecerlo y ampliarlo. Ha funcionado más o menos bien, pero puede estar mejor”.
En el terreno de la educación, Giménez Cacho, ganador en cinco ocasiones del premio Ariel que otorga la AMACC (Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas), urgió también a poner un mayor énfasis.
“No entiendo por qué se recorta el presupuesto a la escuela de cine. El INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) tiene escuelas y estructuras abandonadas, necesita mucho más dinero. Además, se debe pensar en la creación de públicos de todos los programas de teatro escolar. Hay una especie de prejuicios y en eso no estoy de acuerdo, me suena un poco a demagogia”.
En lo referente a la llamada Guardia Nacional para garantizar la seguridad pública en el país y de la cual este 11 de abril se dará a conocer el nombre de su director o comandante, consideró que es un tema complejo.
“Me preocupa que se le dé más poder al Ejército, pues entre más le das, menos lo puedes quitar. A ver si con la presión ciudadana y las organizaciones logramos que ese poder esté más o menos acotado y sometido al mando civil”.
Calificó de error radical cuando las autoridades dicen que la situación del país es grave y que por ahora no se puede pensar en la cultura.
“Es un error, porque se crea un clima de emergencia y se piensa que la solución debe ser militar y autoritaria. Eso lo encuentro peligroso, creo que no se puede dejar de lado la organización ciudadana, que es tan activa, sobre todo en esos temas”.
Giménez Cacho, quien actualmente participa en el filme “Siberia” al lado de Willem Dafoe, también se manifestó a favor de atender a las víctimas de algún delito. Si bien existe una ley, aseguró que ésta carece de presupuesto.
“Hay muchos indicios de cosas que no parecen cambiar. No sé si sea solución darle más poder a los militares, pero insisto, si se hace, ya nunca los quitaremos de ahí”, puntualizó.
Notimex
Daniel Giménez Cacho
npq
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Ciudad de México.- Inició la temporada de El lago de los cisnes en el Palacio de Bellas Artes, a cargo de la Compañía Nacional de Danza (CND), con funciones agotadas como es costumbre desde hace décadas. Este año se trata de una nueva versión coreográfica a cargo de Cuauhtémoc Nájera.
Los roles principales fueron interpretados por Yoalli Sousa como Odette – Odile, Alejandro Mendoza como el Príncipe Sígfrido y Yubal Morales como el hechicero VonRothbart.
La nueva versión de la CND
¿Por qué es tan éxitos el ballet El lago de los cisnes? todos tenemos algo de los personajes y nos podemos identificar con su destino por sus decisiones equivocadas, expresó el coreógrafo y director de la CND, Cuauhtémoc Nájera.
“Lago de los cisnes es una historia universal que a más de 100 años de su estreno sigue estando vigente, sigue llenando los teatros, aunque parece una historia fantástica, bonita de hermosas cisnes, es una historia actual de hombres y mujeres viviendo las consecuencias de sus decisiones, Odette, Von Rothbart y Sigfrido podrían ser cualquiera de nosotros, que en cualquier momento pagamos las consecuencia de nuestra decisión, las consecuencias de no ser capaces de controlar nuestros impulsos o de no mantener nuestros juramentos, todos tenemos algo de Odette o de Sigfrido o de Von Rothbart”.
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¿Quién es Odette?
Nájera describe la metáfora del cisne.
“Una persona, en específico una mujer que se niega a una imposición, que rechaza a un hombre y por lo tanto debe pagar toda su vida con un castigo. Es cualquier persona de hoy pagando las consecuencias de respetar su dignidad, es cualquier mujer de hoy enfrentado las consecuencias de defender sus decisiones. Si los creadores originales hubiesen nacido en 2001, esta historia correría por redes sociales, pero sería la misma”.
Para esta versión, afirma el maestro Nájera, se buscó no hacer una coreografía contemporánea, sino enaltecer la esencia de cada personaje, develar su parte humana con un lenguaje artístico tradicional.
La temporada 2024 de El lago de los cisnes se presentará hasta el 17 de noviembre.
npq
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Cultura
¿Cuál es el significado de la ofrenda de Día de Muertos?
¿Qué significado tienen sus elementos?
Ciudad de México.- La ofrenda o el altar de muertos es un elemento fundamental en las tradiciones mexicanas, es la representación de la visión que tenemos los mexicanos de la muerte y cómo se plasma en forma armónica.
Aunque tiene un sentido solemne, es festiva, jocosa, religiosa, es un culto que pervive.
Los deudos -las personas que han perdido un ser querido-, tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia y consolarlos y reconfortarlos por la pérdida.
Esto ocurre el 1 y 2 de noviembre.
Estos son los elementos que lleva la ofrenda
El altar del Día de Muertos u ofrenda debe de constar de siete niveles o escalones que representan los pasos que debe cubrir el alma de un muerto para poder descansar, pero, generalmente se retoman tres o cuatro principales, la decisión está en la persona que lo realiza.
En el primer escalón se pone la foto del santo o virgen de la devoción, para bendecir el altar; el segundo está dedicado a las ánimas del purgatorio, mientras que el tercero se pone la sal para los niños del purgatorio.
En el cuarto nivel se coloca el pan de muerto, el cual es adornado con azúcar de colores que simula la sangre; en el quinto se pone la comida y la fruta que fueron los preferidos por el difunto; en el sexto la foto del difunto y a quien se dedica el altar, mientras que en el último se coloca una cruz o un rosario.
Los altares más tradicionales llevan un arco hecho de carrizo o palma, el cual es decorado con flores que simbolizan la puerta de entrada al mundo de los muertos; se ponen también flores, las cuales son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; la flor amarilla, la tierra, y la morada el luto.
La flor de cempasúchil es uno de los elementos principales.
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¿Qué significa cada elemento de la ofrenda?
Las velas con sus llamas representan la ascensión del espíritu; también significan luz, guía del camino; las cadenas de papel morado y amarillo significan la unión entre la vida y la muerte. Otro de los elementos es el papel picado, que da colorido y hace alusión a la alegría de vivir.
El cirio representa el alma sola; el incienso de copal, cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte; las frutas son la ofrenda que brinda la naturaleza, generalmente son naranjas, tejocotes, plátanos y guayabas.
Como en toda ofrenda, no pueden faltar las calaveras de azúcar que son una costumbre indígena; el agua que da vida y energía para el camino; los platillos con las que se trata de agradar al difunto compartiendo los alimentos que en vida degustaba.
No puede faltar la fotografía de la persona a quien se dedica el tributo; un Cristo para que haya bendiciones; sal para que el cuerpo no se corrompa y como protección de los malos espíritus; también objetos personales del difunto como su ropa, con la finalidad de que el alma pueda recordar los momentos de su vida.
En el caso de los niños, se colocan sus juguetes preferidos.
En algunos casos se agregan bebidas alcohólicas como tequila, rompope y pulque, servidos en recipientes de barro, utilizados para mantener un enfoque tradicional.
Como toque personal, se colocan infinidad de adornos alusivos a la muerte, los cuales han surgido del arte popular mexicano como figuras representando escenas de la vida cotidiana con esqueletos como personajes realizados en alfeñique, cartonería, madera, barro o yeso.
El Día de Muertos es una festividad catalogada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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El Altar de muertos tradicional ¿Cuáles son sus elementos?
Una representación del sincretismo indígena y colonial
Ciudad de México.- Un colorido ritual que evoca a la memoria es la ofrenda o altar de muertos que se colocan con motivo del Día de Muertos en los hogares mexicanos, las cuales representan una forma de reencontrarse con los difuntos y compartir con ellos el pan, el agua, la sal, el azúcar, las frutas .
La ofrenda a los muertos que se pone en las casas de muchas familias mexicanas, y cuyos elementos principales, como las flores, los alimentos que gustaban al difunto, las calaveritas y el pan hecho en casa, han variado con el paso de los años. Pero el altar de muertos que aun se conserva tiene elementos imprescindibles como el cempasúchil y el copal, de origen prehispánico.
El altar de muertos es un tipo de escenografía en la que participan nuestros muertos, que llegan a beber, comer, descansar y convivir como una forma de dialogar con su recuerdo y su vida.
Ofrenda
Los altares de muertos como los conocemos en la actualidad son un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo: una mezcla cultural en la que los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; y los indígenas agregaron el sahumerio con su copal, la comida y la flor de cempasúchil.
Durante los dos primeros días de noviembre, a los muertos se les recibe con elementos naturales, frugales e intangibles, además se incluyen las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal.
Las fragancias del copal y el incienso se usan para limpiar el lugar de los malos espíritus y evitar peligro alguno a quienes regresan a su casa.
El agua, sal, azúcar, velas o veladoras, copal, incienso, flores, petate, izcuintle, pan, gollete y cañas son algunos elementos imprescindibles que deben llevar las ofrendas para conservar su encanto espiritual.
Cada uno de ellos tiene su propio significado, por ejemplo, el agua representa la fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para saciar su sed después del largo recorrido y para que fortalezcan su regreso, mientras que la sal sirve para que el alma no se corrompa en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
También se puede colocar un aguamanil, jabón y toalla por si el ánima necesita lavarse las manos después del largo viaje.
La luz de las velas
La luz que producen las velas representa la esperanza y la fe, una guía para que los difuntos puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada.
En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.
Si los cirios o los candeleros son morados es señal de duelo; y si se ponen cuatro en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino a su casa.
Las calaveritas
Las típicas calaveritas de azúcar no pueden faltar en la ofrenda; nos recuerdan, de forma colorida, a la muerte; las más pequeñas son dedicadas a la Santísima Trinidad y la grande al Padre Eterno.
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses, pues el incienso fue traído por los españoles; las fragancias de ambos subliman la oración o alabanza, se usan para limpiar el lugar de los malos espíritus y evitar peligro alguno a quienes regresan a su casa.
Las flores
Por sus colores y estelas aromáticas, las flores son símbolo de la festividad, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima.
Las más tradicionales son el alhelí y la nube, que su color significa pureza y ternura y suelen acompañan a las ánimas de los niños; así como la de cempasúchil, que en muchos lugares se acostumbra a desojarla y poner caminos de pétalos para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.
Por sus colores y estelas aromáticas, las flores son símbolo de la festividad, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima.
Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja, pero en esta celebración funciona para que las ánimas descansen o bien, de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda.
El licor es para que recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y se decida a visitarnos, mientras que una cruz grande de ceniza sirve para que al llegar el ánima hasta el altar pueda expiar sus culpas pendientes.
El camino al Mictlán
En los altares dedicados a los niños, no debe faltar el perrito izcuintle en juguete, para que sus ánimas se sientan contentas al llegar al banquete.
De acuerdo con la creencia, el perrito izcuintle es el que los ayuda a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al Mictlán.
El Pan de Muerto
Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar de muertos representa el ofrecimiento fraternal; la Iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”.
Los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña, estos simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.
La comida
En las ofrendas también se acostumbra colocar fotografías de quienes ya no están, la imagen de las ánimas del purgatorio, imágenes de santos, frutas, dulce de calabaza, calaveras de azúcar, licor, una cruz grande de ceniza y los platillos favoritos del difunto.
El mole con pollo, gallina o guajolote es la comida favorita que ponen en el altar muchos indígenas de todo el país, aunque también le agregan barbacoa con todo y consomé.
Esos platillos son esa estela de aromas, el banquete de la cocina en honor a los seres recordados, pues la buena comida tiene por objeto deleitar al ánima que visita a sus familiares.
También se puede incluir el chocolate de agua; la tradición prehispánica dice que los invitados tomaban esa bebida que usaba el difunto para bañarse, de manera que los visitantes se impregnaban de la esencia del difunto.
Las ánimas
Para recibir a las ánimas, el altar se adorna con papel picado, telas de seda y satín donde descansan también figuras de barro, incensario o ropa limpia.
En la mayoría de los hogares campesinos de extracción mestiza o indígena, y aún entre algunas familias urbanas, el 31 de octubre se elabora la ofrenda dedicada a los niños o “angelitos”.
Sus ánimas llegan el 1 de noviembre para nutrirse de la esencia y el olor de los alimentos que sus padres les prepararon.
A diferencia de los altares para los adultos, éstos se caracterizan por que la mayoría de sus elementos son blancos y en escala pequeña, se colocan alimentos sin picante, dulces y juguetes.
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Pan de Muerto de Mitla ¡en Toluca!
Toluca, Estado de México.- Daniela Colín de la Pastelería Bigú Cake Shop, en Toluca, Estado de México, elabora pan de muerto, buscando conservar las tradiciones y alejarse de la línea comercial que marca todo con mucha azúcar.
Con cada una de las piezas que hornea, la chef panadera trata de ser fiel a nuestras costumbres, utilizando productos de la temporada: sabores como azahar y naranja, relleno de ate de membrillo y queso, guayaba con queso y un especial de crema pastelera con mandarina y el imperdible de chocolate.
Estas variedades se pueden encontrar en su local ubicado en la colonia Francisco Murguía en la ciudad de Toluca. Uno de los decorados de chocolate en blanco y naranja está inspirado en el pan de Muerto de Mitla.
En cada una de las piezas colocan una pequeña flor de cempasúchil que es de azúcar.
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Desde hace cuatro años, Daniela Colín empieza a ofrecer este pan la primera semana de octubre y termina la primera semana de noviembre; regularmente en tienda tiene pocas piezas de cada sabor ya que recomiendan a sus clientes realizar su pedido con anticipación, todo se hornea y decora al día.
Invita a la población a darle oportunidad a los pequeños negocios y contribuir al consumo local.
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