Columna Invitada
Elección popular del Poder Judicial
La oposición se resiste, porque significaría la concentración de autoridad en manos del Poder Ejecutivo
Por Antonio Maza Pereda
En estas luchas postelectorales, tenemos la que parece la madre de todas las batallas: la riña para evitar que el Poder Judicial sea elegido por voto popular. La oposición se resiste, porque significaría la concentración de autoridad en manos del Poder Ejecutivo
Los que critican no presentan propuestas. Solo se rechaza en bloque la oferta de la 4T, sin pensar que hay algunas razones para pedir la reforma del Poder Judicial. El cual no es muy amado por la ciudadanía, quien lo ve como algo lejano, costoso, complicado, corrupto, difícil de entender.
La oposición, no ofrece nada para mejorar el Poder Judicial. Algo que contribuya para que, sin concentrar el poder en el Ejecutivo, pueda mejorar los resultados del Poder Judicial. Se podría investigar qué se hace en los países donde los jueces se eligen: ¿Cómo evitar las condenas injustas? ¿Los riesgos de concentración del poder? ¿Cómo evitar que el crimen se apodere de los jueces? ¿Reducir la impunidad? ¿Tener la posibilidad de evitar los abusos de autoridad? ¿Lograr que la justicia sea expedita y no haya decenas de miles de encarcelados esperando juicio? Estas son las auténticas demandas de la sociedad. Que no se resuelven automáticamente con la elección popular de los jueces. La idea de que así se reducirá la corrupción es muy debatible. Y no resuelve todos los problemas del Poder Ejecutivo.
Debemos tener conciencia de que no estamos defendiendo un sistema bueno y que hay muchos, sobre todo los pobres, que no están recibiendo la justicia pronta y expedita a que tienen derecho. Mientras no haya propuestas, será muy difícil convencer al electorado de que la única posibilidad concreta, la que presenta la 4T, es la válida porque no hay otras opciones.
¿Cómo mejorar la actuación del Poder Judicial? ¿Cómo asegurar el contrapeso al poder del Ejecutivo? ¿Cómo dar participación a la Sociedad en asuntos jurídicos?
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
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Crecimiento profesional indispensable para hacer realidad el Nearshoring en Sonora
La implementación efectiva del nearshoring en Sonora demanda una transformación profunda en varios aspectos. El potencial de la región como hub industrial y logístico depende de su capacidad para superar retos relacionados con el clima extremo, la escasez de agua, la falta de infraestructura adecuada y la necesidad de adaptación cultural y social.
Una estrategia clave para abordar estos desafíos es el desarrollo de certificaciones profesionales que capaciten a la fuerza laboral en las habilidades y competencias necesarias para enfrentar estas condiciones particulares:
- Infraestructura Verde y Resiliencia Climática
Promover soluciones bioclimáticas que optimicen el uso de agua y energía solar, ayudando a las empresas a adaptarse al clima extremo de Sonora mediante construcciones resilientes al cambio climático. - Gestión Hídrica Sostenible
Capacitar en la administración eficiente del agua, con enfoque en captación pluvial, tratamiento y reutilización, para enfrentar la escasez hídrica en la región. - Logística Multimodal y Transporte
Desarrollar competencias en planificación de redes de transporte integradas que mejoren la conectividad internacional de Sonora. - Políticas Públicas para el Desarrollo Económico
Fomentar la inversión extranjera y el nearshoring mediante marcos regulatorios e incentivos para atraer empresas internacionales. - Integración Cultural y Social
Capacitar en gestión intercultural para facilitar la convivencia entre trabajadores locales e internacionales en empresas extranjeras. - Ciudades Inteligentes
Planificar ciudades inteligentes incorporando tecnología avanzada en transporte y gestión urbana para soportar el crecimiento industrial. - Energías Renovables
Aprovechar el potencial solar de Sonora para diseñar y gestionar proyectos de energías limpias, como paneles solares y parques eólicos. - Automatización y Robótica Industrial
Capacitar en sistemas automatizados para mejorar la competitividad industrial, optimizando la producción y reduciendo costos. - Optimización de Procesos Digitales
Formar desarrolladores para crear herramientas de gestión que optimicen producción, inventarios y logística en industrias locales. - Seguridad Informática
Formar en ciberseguridad para prevenir ataques, gestionar crisis digitales y proteger información sensible de las empresas. - Mantenimiento de Infraestructuras Industriales
Preparar técnicos para realizar el mantenimiento de plantas industriales, asegurando la eficiencia operativa. - Telecomunicaciones y Conectividad Empresarial
Desarrollar redes de telecomunicaciones de alta velocidad para asegurar la operación continua de las empresas locales y globales. - Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa
Desarrollar estrategias sostenibles que promuevan prácticas ambientales responsables y participación comunitaria. - Relaciones Laborales y Mediación
Formar mediadores para gestionar disputas laborales, crucial en un entorno multicultural. - Gobernanza Digital y Gestión de Datos
Capacitar en el uso ético y eficiente de los datos, promoviendo la transparencia operativa. - Arquitectura Bioclimática y Construcción Sostenible
Dado el clima extremo de Sonora, diseñar edificaciones que aprovechen las condiciones climáticas de la región para reducir el consumo energético y mejorar la habitabilidad de las industrias y zonas urbanas. - Desarrollo de Redes de Transporte Sustentable
Dado el reto del transporte y movilidad en la región, preparar en el desarrollo de redes de transporte sustentable, como sistemas de movilidad eléctrica o híbrida, que reduzcan la dependencia de combustibles fósiles y mejoren la conectividad regional. - Monitoreo y Evaluación de Proyectos de Inversión Extranjera
Para atraer y retener inversión extranjera, es vital tener mecanismos de evaluación de proyectos. Monitoreo y mejora de proyectos industriales, asegurando que los resultados sean acordes con los objetivos de desarrollo regional y nacional.
Conclusión
El éxito del nearshoring en Sonora no solo depende de la infraestructura física, sino también del capital humano que esté preparado para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que esta estrategia presenta. Las certificaciones profesionales propuestas son una herramienta esencial para capacitar a los trabajadores y profesionales de la región, brindándoles las habilidades y conocimientos necesarios para construir un entorno industrial, social y ambientalmente sostenible. La combinación de estas certificaciones y capacitaciones permitirá que Sonora no solo atraiga inversión extranjera, sino que también establezca una base sólida para un desarrollo económico y resiliente.
¿Quieres participar? Estoy para orientarte.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en gestión integral de riesgos, resiliencia empresarial, seguros y derechos humanos.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Resiliencia Política en México: Aprendiendo de la Tormenta
¿Qué hacer ahora? Esa es la gran pregunta que muchos se plantean tras los recientes cambios políticos en el país. Para algunos, la respuesta inmediata es resistir, enfrentarse a lo que parece inevitable. Sin embargo, tal vez la verdadera lección no radica en detener la tormenta, sino en aprender a sobrevivirla y, más importante aún, en aprovecharla. Para ello, se necesita visión, paciencia y la capacidad de aceptar que el cambio ya está en marcha.
A lo largo de la historia, los intentos de detener cambios inevitables mediante la negación y la confrontación han demostrado ser infructuosos. Muchos, al ver los primeros signos de la tormenta política que se avecinaba, optaron por desacreditarla, por atacar a quienes la anunciaban. Sin embargo, esta actitud no era más que una forma de negar una realidad que ya estaba echada a andar. Los ciclos políticos son como las tormentas naturales: incontrolables, pero predecibles.
Aquellos que pensaron que lanzando piedras podrían frenar el avance de esta fuerza, no hicieron más que agotar sus recursos y energías en una batalla perdida.
En el caso de México, los eventos recientes son una prueba más de cómo los ciclos políticos se repiten cada cien años, trayendo consigo transformaciones que redefinen el rumbo del país. Hace poco más de un siglo, la Revolución Mexicana sacudió la nación, y hoy, una nueva tormenta política nos exige repensar nuestras estrategias. Es el momento de dejar de resistir lo inevitable y comenzar a prepararnos para lo que viene.
La resiliencia se presenta como el concepto clave en este escenario. No es solo la capacidad de resistir pasivamente, sino de adaptarse y sacar provecho del evento, en beneficio de todos. En la naturaleza, cuando una tormenta se avecina, los más sabios no intentan luchar contra ella; en cambio, buscan formas de guarecerse. Recogen agua, limpian sus tierras, o preparan sus casas para resistir mejor la próxima tormenta o mitigar su impacto. En la política, este mismo principio debería aplicarse.
La indiferencia también ha jugado un papel crucial en la falta de preparación para esta tormenta política. Parte de la población ha permanecido absorta en las trivialidades del entretenimiento mediático, ignorando los signos claros de cambio que se gestaban. Esta indiferencia colectiva no es nueva; ha sucedido antes, como en la caída de grandes civilizaciones, cuando las amenazas externas e internas fueron subestimadas por una ciudadanía distraída.
Frente a este panorama, la resiliencia política no debe entenderse como una resignación, sino como una oportunidad para aprender y prepararse. México ha demostrado una capacidad innata para sobreponerse a las crisis, y ahora no es la excepción. La tormenta política que enfrentamos es parte de un ciclo que ha sucedido antes y la diferencia la marcarán aquellos que, en lugar de luchar contra lo inevitable, elijan aprovechar las circunstancias para construir un futuro más fuerte y preparado.
Hoy, la oposición actúa en muchos casos como aquellos que, en medio de una tormenta, intentan gritarle al cielo para que se detenga. Sin embargo, la naturaleza, al igual que los cambios políticos, sigue su curso. Lo que se necesita ahora no es más resistencia, sino una estrategia de adaptación y preparación. La tormenta sólo fue un reflejo del deseo de una parte importante de la población, una que durante años ha acumulado frustración y descontento por promesas incumplidas y crisis no resueltas que con una manifestación no harás que olviden.
México se encuentra en una encrucijada histórica. La pregunta no es si habrá más tormentas, sino si estaremos mejor preparados para ellas. La resiliencia se convertirá en el pilar sobre el cual construiremos los sistemas políticos que nos permitirán no solo resistir las crisis, sino fortalecernos como país. Es momento de dejar de ignorar las señales y comenzar a construir esos diques que nos protegerán del próximo temporal, porque, en el fondo, sabemos que siempre habrá una nueva tormenta y no puedes volver a ser omiso, como en Acapulco que se culpó a “no nos dijeron que venía tan fuerte”.
Este es el momento de reflexionar, de aprender de la historia y de prepararnos mejor para el futuro. Porque, aunque la tormenta actual parece devastadora para algunos, trae consigo oportunidades para aquellos que estén dispuestos a escuchar sus lecciones y no olvidar que México sigue siendo de ciclos y este, ya empezó.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en gestión integral de riesgos, resiliencia empresarial, seguros y derechos humanos.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
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Pendientes (3): Construyendo la Paz
Tras varias décadas de sufrir la siembra del odio entre los mexicanos, ahora estamos en un gran problema: ¿Cómo sembrar la paz para este país? Hasta ahora, una gran parte de nuestra acción ciudadana se ha limitado a hacerle peticiones al gobierno.
La Iglesia Católica y la Compañía de Jesús, a raíz de los asesinatos de dos Jesuitas y un guía de turistas, crearon una serie de propuestas para alcanzar la paz, generadas por consultas en las zonas del país más aquejadas por la violencia. Básicamente, fueron un conjunto de peticiones al gobierno.
Estas propuestas se les presentaron a los diferentes candidatos a puestos de elección popular, a diversos niveles, con respuestas muy desiguales. Algunos expresaron una aceptación muy gustosa, porque realmente nadie se atreve a decir que no esté a favor de la paz. Pero también hubo otras respuestas: algunos aceptan que es un asunto por tratar, pero no aceptan el diagnóstico. Y poco se puede esperar de un gobierno o de un gobernante, si piensa que todo debe seguirse atendiendo del mismo modo, porque piensa que otros análisis no son los correctos. Y, por lo tanto, cree que se deben seguir usando los mismos medios, que han demostrado ser ineficaces y, obviamente, esperaríamos los mismos resultados.
Problemas como la Procuración de Justicia, la modernización de las policías investigadoras, tuvieron muy pocas propuestas concretas. Pero queda algo pendiente aquí. ¿Qué es lo que le toca hacer a la Sociedad Civil? Un tema que se puede decir que estuvo bastante ausente. Más allá de la queja, más allá de la denuncia.
Al país le urge la paz. La paz buscada como algo diferente de lo que da el mundo. Una paz completa. Una paz que sea la tranquilidad en el orden. Una paz que incluya todos los aspectos que importan la sociedad. Y no es claro que podamos, o debamos, dejar toda la tarea al gobierno.
Sí, necesitamos en nuestra Sociedad Civil un cambio de actitud. Dejar de tener la actitud de vencer. Y a cambio de ella, buscar convencer. Estas son cosas muy difíciles. Como, por ejemplo, querer a quien nos ataca. Sin más razón de que somos humanos, que somos mexicanos, y con eso basta para que queramos buscar la armonía. Tener la convicción de que la división, la polarización, la siembra del odio, no nos llevarán a la Paz.
Víctimas y victimarios han sido muy lastimados. Muy heridos. Y eso no lo estamos tomando en cuenta. Como si solo algunos fueran los verdaderamente dañados. Y tendríamos que empezar por ahí. Entender que, en ocasiones, tanto el atacante como el atacado han sufrido de diferentes maneras y en diferentes aspectos.
A veces nosotros, como Sociedad Civil, no hemos hecho el mal. Pero tampoco lo impedimos. Lo único que hemos hecho es criticar. Habiendo podido impedirlo o, al menos, protestar. Muchos fallamos de alguna manera. Porque no nos preocupamos del asunto, hasta que fue excesivamente grave.
Por ejemplo: se sabe desde hace mucho que solo la décima parte de los delitos, se denuncian. Y que, de los denunciados, solo la décima parte llega a una sentencia. Y, como Sociedad Civil, hemos aceptado que esa impunidad, sea la normalidad. No vemos protestas porque los policías no estén justamente remunerados, bien capacitados y adecuadamente equipados o que sus familias tengan seguros proporcionales al riesgo que los policías asumen para proteger a la población. No nos hemos preocupado por tener una relación de colaboración y apoyo con las fuerzas civiles del orden, y solo, parcialmente, con las militares.
Hay que reconocer que muchos fallamos. No estamos en el bando de los buenos o el bando de los malos. A veces tenemos algo que componer, que arreglar. Muchos, de alguna manera, tenemos que pedir perdón por lo que hicimos o por lo que dejamos de hacer. Por diversas razones. A veces porque ni siquiera nos importó lo que estaba pasando. En ocasiones, también, porque no vimos, porque no queríamos ver cómo estaban ocurriendo injusticias y dónde se estaba creando este grave problema: que una parte importante de la población no estaba recibiendo la justicia a la que tiene derecho.
Deberíamos cuestionarnos: ¿qué hicimos por impedir lo que estaba ocurriendo? ¿Por qué no vimos o no quisimos ver el daño que se hacía a otros? ¿Por qué no nos importó lo que otros recibían? No trabajamos por construir la paz, una paz verdadera para todos, independientemente de sus edades, su estado social, su situación económica o su afiliación política. Creíamos que todos tenemos derechos, pero no necesariamente en la misma medida.
Esto, que es tan triste, por otro lado, tiene la gran ventaja de que aún no es tarde. Si nos queda un poco de cariño por los demás, sin excepciones, sin mezquindades, buscando que todos reciban lo que deberían recibir de parte de la Sociedad, la situación será diferente. ¿Se podrá realmente tener Paz? Tal vez no para nosotros, pero sí para nuestros hijos y para nuestros nietos.
Tendremos una medida de paz que nos vendrá de que lo intentamos. Y aún si no se logró plenamente, si no pudimos tener lo que verdaderamente queríamos, por lo menos tener la tranquilidad de que lo intentamos. Aunque el resultado completo: una paz plena, una paz verdaderamente justa, no lo veamos. Porque los resultados vendrán a largo plazo, como a largo plazo fue la siembra de odio y división. Pero que nos quede esa satisfacción de haberlo intentado. Hoy, no tenemos esa certeza, esa alegría.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Un solo México
TU DECIDES
Por Pablo Mier y Terán
La grandeza del zócalo, la disciplina del ejército, el alboroto del pueblo viendo el desfile militar, la majestuosidad de la catedral metropolitana, un cielo azul y miles de soldado marchando con disciplina y gallardía, representando a más de 400 mil corazones -SEDENA, SEMAR, GUARDIA NACIONAL- plenos de amor a la patria, me hicieron sentir orgullo de ser mexicano.
Con ese orgullo, quizá un poco averiado y roto, mientras los soldados marchaban al son de los tambores, puse en orden 10 ideas -que recomiendo- para navegar con esfuerzo y paz en búsqueda de un México mejor.
México sólo hay uno y ahí cabemos todos, es como un mosaico que albergan todos los colores y que por más necios y cerrados que seamos, ni está roto, ni debemos romperlo y conste que lo hemos violentado pensando que solo nuestras ideas valen.
Cada mexicano, y ahí nos incluimos todos, puede soñar en el México que desea, el México de mis sueños, el México de mis amores; se vale soñar, más aún, se debe soñar.
Pero junto al sueño necesario está el México real, ese país pleno de luces y sombras que nos tocó vivir y ese México en lo que hay y debemos aceptarlo, quererlo y mejorarlo, en base a un esfuerzo personal y diario por crecer como persona.
Al final los países son y valen lo que son y valen las personas que los habitan, cada país tiene el gobierno que se merece.
La otra idea, delirante también, fue la del barco y el capitán, hay que distinguir siempre entre el país y su presidente. Los capitanes van y vienen, los barcos -con su grandeza- permanecen siempre y en nuestro México por hablar tanto del capitán estamos dejado de hablar del barco.
Viene cambio de capitán, para el que se va sea su lápida nuestro silencio, para quien viene, postura moderada, ubicación siempre.
Ni todo está bien, como asegurar unos, ni todo es un caos como aseguran otros; insultar, criticar, dividir, aborrecer y maldecir son los verbos favoritos de los fanáticos.
Me queda claro el cambio no se hace vía WhatsApp y que no aportan al país quienes difunden insultos, chistes y agresiones; tienen derecho a querer un México distinto, pero ese México no se construye en las redes ni en la división, ese México se construye en el esfuerzo diario, en la propuesta, en el diálogo, la aceptación, la inclusión, la aversión al fanatismo y en la lucha.
Pablo Mier y Terán @pablomieryteran
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