Opinión
¿Por qué le subieron tan poquito?
Una vez más, por si hiciere falta, nuestros diputados la volvieron a hacer: Crearon dinero de la nada. Lo que podamos decir de su irresponsabilidad en materia de gasto público, la verdad, saldría sobrando. Una y otra vez han hecho lo mismo que esta vez: crear dinero de la nada.
Ante unas finanzas públicas las cuales, dígase lo que quisiere decir de ellas, no gozan -ni de lejos-, de cabal salud, los diputados agravan esa situación con sus conductas irresponsables en materia de gasto el cual, en vez de reducirlo, cada año se ve elevado sin asidero sólido alguno.
Las nuestras, son unas finanzas débiles; no únicamente como consecuencia de la baja captación tributaria frente al PIB, sino debido al origen mismo del mal principal. Éste, debe decirse, viene desde la arquitectura misma del sistema tributario: El mayor peso recae en el lado del ingreso y no, como en todo sistema tributario moderno, en el consumo.
El Ejecutivo envió una iniciativa de Ley de Ingresos en la cual, el monto proyectado era del orden de los $5.2 billones de pesos. Debe decirse, que esta iniciativa formó parte del Paquete Económico entregado este 8 de septiembre; en consecuencia, no incluía las erogaciones correspondientes a la reconstrucción y apoyos a los damnificados que dejaron los dos sismos y sus efectos negativos, el del 7 y el del 19 de septiembre.
Por ello, al estimarse el monto a destinar para esos conceptos (Del orden de los $45 mil millones de pesos), uno habría esperado -dada la salud de nuestras finanzas públicas-, una redistribución por un monto equivalente en el Presupuesto de Egresos 2018 para no tocar el monto de los $5.2 billones de pesos.
Sin embargo, ahí reside la irresponsabilidad en materia de finanzas públicas de los diputados -habría que esperar qué harán los senadores-, no sólo no plantearon conservar aquel monto -pero redistribuido-, sino que decidieron crear, de la nada, $43 mil millones de pesos para destinarlos a la reconstrucción.
¿Y de dónde salieron esos recursos? Muy fácil: Elevan el precio que aparece en la Ley de Ingresos ($46.00 US Dollars/Barril de Petróleo de la Mezcla Mexicana de Exportación), a $48.50; es decir, $2.50 dólares/por barril.
Debe decirse, para darnos cuenta calara de la irresponsabilidad de los diputados, que el precio original no lo define la SHCP a su entero arbitrio, sino que es el resultado de aplicar la fórmula que para tal fin aparece en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Sin embargo, ese aumento no fue suficiente dada la cantidad de barriles a exportar/día para el año 2018 considerando la paridad peso-dólar de $18.10 pesos/dólar que aparece en la iniciativa enviada por el Ejecutivo.
¿Qué hacer entonces? ¿Redistribuir las partidas originales de la Ley de Ingresos enviada para completar el faltante para los $43 mil millones de pesos? De ninguna manera; a la paridad aquella le subimos $0.30 y ya; con una nueva paridad de $18.40 pesos /dólar, el monto de los $43 mil millones de pesos es alcanzado.
¿Qué le parece? Dadas las carencias de decenas de millones de mexicanos, damnificados o no, ¿por qué no subieron el precio del BPMME a $100.00 dólares? De haberlo hecho, sin duda, no pocas de las necesidades de decenas de pobres en México habrían podido ser resueltas.
¿Verdad que cuando generamos dinero de la nada, los problemas los podemos resolver de inmediato? Para eso, nuestros diputados se pintan solos.
¿Qué harán los senadores ante tal disparate de sus colegas integrantes del Congreso de la Unión? ¿Permitirán que la irresponsabilidad de 500 legisladores, que no conciben otra solución de los problemas del país más que con dinero de mentiritas? ¡Téngalo por seguro!
Por otra parte, alguien podría decirme, ese monto es menos del 1.0% del Monto Total de los ingresos proyectados; en consecuencia, su efecto negativo es despreciable.
¿Por qué no verlo de otra manera, de manera responsable? ¿Por qué no decir que un porcentaje tan pequeño, dado un ingreso proyectado tan alto, fácilmente podría obtenerse de una redistribución la cual, dado el monto tan pequeño a redistribuir, sus efectos negativos en el Presupuesto serían despreciables?
Eso harían los parlamentarios noruegos; ¿en México, con estos legisladores? podría ¡Imposible!
No olvide que esto lo hicieron, al tiempo que se compadecían de los damnificados. ¡Cínicos!
[ La opinión de expresada en este artículo no es necesariamente la de Siete24 ]
Dejanos un comentario:
Columna Invitada
Redadas y deportaciones masivas: verdades y mentiras
Por Alejandra Yánez Rubio
En los últimos meses de la presidencia de Joe Biden, se llevaron a cabo miles de redadas para detener y deportar inmigrantes. Algunos inmigrantes relatan el miedo colectivo de salir a trabajar, ya que temían ser “agarrados”. Justamente, el 2024 fue el año en el que se efectuó la mayor cantidad de deportaciones en la última década: 271,484. Es importante resaltar que esta campaña de persecución y de terror migratoria no fue instrumentalizada por Donald Trump, sino por la administración “demócrata” de Joe Biden. También es importante resaltar que el presidente con más deportaciones en los últimos tres lustros es Barack Obama, quien fue apodado como el “Jefe de Deportaciones” debido a sus 3 millones 089 mil migrantes deportados.
La hermana de una amiga, quien vive en California, estaba muy angustiada debido a su status migratorio. Después de más de 20 años de vivir allá junto con su esposo y sus 4 hijos (3 mexicanos y uno nacido en EU), creía que en cualquier momento la separarían de su familia. Ya había tramitado sus papeles, pero no le habían dado una respuesta. Incluso, en un video de Tik Tok, le pidió a la presidente Claudia Sheinbaum y al gobierno mexicano una intervención más eficiente para los mexicanos migrantes. Sexenio tras sexenio, millones de mexicanos viven a la sombra de las autoridades de ambos países, y con una gestión intergubernamental, se podría regularizar la situación de millones de personas de bien que están luchando para salir adelante.
El video es una verdadera invitación a la reflexión. Los programas de “apoyo” por la contingencia migratoria del gobierno mexicano son insuficientes. De poco les servirán los $2000 de apoyo a “deportados” si se contrasta con todo lo que pudieron haber perdido: casa, trabajo bien remunerado y la convivencia diaria con su familia. El acceso al programa para que puedan comprar una casa de INFONAVIT es ineficiente, ya que estas personas no quieren vivir en México, necesitan apoyo para quedarse en donde tienen trabajo bien remunerado. ¡Por esa razón se fueron!
La mayoría de los migrantes no comprenden el por que del incremento de la persecución hacia ellos. ¿Fue un castigo por qué no ganó Kamala? ¿Estas políticas forman parte de una campaña de desprestigio contra Trump? Porque muchos de ellos piensan que esas redadas del 2024 fueron ordenadas por Trump, cuando no fue así. La realidad es que gobierne quien gobierne en Estados Unidos, las deportaciones siguen incrementando.
Dos días después de la toma de protesta de Donald Trump, la abogada de asuntos migratorios de la hermana de mi amiga le llamó: su permiso de trabajo había sido aprobado por 4 años. Es decir, en la nueva administración de Trump sí se están dando permisos a migrantes.
Trump tiene posturas controversiales y sus maneras no son siempre las mejores. Sin embargo, es necesario que escuchemos lo que dice sin la ayuda de los medio de comunicación hegemónicos, porque estos deforman y manipulan. Sí se quieren deportar a los migrantes ilegales que cometen delitos y que no se ajustan a las leyes de esa nación. Tambíen ha sido claro que la gente buena y trabajadora, puede tramitar su estancia legal. También es muy importante informar que Trump se comprometió a perseguir los delitos de trata y darle cadena perpetua a quienes trafican niños. No todo es malo. Hay muchos retos en materia de migración que deben ser atendidos. Demos seguimiento y exijamos soluciones verdaderas.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Oportunidades y retos en México y Estados Unidos
La importancia de la capacitación laboral y profesional en un contexto de transformación global.
En un escenario global caracterizado por la demanda creciente de mano de obra especializada, México enfrenta un momento crucial para transformar sus retos en áreas de oportunidad.
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha traído consigo una serie de políticas migratorias que limitan el acceso al mercado laboral estadounidense para trabajadores extranjeros, a pesar de la necesidad de personal calificado en sectores como el transporte y los semiconductores.
Mientras tanto, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado el Plan México: Estrategia Nacional de Industrialización y Prosperidad Compartida, con metas ambiciosas como generar 1.5 millones de empleos y capacitar a 150 mil profesionistas y técnicos anuales en sectores estratégicos. En este contexto, la capacitación en competencias laborales y la actualización profesional se presentan como herramientas esenciales para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades de esta nueva era.
El Plan México: Una hoja de ruta para el desarrollo
El Plan México busca potenciar el contenido nacional y regional en sectores estratégicos, incrementar el valor agregado en las cadenas productivas y fomentar la creación de empleos bien remunerados. Para ello, se ha implementado el Decreto de Estímulos Fiscales Plan México, que promueve la inversión, la innovación tecnológica y la capacitación técnica, destacando:
- Deducción inmediata para inversiones en bienes nuevos de activo fijo.
- Deducción adicional del 25% para gastos en capacitación técnica e innovación tecnológica.
- Apoyo prioritario a las MIPYMES con hasta mil millones de pesos asignados a proyectos de capacitación.
Estas medidas tienen el potencial de posicionar a México como un líder en la integración regional del continente y en la atracción de inversiones extranjeras, al tiempo que refuerzan la competitividad del capital humano nacional.
El papel de las alianzas estratégicas en la capacitación
En este entorno, INCIDE como Colegio Multidisciplinario y ubicado en Sonora, se erige como un actor clave en la transformación del panorama laboral. Con nuestra plataforma, planta académica y alianzas estratégicas con instituciones y empresas, INCIDE ofrece programas de capacitación alineados con las necesidades del mercado. Estas iniciativas no solo fortalecen las competencias laborales de los profesionistas, sino que también generan conexiones valiosas para facilitar su inserción en cadenas de valor locales y globales.
Convirtiendo retos en oportunidades
La demanda de mente de obra especializada en Estados Unidos, especialmente en sectores como construcción, energía y los semiconductores, representa una oportunidad para los profesionistas mexicanos. La capacitación continua y la educación dual permiten que los trabajadores y profesionistas adquieran habilidades técnicas y blandas que les otorgan una ventaja competitiva en el mercado internacional. Además, las inversiones en infraestructura y tecnología promovidas por el Decreto de Estímulos Fiscales crean un entorno propicio para la innovación y el desarrollo.
Beneficios sociales y económicos de la capacitación
La capacitación laboral tiene un impacto directo en la mejora de la calidad de vida de las personas y en el fortalecimiento de la economía nacional. La creación y promoción de alineación de empleos bien remunerados y el acceso a programas de educación continua contribuyen a reducir la desigualdad social.
Además, el desarrollo de cadenas de valor locales impulsa la economía regional y mejora la competitividad de las PYMES.
Conclusión
El contexto actual representa un momento histórico para México y su fuerza laboral y profesional. La implementación de estrategias como el Plan México y el fortalecimiento de alianzas estratégicas son fundamentales para convertir los retos globales en oportunidades locales. En este sentido, nuestro colegio, se posiciona como un aliado indispensable en la capacitación de profesionistas y técnicos, contribuyendo así al desarrollo sostenible y a la prosperidad compartida del país.
Ahora, más que nunca, invertir en la formación de capital humano es la clave para asegurar un futuro competitivo y equitativo. Y esta vez, el aprovechamiento de esta oportunidad de progreso, no depende tanto del gobierno y sus políticas, sino de los individuos y sus ganas de acceder a un mejor estrato social y profesional.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Felipe Monroy
Trump es, sobre todo, un síntoma
Han pasado los primeros 20 días del año y ya se ha marcado la pauta del ejercicio del poder en los grandes temas que se anticipan a nivel sociocultural el resto de la década: las nuevas identidades nacionalistas, los nuevos modelos económicos, la nueva apuesta integrista frente a los conflictos y una renovada retórica propagandística que han hallado una inmensa cantidad de simpatizantes por una sola razón: asfixia.
El modelo ideológico neoliberal, global, hiper garantista e hiper regulatorio que se erigió a finales del siglo pasado y que alcanzó casi todas las actividades humanas entró en varias crisis desde el 2001. Las más relevantes sucedieron en materia de seguridad doméstica e internacional por el uso de la guerra como herramienta de mercado; en el ahondamiento de la desigualdad derivado de la protección y desarrollo de oligopolios financieros; en la disolución de la identidad personal, familiar y del bien comunitario por el patrocinio de un desenfrenado consumismo individualista y de autorrealización egoísta; y finalmente en los conflictos político-sociales causados por sistemas ‘democráticos’ hiper regulados y mecanismos de justicia elitistas que impidieron la auténtica representación de los pueblos en las decisiones de sus gobernantes.
En cada crisis, el modelo fue defendido mediante malabares políticos, económicos e ideológicos; por ejemplo: infames acuerdos y presiones diplomáticas para mantener guerras internacionales debido a amenazas inexistentes; complejos fraudes electorales ‘legalizados’ a través de exquisitas burocracias falsamente apartidistas pero alineadas a intereses ajenos al pueblo; reiterados rescates de especuladores bancarios mediante la transferencia de sus deudas a ciudadanos y la reorientación de apoyos financieros del Estado a megacorporaciones; y el patrocinio de políticas de reconfiguración ideológica que incidieron desde la educación y el lenguaje hasta los marcos legales y de libertad presionando mediante agresivas agendas de interés aquellas nuevas convenciones culturales que, en la vida natural de los pueblos, podrían tardar varias décadas.
Sin embargo, ha dicho bien Trump: se trata de una etapa “en decadencia” que ya no puede mantener el poder hegemónico que gozó hace sólo un par de décadas y que ha encontrado sus derrotas tanto en la irrupción de personajes periféricos en el poder popular (muchas democracias dieron vuelcos radicales con la elección de líderes políticos antisistema) como en el refrescante avance de los modelos mixtos político-económicos distantes del endiosamiento neoliberal. Aquel modelo, congestionado y asfixiante, ha sido justo el sustrato en el que síntomas como Trump pueden expresarse con tanta potencia y confianza por parte de sus partidarios.
Sin duda, varios de los personajes icónicos de este viraje radical, han alcanzado poder y notoriedad gracias a su particular forma de comunicar, por mantener una postura política simple y determinada (a menudo más simplista que sencilla), por sus retóricas directas y exaltadas de ‘rescate’ nacionalista o de defensa de los valores tradicionales del pueblo, y por la convergencia de los muchos ‘parias’ y ‘excluidos’ del sistema precedente.
Es precisamente por ello que causa fascinación y angustia el refrendo de que este viraje esté intensamente respaldado por una buena porción del pueblo y que revela, en el fondo, una necesidad sociocultural abandonada durante décadas. Lo que ahora quizá está en la mente de esos liderazgos es pasar de enunciar la filosofía “que se expresa en fórmulas” a aquella que se afirma a través de las acciones; bien dice la máxima: “La fórmula tiene un valor, pero sólo la acción se contrapone a la inercia”.
Quizá desde esta perspectiva se podrán comprender las decisiones de gobierno que se tomen en esta ‘Segunda etapa de Trump’ (más definitoria que la primera) respecto a temas como la violencia, los carteles, las drogas y las armas; la migración, las deportaciones, los derechos humanos y la dignidad social; la economía de perspectiva nacional y los mercados prioritarios; la redefinición de las fronteras de libertad y los nuevos espacios de confrontación discursiva en los servicios omnímodos de los titanes mediáticos; las nuevas relaciones de poder entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial; la reconfiguración de los modelos educativos y laborales por la revolución tecnológica; y las nuevas perspectivas sobre la libertad de pensamiento, conciencia y religión aderezada por integrismos autorreferenciales.
La histórica alternancia y sucesión democrática en los Estados Unidos parece garantizar que el segundo mandato de Trump sólo durará cuatro años; pero quizá su estilo y marcos doctrinales, no. Otros países han demostrado que la sucesión en el poder no implica una renuncia a los grandes principios y valores del cambio necesario; y quizá esa sensación refleja la posibilidad de que, esperar que todo ‘vuelva a lo normal’, quizá no sea suficiente.
*Director VCNoticias.com @monroyfelipe
Columna Invitada
Seven: Un Incendio de Película
Reflexiones sobre la Falta de Resiliencia del Gobierno de California
Ante la reciente tragedia en California, es imposible no solidarizarnos con quienes han perdido tanto en este devastador incendio. Estos eventos nos recuerdan la fragilidad de nuestras sociedades frente a los desastres que pudieron preverse y la necesidad urgente de fortalecer nuestra resiliencia. Aunque es evidente que la falta de preparación y previsión contribuyó a agravar las consecuencias, es justo reconocer el esfuerzo titánico que las autoridades están realizando al brindar ayuda oportuna.
California ha sido escenario recurrente de desastres: incendios forestales, sequías extremas y sismos. Sin embargo, más allá de la falta de recursos, el verdadero problema se encuentra en la falta de acción y previsión por parte de su gobierno y sociedad en su conjunto. A pesar de su enorme riqueza y avances tecnológicos, el estado sigue siendo un ejemplo paradigmático de lo que ocurre cuando la indolencia, la soberbia y la negligencia sistémica se imponen sobre la resiliencia y la preparación.
- Avaricia: El Desarrollo sin Conciencia
California, el estado con la economía más grande de los Estados Unidos, ha sido víctima de su propia avaricia. La obsesión por maximizar ganancias ha llevado a una urbanización desmesurada y una sobreexplotación de los recursos naturales. El deseo de crecimiento ha eclipsado la necesidad de garantizar infraestructuras resilientes que protejan a las comunidades de los riesgos expuestos y conocidos. Mientras se destinaban miles de millones a megaproyectos tecnológicos y de infraestructura de alto impacto, se ignoraban las advertencias sobre la vulnerabilidad de ciertas zonas del estado. En lugar de invertir en la adaptación de sus infraestructuras a las realidades cambiantes del clima, se optó por la construcción incontrolada, creando más riesgos que soluciones.
- Soberbia: La Arrogancia de la Invulnerabilidad
Alimentado por su riqueza, su innovación tecnológica y su estatus de líder en sostenibilidad, llevó a un sentido falso de invulnerabilidad. Las autoridades estatales creyeron que, debido a su nivel de desarrollo, nada podría quebrantar su resiliencia frente a desastres. Sin embargo, esta arrogancia institucional resultó ser su talón de Aquiles. A pesar de la abundancia de información sobre riesgos y vulnerabilidades, las autoridades no tomaron las acciones necesarias para preparar adecuadamente a la población ni ajustar los códigos de construcción (sobre todo seguir permitiendo construcciones de madera) o desarrollo urbano ante la realidad. La realidad superó a la ficción.
- Pereza: La Negligencia ante los Riesgos Anunciados y Recurrentes
California mostró una pereza institucional alarmante. La planificación de medidas preventivas y la implementación de políticas de mitigación fueron insuficientes, incluso cuando las señales de advertencia eran claras. Los planes de contingencia fueron desestimados, los sistemas de alerta insuficientes y, lo peor de todo, la ciudadanía no fue adecuadamente educada sobre cómo reaccionar ante los riesgos.
- Gula: El Consumo Desmedido de Recursos
La gula se manifiesta en el agotamiento sin medida de los recursos naturales. California ha sido un modelo de desarrollo económico, pero también un ejemplo de consumo desmedido. La sobreexplotación de sus recursos hídricos, la urbanización descontrolada en zonas vulnerables y la eliminación de barreras naturales, como bosques y humedales, han creado un caldo de cultivo perfecto para los desastres. Este modelo de desarrollo insostenible ha contribuido de manera significativa a la fragilidad del estado frente a los desastres.
- Envidia: La Competencia por el Progreso a Cualquier Costo
En su afán por ser la región más avanzada y la más innovadora, se ha alimentado una envidia competitiva que ha llevado a decisiones a corto plazo que sacrifican la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. La carrera por destacarse a nivel global ha llevado a un crecimiento urbano sin considerar la adaptabilidad de las infraestructuras a los riesgos naturales, sin preocuparse por las necesidades estructurales de las comunidades vulnerables y no por su economía, sino por sus sistemas constructivos.
- Ira: La Desconexión Social y la Desatención a las Comunidades Vulnerables
La ira institucional se ha manifestado en el desprecio por las comunidades vulnerables (y no necesariamente marginadas económicamente) y la falta de atención a las voces que alertaban sobre los riesgos. Durante años fueron ignoradas en términos de medidas preventivas y políticas de resiliencia. Mientras los grandes proyectos recibían atención, las comunidades expuestas a los mayores riesgos fueron desatendidas. Este desprecio por el equilibrio social y el mal manejo de los conflictos ha incrementado la desigualdad y el costo humano de los desastres.
- Lujuria: El Espejismo del Progreso Vacío
La lujuria por el progreso llevó a un crecimiento urbano desmesurado y a una desconexión total con las necesidades reales de las personas. En lugar de construir ciudades resilientes y sostenibles, se priorizó la expansión a toda costa, sin considerar las amenazas del entorno natural o al menos la creación de acciones que mitigaran el daño al que estaban expuestos. La obsesión por el avance rápido y el desarrollo sin límites creó un espejismo de progreso que, al final, resultó ser vacío e insostenible. Las ciudades crecieron sin pensar en los riesgos inherentes, y los habitantes, desinformados y desprotegidos, fueron los más afectados por la tragedia, esperemos los seguros dan cabal cumplimiento a las pérdidas económicas y materiales y el gobierno empiece una reconstrucción inmediata, pero no con madera.
Conclusión: La Realidad Supera la Ficción
Lo ocurrido en California es un recordatorio brutal de que, incluso en las sociedades más avanzadas, la falta de previsión y la acumulación de estos “pecados capitales” pueden conducir a una tragedia que, aunque parezca sacada de una película, es más real de lo que nos gustaría admitir. El gobierno de California y sus habitantes, ya que no todo te lo tiene que decir el gobierno, es decir, el sentido común o al menos hacer caso a tantas y tantas películas de diversos desastres que alertan a la sociedad que esos riesgos están presentes, al igual que los personajes de Seven, se encuentran atrapados en un guion preestablecido, incapaz de romper el ciclo de errores y negligencias.
En este contexto, es fundamental no solo reflexionar sobre las condiciones que llevaron a esta tragedia, sino también aprender de ellas para construir un futuro más resiliente y sostenible. Aplaudimos la solidaridad mostrada por las autoridades mexicanas y la comunidad internacional, que han respondido con prontitud y eficacia para mitigar el sufrimiento de los afectados. Estas acciones deben servir de inspiración para redoblar los esfuerzos en la planificación y prevención de riesgos, evitando que tragedias como esta se conviertan en un ciclo recurrente. La verdadera fortaleza radica en transformar el dolor en aprendizaje y el apoyo en acciones concretas hacia un cambio duradero.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
incide.guillermo@gmail.com
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx