Columna Invitada
Muerte digna sin dolor
Por Ivette Laviada
Es lastimoso tener que reconocer que vivimos en una sociedad en decadencia y esto se intensifica cuando vemos legisladores más preocupados por el exterminio de la población que por velar por el ejercicio verdadero de los derechos humanos y el goce de los mismos.
Al parecer no les preocupa mucho cómo garantizar la salud de los mexicanos, cómo hacer para que vivan y puedan disfrutar de los privilegios que una vida sana conlleva, entendemos que es caro, pero las cosas que valen la pena cuestan y para ello no tenemos presupuesto suficiente; pero, ¿Qué tal para ayudar a facilitar la muerte de nuestros compatriotas? En Morena, una y otra vez han insistido en tratar de llamar derecho a terminar con la vida inocente del bebé concebido, el aborto es y sigue siendo un delito en el país. Ahora van por la eutanasia, y a las pretensiones de los morenistas se han sumado unos pocos de otros partidos.
La iniciativa de “muerte digna sin dolor” es completamente contraria a los derechos humanos; en México la eutanasia y el suicidio asistido están expresamente prohibidos en el Art. 166 de la Ley General de Salud y en el Art. 312 del Código Penal Federal (CPF).
El disfraz que le quieren poner a la eutanasia activa, considerándola como un acto de piedad a solicitud del enfermo para evitarle sufrimiento ante una enfermedad terminal, tiene muchas aristas que hay que considerar.
No es lo mismo regular la voluntad anticipada, cómo ya se hace en varios estados -Yucatán tiene una de las mejores en este ámbito- en la cual un enfermo terminal puede en el ejercicio de su libertad disponer qué medios, terapias o procedimientos quiere o no recibir durante el proceso de su enfermedad a solicitar que el personal médico o incluso un familiar le procure la muerte para “aligerar su dolor”, ya que como lo establece el CPF comete homicidio quien le procure la muerte a otro.
En esta iniciativa se invoca como máxima el libre desarrollo de la personalidad y la dignidad de la persona, pero sesgan lo que entienden por uno y otra, tratando de justificar que es algo bueno que alguien quiera morir para dejar de sufrir, y no se trata de contravenir la libertad de una persona con derecho a elegir qué quiere para su vida, aquí lo que está en juego es que se requiera de un agente externo con permiso para matar y que esto sea legal.
Invocan también el que otros países considerados avanzados ya cuentan con estas leyes, por cierto tan sólo son 7 en Europa y 1 en América, y para nadie es desconocido el invierno demográfico que vive ese continente, y con estas leyes favorecen su extinción, eso sí, tendrán un ahorro considerable ya que mantener enfermedades catastróficas, terminales, etc. le cuestan mucho al estado.
Favorecer la eutanasia nos haría una sociedad utilitarista, condenan a médicos en hospitales públicos a no ser objetores de conciencia si quieren mantener el empleo, se habla de un pequeño comité para aprobar el ejercicio de la eutanasia para un paciente y para nada del decreto de diciembre de 2011 que obliga a los hospitales a contar con Comités Hospitalarios de Bioética, que prestan un invaluable servicio como instancia de análisis, discusión y apoyo en la toma de decisiones respecto a los dilemas éticos que surgen en la práctiva clínica y la atención médica.
A los legisladores les pedimos que mejor se ocupen en cómo garantizar la salud tan cacareada “como en Dinamarca”, que dicho sea de paso allí la eutanasia no es permitida.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Protestas en el campo
La preocupación de los ciudadanos, en las últimas semanas, ha tenido que ver con protestas de nivel nacional, tanto de agricultores y ganaderos como de transportistas, sobre todo los que utilizan las carreteras federales. Los transportistas, por supuesto, señalan la inseguridad en las carreteras, un tema del que se han quejado desde hace bastante tiempo, sin resultados contundentes. Fueron bloqueos importantes, en las principales carreteras del país y además, cosa muy significativa, en las aduanas, afectando nuestro comercio exterior.
En paralelo a los bloqueos, hubo una serie de negociaciones. Rotas en varias ocasiones, y donde los que protestaban se quejaban de que llegaban a negociar personas sin capacidad de tomar decisiones. Por lo cual, los convenios eran imposibles e inútiles. Y por ello, después de haber aceptado levantar el bloqueo, en pocas horas se volvió a restablecer. Y, por otro lado, hubo reacciones fuertes.
La Secretaría de Gobernación dijo, como una especie de disculpa por no atender las negociaciones debidamente, que había carpetas de investigación para algunos de los dirigentes de estas manifestaciones. Y, por supuesto, participación de la extrema derecha, que por lo visto en nuestro país tiene más capacidad de movimiento de lo que muchos se podrían imaginar. No es claro de qué manera esas respuestas a las quejas de la ciudadanía ayudan a la paz y la concordia por quienes deberían gobernar para todos. Esa reacción huele a amenaza.
En fin, se aprueban las reformas en fast track, como dicen quienes protestan, con la aprobación por ambas cámaras. No se ha vuelto a hablar de que los transportistas estén en desacuerdo, pero el sector agropecuario sigue molesto. El centro de las protestas son las leyes que rigen el manejo del agua. La discusión tiene que ver, sobre todo, con la propiedad del gobierno sobre el líquido. Algo que, de hecho, estaba ya considerado en las leyes; tan es así, que no se habla de propiedad de los mantos acuíferos; se habla de concesiones que asigna la administración pública.
El gobierno da razones para estos cambios, entre las cuales está, por supuesto, la de reducir la corrupción. Algo que no ha podido lograr. Se siguen encontrando diferentes modos de huachicoleo, que demuestran que el combate a la corrupción está lejos de lograr buenos resultados. Finalmente, las reformas aprobadas incorporaron más de 50 enmiendas propuestas por agricultores y ganaderos, incluyendo la posibilidad de heredar los derechos de aprovechamiento del agua. Cambios muy criticados por sectores de la izquierda.
La realidad en el campo es que solo el 14 % del territorio nacional es cultivable, y de ese 14 %, solo la mitad son terrenos de riego, mientras que la otra mitad, el 7 % del territorio nacional, es de temporal. En muchos casos, vivir en terrenos de temporal es una garantía de vivir en la pobreza, por estar sujeto a variaciones de todos los tipos. El acceso al riego no es poca cosa.
La discusión de fondo es cómo debe estar la propiedad en el campo: en manos del gobierno o de los particulares. No falta quien diga que esta reforma equivale a una expropiación del campo. Otros, posiblemente exagerando, hablaron de que este es el último clavo en el ataúd del campo. ¿En dónde está la verdad? Habrá que esperar a ver los resultados en el nivel de vida de los hombres y mujeres del campo. Ahí veremos quién tenía la razón. Es importante no dejar este asunto en el olvido. Los campesinos merecen ese apoyo.

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Dr. Joaquín Bojórquez Acuña: Excelencia en Ingeniería Nacional
El viernes 5 de diciembre de 2025, en el emblemático “Palacio La Rochelle” de CDMX, la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros (UMAI) celebró su Cena de Fin de Año, un encuentro que reúne a líderes del sector, representantes de colegios, académicos y personalidades de la ingeniería nacional. El evento se convirtió en el marco solemne para la entrega del Reconocimiento a la Excelencia Gremial 2025, distinción reservada para quienes han fortalecido de manera notable el quehacer gremial, académico y técnico del país.
Este año, el galardón fue otorgado al Dr. Joaquín Bojórquez Acuña, ingeniero sonorense cuya trayectoria destaca en el desarrollo estructural, la valuación, la investigación aplicada y la gestión integral del riesgo, dejando una huella significativa en la ingeniería mexicana.
Un homenaje a una trayectoria que cruza la técnica, la academia y el servicio público
La postulación del Dr. Joaquín Bojórquez —presentada por el Consejo Integrador de la Construcción, la Industria y el Desarrollo (Colegio), INCIDE A.C.— destacó no solo su sólida formación académica, sino la naturaleza integral de una trayectoria que aporta en cinco frentes.
1. Innovación técnica.
Ha desarrollado metodologías que han cambiado la práctica profesional, como el algoritmo para cuantificar riesgos urbanos que permitió generar el primer plano nacional de riesgo por colapso de anuncios publicitarios. Su tesis de 2022 sobre caracterización del suelo y fuerzas sísmicas se ha convertido en referencia obligada para instituciones públicas, colegios profesionales y cuerpos de Protección Civil.
2. Formación de nuevas generaciones.
Fue pieza clave en la creación de la primera Maestría en Ingeniería Estructural, la Universidad La Salle en Sonora, formando ya cuatro generaciones de especialistas. Además, desde 2020 publica la columna Estructurando en la revista INCIDE, impulsando ética, normatividad y rigor técnico.
3. Profesionalización gremial.
Como ponente y analista técnico en foros nacionales —incluida UMAI— ha contribuido a actualizar reglamentos, fortalecer procesos de dictaminación y elevar la calidad de los criterios estructurales y de responsabilidad civil.
4. Servicio social.
Ha mantenido un compromiso activo con la comunidad participando de manera voluntaria en zonas afectadas por diversos siniestros, desde el sismo de 2017 en Puebla a la actualidad.
5. Articulación institucional.
A través de INCIDE A.C., participa en la integración multidisciplinaria de especialistas en ingeniería, arquitectura, valuación, DRO y gestión del riesgo, fortaleciendo la colaboración entre sectores y el desarrollo técnico del gremio.
Una noche de reconocimiento, unidad y sentido gremial
Durante la ceremonia, representantes de UMAI e INCIDE destacaron que la distinción no solo reconoce conocimientos técnicos, sino valores gremiales fundamentales: ética, servicio, rigor profesional y la capacidad de articular sectores que por años trabajaron de forma aislada. Se subrayó que la trayectoria del Dr. Bojórquez demuestra cómo la ingeniería puede trascender lo técnico y convertirse en motor de transformación social, académica y normativa.
El galardonado recibió la presea de manos de los presidentes nacionales Armando Roque Cruz (ANALISEC), Marco Méndez Cuevas (UMAI), José Guillermo Dozal (FEMCIC) y de un servidor como presidente de INCIDE, acompañado de su esposa, Genoveva Rascón, visiblemente emocionada. El reconocimiento se entregó ante representantes de federaciones y colegios de ingenieros, en un ambiente de fraternidad gremial y celebración por los logros compartidos del año.
Un cierre de año con visión de futuro La Cena de Fin de Año y la alianza entre UMAI e INCIDE no solo celebraron un reconocimiento individual, sino que reflejaron la fuerza de una ingeniería sonorense y mexicana que avanza hacia modelos más técnicos, éticos y coordinados. El reconocimiento resumió el espíritu del gremio —investigar, innovar, formar, servir y construir comunidad—, mientras que la frase que acompañó su postulación, “La fuerza de muchos, construyendo un mismo propósito”, marcó la noche con un mensaje de unidad y futuro compartido.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
[email protected]

La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx
Columna Invitada
Violencia a la Mujer
La semana pasada se conmemoró el Día Internacional Contra la Violencia a la Mujer. Más allá de los individuos, tenemos un problema en nuestra cultura. La cual influye en todos los aspectos de la nación, incluso en las leyes, en las costumbres, en las prioridades, en el nivel de exigencia para los miembros de la Sociedad.
Es difícil que yo, como varón, pueda tener una total comprensión de lo que significa vivir esta violencia contra una mujer. Tenemos también el problema de que lo que consideramos violencia son únicamente los casos más graves, sin considerar muchos otros modos de violentar, desde las bromas pesadas, violencia económica, acoso sexual o violaciones, llegando hasta crímenes atroces con tortura y asesinato. Es algo muy engranado en nuestra cultura, por desgracia.
La reacción de la Sociedad, incluyendo los hombres, por supuesto, pero también ciertos grupos de mujeres, es la de ignorarlas, en el mejor de los casos. En el peor, atacar a quien denuncia. Las ven como personas que estorban, que molestan a una Sociedad que se siente muy tranquila con lo que está ocurriendo. Quisieran víctimas silenciosas, usando la frase machista, tan manejada: “Calladita te ves más bonita”. Están aceptando el falso sentido de superioridad del varón, basado en la fuerza bruta, la capacidad de dañar al débil. Se sostiene el rol subordinado que se les asigna a ellas y los obstáculos legales para poder ejercer su papel cívico. Se ha vuelto una costumbre.
Hay expertos que ven la raíz de esta violencia contra la mujer en la debilidad del hombre. Entre más débil es el hombre, más violento se vuelve para afirmarse, para poder sentir que, verdaderamente, en algo es poderoso. Porque, generalmente, en su mundo es alguien poco importante, con pocas capacidades. Eso funciona porque las culturas tienen un modo de mantenerse y de reproducirse, a través de muchos elementos: ceremonias, vestimentas, celebraciones, el sentido de lo fundamental. Así se sostiene la misma, y por eso es complicado, lento, difícil cambiar la cultura. Lo cual no quiere decir que debamos rendirnos.
De fondo, la solución más completa es el reconocimiento de que tenemos la misma dignidad. Debemos recibir el mismo respeto, independientemente de nuestro sexo. La mejor respuesta es la colaboración plena, más allá de las cuotas de género, aunque estas pueden ser consideradas útiles como un paso intermedio. Pero esa no es la solución completa. Hay que evitar radicalmente que esta causa tan importante, tan humana, se vuelva un botín político. Porque puede haber grupos y partidos que traten de lucrar con este justificado enojo de una gran cantidad de mujeres.
La solución está en la colaboración. Si no logramos encontrar una manera de que hombres y mujeres trabajemos por mejorar en este tema, el resultado será temporal. No se trata de sustituir el patriarcado por un matriarcado; lo que importa es crecer en adultez. Tenemos que pasar del infantilismo, en los aspectos de relaciones entre los sexos, a la madurez. Entre más fuertes seamos, mejor nos podremos coordinar, colaborar, reconociendo y valorando nuestras diferencias.
Necesitamos una ciudadanía fuerte que adopte esta bandera, se la arrebate a la clase política y se dedique a desarrollar desde la raíz, desde la infancia, desde la escuela más básica, esta relación de madurez y de entendimiento entre unos y otros. Y no estar confiados en que las soluciones vendrán con el tiempo, en el muy largo plazo. Nos urge, lo necesitamos. Amigas, hay hombres que están de su lado. ¡Ánimo! Nuestra colaboración beneficiará a nuestra Sociedad.

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Columna Invitada
Pirotecnia: una tradición que exige conciencia, no indiferencia
Cada diciembre en México se enciende algo más que pólvora: se enciende la conversación eterna entre tradición y seguridad. Nadie niega que los fuegos artificiales han acompañado nuestras celebraciones por siglos; forman parte de la memoria colectiva y de la estética festiva del país. Pero también es cierto que, detrás de ese brillo, siguen existiendo riesgos que ya no podemos minimizar.
No se trata de atacar a quienes aman la tradición ni de convertir en villano a quien recuerda su infancia con un “cuetito en la mano”. Esto no va de nostalgia. Va de responsabilidad. Va de preguntarnos, como adultos, como padres y como sociedad: ¿cuánto dolor ocasiona lo que seguimos normalizando?
Hermosillo es un ejemplo claro del reto. Durante muchos años, Protección Civil decomisaba alrededor de 200 kilos de pirotecnia clandestina cada temporada. Con la regulación más estricta y la prohibición de pirotecnia sonora, el año pasado se decomisaron solo 25 kilos. Un avance enorme, sí, pero también una señal de alerta: el problema no desapareció, solo se hizo más pequeño… y más disperso.
Basta un artefacto para causar una tragedia
Y aquí es donde debemos ser honestos sin ofender a nadie:
¿Quién compra la pirotecnia? Los adultos.
¿Quién pone el dinero? Los padres.
¿Quién la manipula la mayoría de las veces? Los hijos.
La ecuación está desequilibrada desde el origen.
No es un tema de prohibición; es un tema de decisión familiar.
Durante años me tocó ver de cerca lo que muchos prefieren no imaginar: niños con quemaduras en las manos, en la cara, en los ojos; adolescentes que pierden movilidad o audición; casas enteras consumidas por un globo de Cantoya que cayó donde no debía.
La estadística nacional coincide:
- El 60% de los lesionados por pirotecnia son menores entre 5 y 14 años.
- Las zonas más afectadas son manos (30%), ojos (28%) y rostro (15%).
Ante esos datos, cualquier argumento romántico se queda corto.
La tradición es valiosa, pero ninguna tradición debería sostenerse sobre el sufrimiento de los más pequeños. No es coherente que como sociedad hayamos avanzado en temas de equidad, salud mental, educación y seguridad vial, pero sigamos aceptando prácticas que lesionan a quienes más deberíamos proteger, porque curiosamente, la regulación avanzó porque algunas personas se preocuparon más por los perritos que por los niños o las personas autistas.
El riesgo de la pirotecnia no es una exageración. Tampoco es una persecución. Es una realidad que cada año se cobra vidas en todo el país: explosiones en talleres clandestinos, incendios en viviendas, abarrotes con venta ilegal, menores lesionados por artefactos defectuosos. Hablar de esto no es ser aguafiestas; es ser sensato.
Y aquí la reflexión indispensable:
¿De dónde sale el dinero para comprar pirotecnia?
Del bolsillo de los padres.
Por eso la decisión es profundamente familiar.
No importa si el niño insiste, si “todos los vecinos compraron”, si “es nomás tantito”.
Lo que para un menor es un juego, para un adulto debe ser un análisis de riesgo.
Celebrar, sí.
Poner en peligro a los hijos, jamás.
La regulación actual en Hermosillo demuestra algo importante: cuando la autoridad actúa, el riesgo disminuye. Pero el cierre definitivo del círculo depende de la familia. No de la policía, no del municipio, no de los inspectores, no de las campañas: de la decisión del adulto que entrega o no el billete.
El mayor acto de amor en diciembre no es comprar luces que explotan, sino garantizar que tus hijos regresen a casa sanos, completos y sin cicatrices.
La tradición puede continuar, pero la inconsciencia no.
Hoy Hermosillo está dando pasos. Falta que cada hogar dé los suyos.
Pasemos unas felices posadas y disfrutemos el Guadalupe – Reyes que ya se aproxima.
Mtro. Guillermo Moreno Ríos
Ingeniero civil, académico, editor y especialista en Gestión Integral de Riesgos y Seguros. Creador de Memovember, Cubo de la Resiliencia y Promotor del Bambú.
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