Ciudad de México.- Desde que el pasado 16 de junio el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que el país está abierto a aceptar trabajadores mexicanos como ciudadanos, muchas han sido las expectativas que se han despertado al respecto, mitos y realidades han circulado por las redes sociales e incluso por los noticieros en México.
Y es que literalmente Trudeau dijo que estaría dispuesto a conceder la nacionalidad a “miles de trabajadores”, en su mayoría latinoamericanos, pero, qué tan fácil o difícil es lograr esta nacionalidad, ¿cómo se hace posible este nuevo sueño norteamericano? Para decirnos su experiencia y orientarnos en la realidad tenemos la historia de un mexicano que lo logró y ahora es uno de los representantes académicos de mayor prestigio de la escuela de idiomas más importante de Vancouver VGC, Pablo Contreras, quien nos narró su historia y compartió los tipsque lo llevaron a obtener la nacionalidad en un complejo sistema de puntos.
Originario de Guadalajara, Pablo en su adolescencia se rehusaba a ir a estudiar un semestre de idiomas a Canadá, ya lo habían hecho sus hermanos menores pero entre los amigos y algo de rebeldía no había consumado ese viaje que sus padres estaban dispuestos a pagarle para que perfeccionara su nivel de inglés, hasta que un día, a la edad de 19 años, Vancouver fue el destino de este viajero personaje, y le cambió la vida.
“Desde ese verano en Vancouver yo sabía que tenía que vivir ahí, no en otro país, no en cualquier lugar de Canadá, sino en la Ciudad de Vancouver que fue la que me enamoró” nos dijo Pablo Contreras, actual director de marketing y reclutamiento de VGC International College, la escuela más importante de dicha ciudad. Sin embargo, el recorrido para lograr su objetivo no fue sencillo, entre otras vicisitudes tuvo que dejar un excelente trabajo en México. Pero dejemos que sea el mismo Pablo quien nos narre su historia.
Primer paso: Desearlo
Cuando regresé de Vancouver, en mi interior había despertado esa necesidad de volver, narra Pablo Contreras, “tengo muy presente que me sentía triste, incluso mi madre me decía: ¿porqué estás así, si ya regresaste? A lo que respondí, precisamente por eso, no tenía las palabras para expresar mi sentimiento, pero me entristecía no estar allá”.
Pasaron los años, cursé la licenciatura en mercadotecnia en Guadalajara, me gradué y conseguí un buen trabajo, más porque sabía hablar muy bien inglés que por mi carrera. Como era de esperarse no le satisfacía desempeñarse en un área diferente a la de sus estudios. “Ahorré un poquito y me fui a estudiar a Barcelona, pero la misma experiencia nunca igualó a lo vivido en Vancouver”.
Yo tenía la idea fija de vivir en Vancouver. No sabía cómo, pero en mi mente estaban aquellos días de adolescencia en los que quedé impactado por la belleza de la ciudad y por el estilo de vida de la gente. Fue en ese momento, a mis 26, cuando decidí irme de vacaciones a Vancouver para recopilar información de universidades, y los requisitos para entrar. En aquel tiempo era casi imposible recaudar información de otra forma.
Segundo paso: Tener un plan
En ese tiempo no había demasiada difusión, yo lo logré a gracias a una Expo Educativa que hubo en Guadalajara, donde conocí a un canadiense que se dedicaba a asesorar personas para estudiar en Canadá; y aunque él me recomendaba otras ciudades insistentemente, yo persistí en Vancouver.
No obstante gracias a esa persona y a mi difícil investigación, algo necia para ser franco, logré enterarme que al estudiar educación superior en Canadá cuando te gradúas puedes obtener un permiso de trabajo legal.
Ahora es mucho más fácil gracias a plataformas como Ágora International Learning, encabezado por Rosy Ceceña, con años de experiencia en el ramo de educación internacional y quien junto a su equipo, literalmente te resuelven la vida en este aspecto.
Así que mientras, permanecía en México pero sentía que no estaba cumpliendo mi objetivo -continúa Pablo-, pero me estaba acercando; fue entonces que decidí juntar un pequeño capital y dejar mi trabajo en México para irme a Canadá, sí, a Vancouver; a estudiar mercadotecnia turística a una universidad pública. Mi plan fue: a través de la educación lograr mi sueño de vivir en Vancouver donde tenía mis mejore recuerdos, a pesar de que no conocía a nadie ahí.
Tercer paso: Disciplina
Cuando yo llegué a Vancouver no podía por ley trabajar los primeros seis meses, en ese momento debía tener los ahorros suficientes para pagar un curso de seis meses y además vivir, lo cual ahora ha cambiado pues puedes comenzar a trabajar desde el principio.
Requirió de un enfoque total de mi parte, pero me apegué a mi plan, por lo que tuve una serie de empleos, digamos empleos menores para ser exactos, siempre con una filosofía que se apegaba a mi proyecto de forma disciplinada: tenía muchos trabajos y pensaba, “son trabajos que me harán tener conexiones que me servirán a largo plazo, y me van a permitir tener dinero mientras sigo estudiando”.
Cuarto paso: concretar
Finalmente Pablo se graduó de un programa de estudios de dos años, y aplicó al permiso de pos graduado que te permite quedarte en Canadá trabajando hasta por tres años, tiempo para demostrar que una empresa canadiense te quiere como parte de su planta de trabajo, para que le demuestres a Canadá que eres una persona valiosa para pertenecer a su sociedad, y lo logré, obtuve dos trabajos y acepté los dos, uno entre semana en el sector en el que sigo trabajando, y el segundo en un hotel los fines de semana. Duré un año y medio y dije, voy a aplicar para la residencia, porque ya tengo los requisitos que son: estudios en una institución canadiense pública, inglés y experiencia laboral, y lo hice. En un lapso de ocho meses, en el 2013 me la concedieron.
Sistema de puntos
Canadá tiene un sistema de puntos, las personas que tienen más puntos son las que son elegibles para obtener la residencia, los factores son: el primero, la edad, es muy importante que no seas tan grande de edad, ni tan joven; el segundo, los estudios, es de suma importancia que realices estudios en Canadá, aunque tengas muchos estudios en tu país de origen; el tercero es tener dominio del inglés o francés, y por último, la experiencia de trabajo, es indispensable tener un empleo y carta de un empleador.
No es necesario romperse la cabeza con esto, es mejor consultar con Ágora International Learningque te acercarán a los expertos.
Continúa Pablo: la ventaja que tengo al trabajar en de VGC es que yo pasé por ese proceso, primero ser estudiante, luego trabajador y residente, he vivido el camino y el sistema de puntos y todo el trayecto para llegar a ser ciudadano de Canadá; este proceso para aplicar a la ciudadanía en mi caso duró cinco años, posteriores a ser residente, los pasos fueron: tener tres años dentro de Canadá con trabajo, hacer nuevamente un examen de inglés y hacer un examen de la historia de Canadá, eso a grandes rasgos.
Últimos consejos
Yo les digo siempre que sean muy honestos, muy realistas, hay gente que quiere hacer una maestría, pero tiene nivel de inglés intermedio, y pienso que son personas que no han investigado. Por ejemplo, hay programas de VGC que te preparan para entrar a universidades y no es necesario tener un nivel muy alto de inglés, para eso están hechos.
Hace poco que daba una conferencia en una universidad de México, conocí a una chica que me decía que llevaba un año mandando currículums a empresas canadienses y nadie le había hablado, yo le respondí: ni te van a hablar. No tienes permiso de trabajo y no te conocen. Si esa es la idea, es mejor optar por programas de un año que te dan una probadita de Canadá, a la vez que subes tu inglés y trabajas legalmente.
Luego viene este proceso en una ceremonia en la que el nuevo ciudadano jura lealtad a la Reina y jura ser un ciudadano ejemplar para Canadá; Pablo lo logró el día de su cumpleaños, sin perder la nacionalidad mexicana.
Lo que nadie te dice
Pablo dejó en México un futuro prometedor en una trasnacional muy grande, contra un futuro que parecía brillante en Canadá, en busca de una experiencia que él consideraba aún más prometedora… También dejó a sus amigos, a su familia, a su novia, y tuvo que lidiar con toda clase de comentarios que juzgaban su determinación. Muchos fueron los que le decían que no merecía la pena dejar atrás su país y su vida laboral.
Cuando Pablo trabajaba vendiendo teléfonos o siendo mesero en Vancouver, a él llegaban las voces de sus amigos diciéndole que estaba loco, que en lugar de estar avanzando estaba dando tres pasos hacia atrás, pero no desistió, para él era estrategia, un paso que merecía mucho respeto pues se trataba de prepararse para el futuro y ser competitivo en cualquier parte del mundo, en evolucionar por medio de la educación.
Hoy por hoy Pablo tiene un empleo a nivel dirección en Canadá, vive en una de las ciudades con mayor calidad de vida en el mundo, Vancouver, compró su propio departamento en una zona muy bonita de la Ciudad y cuando está en expos o promoviendo Canadá en México, sus amigos, los que antes decían “estás loco”, hoy le preguntan y le confiesan que ahora ellos son los que están interesados en migrar a Canadá.
México
Hipertimesia, la condición neurológica que convierte cada recuerdo en presente
Ciudad de México.— Recordar qué se comió ayer suele ser un reto para muchas personas. Para un grupo mínimo, olvidar no ocurre. Cada fecha, cada conversación y cada emoción permanece intacta, ordenada como un calendario interior que se activa sin aviso. Esta condición, conocida como hipertimesia, plantea una paradoja humana profunda: una memoria que conserva todo también obliga a revivirlo todo.
¿Qué es la hipertimesia y por qué desafía la idea del olvido?
La hipertimesia, también llamada memoria autobiográfica altamente superior, de acuerdo con especialistas, es una condición neurológica poco frecuente que permite recordar episodios personales con una precisión extraordinaria incluso después de décadas. Los recuerdos aparecen de forma automática, sin técnicas de memorización ni esfuerzo consciente, y siguen una secuencia cronológica clara.
Quienes viven con hipertimesia pueden reconstruir días específicos con datos como el clima, las personas presentes, las conversaciones y las emociones experimentadas. El término surge del griego “hiper”, exceso, y “thymesis”, recordar, una combinación que describe con exactitud una memoria que no se diluye con el paso del tiempo.
Una condición excepcional en el mundo científico
La hipertimesia se encuentra entre los fenómenos neurológicos más raros documentados. Desde su identificación a inicios del siglo XXI, se han registrado menos de cien casos en todo el mundo. El primero estudiado de forma sistemática fue el de Jill Price, diagnosticada en Estados Unidos en 2006, lo que abrió una nueva línea de investigación sobre la memoria humana.
Esta baja incidencia explica por qué la hipertimesia continúa siendo objeto de estudio en ámbitos académicos y científicos, más que en la práctica clínica habitual, y mantiene el interés de neurocientíficos, psicólogos y especialistas en conducta humana.
Señales de una memoria que no descansa
El rasgo central de la hipertimesia es el recuerdo constante e involuntario de experiencias personales. Entre sus manifestaciones se encuentran la evocación detallada de eventos cotidianos con fechas y contextos precisos, la aparición espontánea de recuerdos a partir de estímulos mínimos y la intensidad emocional asociada a cada vivencia, como si el momento ocurriera de nuevo.
También es común la capacidad de relacionar acontecimientos históricos con experiencias personales propias. Esta habilidad no implica ventajas generales en otras áreas cognitivas, ya que no se asocia con una memoria superior para cálculos, idiomas o habilidades visuales, lo que la diferencia de otros fenómenos como el síndrome del sabio.
Qué se sabe sobre sus causas
El origen de la hipertimesia no se encuentra definido con certeza. Las investigaciones apuntan a una interacción de factores neurológicos, psicológicos y genéticos. Estudios de neuroimagen han identificado diferencias en estructuras como el núcleo caudado y el lóbulo temporal, zonas vinculadas con la memoria y la regulación emocional, así como una conectividad más intensa entre regiones relacionadas con el recuerdo.
También se han observado patrones de actividad particulares en la red neuronal por defecto, sistema cerebral asociado al pensamiento autorreferencial. A ello se suman rasgos obsesivos leves en algunos casos, como la necesidad de registrar fechas o revisar recuerdos de manera reiterada, lo que podría reforzar los circuitos de la memoria a lo largo del tiempo. Aunque no existe un gen identificado, la recurrencia familiar sugiere un posible componente hereditario.
Cuando recordar todo se vuelve una carga
La hipertimesia no siempre se vive como un privilegio. La imposibilidad de filtrar recuerdos genera una sobrecarga mental constante que dificulta la concentración en el presente. Las experiencias dolorosas conservan la misma nitidez que las positivas, lo que puede traducirse en angustia emocional persistente.
Esta intensidad favorece la aparición de ansiedad, episodios depresivos o síntomas similares al estrés postraumático. En el ámbito social, algunas personas enfrentan incomprensión o aislamiento, al convivir con una memoria que otros perciben como inusual o exagerada.
Cómo se identifica una memoria autobiográfica superior
El diagnóstico de la hipertimesia requiere evaluaciones especializadas. Incluye entrevistas clínicas, pruebas de evocación de fechas y acontecimientos específicos y la verificación de datos mediante registros personales, noticias o documentos familiares. Las resonancias magnéticas funcionales permiten observar la actividad cerebral durante la recuperación de recuerdos.
El proceso también descarta otros cuadros, como el entrenamiento intensivo de la memoria, el síndrome de Savant o trastornos psicológicos asociados a recuerdos distorsionados. Por su rareza, estos estudios se realizan principalmente en centros de investigación.
Vivir con una memoria que no se borra
La hipertimesia no se considera una enfermedad y no cuenta con un tratamiento curativo. El acompañamiento psicológico puede ayudar a manejar la carga emocional asociada a los recuerdos persistentes. Estrategias como la terapia cognitivo-conductual, la atención plena y el uso estructurado de diarios personales ofrecen herramientas para mantener el equilibrio emocional y fortalecer la vida cotidiana.
Muchas personas con hipertimesia desarrollan una relación funcional con su memoria y la integran como parte de su identidad, aprendiendo a convivir con una mente que conserva cada capítulo de su historia.
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Ciencia
Anddy Diga y el poder oculto del canto: lo que activa en tu cerebro y tu corazón
Ciudad de México.- Cantar no es solo un acto artístico ni una habilidad reservada a profesionales. Especialistas en neurociencia y musicoterapia coinciden en que la práctica vocal activa procesos fisiológicos medibles que benefician al cerebro, el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico, incluso cuando se canta sin formación técnica.
Un informe reciente de The Telegraph, basado en investigaciones internacionales, retomó evidencia científica que vincula el canto con mejoras en la memoria, la respiración, el control del estrés y la respuesta inmune.
A estos hallazgos se suma la experiencia de la cantante y compositora mexicana Anddy Diga, quien compartió con SIETE24 Noticias cómo el canto ha influido de manera directa en su salud física y emocional a lo largo de su vida.
El canto y la salud cerebral: memoria, atención y emociones
La neurociencia documenta que cantar activa de forma simultánea regiones cerebrales relacionadas con el lenguaje, la audición, el movimiento y la emoción.
Esta activación múltiple fortalece la memoria, la capacidad de concentración y los procesos de aprendizaje, de acuerdo con estudios citados por el medio británico.
Investigaciones desarrolladas en universidades europeas detectaron que el canto regular mejora la memoria verbal y la agilidad mental, especialmente en adultos mayores de 40 años.
También se asocia con una mayor facilidad para recuperar el lenguaje después de un evento cerebrovascular y con una mejor preservación de la memoria musical en personas con demencia.
Desde la experiencia personal, Anddy Diga explicó que el canto le permitió desarrollar una mayor conciencia emocional y mental desde la infancia.
“A nivel mental, siento que me dio una forma muy clara de procesar emociones desde chiquita. Cuando cantas tanto tiempo aprendes a escucharte, cómo te sientes, cómo respiras, cómo estás”, compartió en entrevista para SIETE24 Noticias.
La cantante señaló que esta práctica constante también fortaleció su atención y presencia corporal, elementos que hoy reconoce como parte de su bienestar cotidiano.
Respiración, corazón y control del estrés
Uno de los efectos más documentados del canto se relaciona con la respiración. Al cantar, la inhalación suele ser profunda y la exhalación prolongada, lo que fortalece los músculos respiratorios y mejora el control del ritmo respiratorio.
Estudios citados por The Telegraph comparan estos efectos con los de una caminata ligera, debido a su impacto cardiorrespiratorio.
Ensayos clínicos recientes reportaron que personas con enfermedades pulmonares crónicas que participan en sesiones semanales de canto experimentan una mejor calidad de vida y mayor tolerancia al esfuerzo físico.
Además, revisiones médicas destacaron que esta práctica favorece la variabilidad de la frecuencia cardíaca, un indicador clave de salud cardiovascular.
Anddy Diga confirmó que estos beneficios también se reflejan fuera del escenario.
“Hoy en día tengo mucho control de mi respiración, la hago muy consciente, sé cuándo inhalar, cuándo soltar o cómo dosificar el aire, y creo que se refleja no solo al cantar sino en el día a día”, afirmó la cantante.
La intérprete añadió que esta estabilidad respiratoria le permite manejar mejor el estrés físico y mental, y sentir menor fatiga en sus actividades cotidianas.
Sistema inmunológico y bienestar emocional
El vínculo entre el canto y el sistema inmunológico ha sido explorado por estudios que observaron un aumento de inmunoglobulina A, un anticuerpo clave en la primera línea de defensa del organismo, en personas que cantan de forma regular.
En pacientes con cáncer, la participación en coros semanales se ha asociado con cambios positivos en proteínas relacionadas con la respuesta inmune.
Además de los efectos biológicos, el canto estimula la liberación de endorfinas, dopamina y oxitocina, sustancias vinculadas con el bienestar emocional y la reducción del estrés.
Estas reacciones químicas ayudan a explicar por qué cantar se asocia con menor percepción del dolor y mejor estado de ánimo.
Desde su experiencia personal, Anddy Diga describió el canto como una herramienta emocional constante.
“Creo que para mí cantar sí ha sido como un refugio. Hay momentos en los que no sabes exactamente lo que sientes, pero empiezas a cantar y como que algo se acomoda”, relató.
La compositora explicó que, durante etapas de ansiedad o incertidumbre, el canto le permitió liberar tensión sin necesidad de verbalizar lo que sentía, lo que coincide con los efectos emocionales descritos por la musicoterapia.
Cantar sin ser cantante: una práctica accesible
Los especialistas citados por The Telegraph subrayan que los beneficios del canto no dependen de la calidad vocal ni de la formación musical. Se trata de una actividad accesible, cotidiana y sin requerimientos técnicos, capaz de activar mecanismos fisiológicos en personas de todas las edades.
Anddy Diga coincidió con esta visión y envió un mensaje claro a quienes no se consideran cantantes.
“Cantar no es para cantar bonito, es para sentirse mejor. No importa si cantas en el coche, en la regadera o bajito en tu cuarto; solo empezar a hacerlo”, expresó.
La evidencia científica y las experiencias personales convergen en un mismo punto: el canto, más allá del escenario, se consolida como una práctica cotidiana con efectos reales en la salud cerebral, cardiovascular y emocional, respaldada por investigaciones recientes y testimonios directos como el de la cantante y compositora Anddy Diga.
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Ciencia
El error más común en casa: confundir la influenza con un resfriado leve
Ciudad de México.- Un estornudo aislado puede parecer inofensivo, pero no todos los cuadros respiratorios son iguales, por lo que reconocer las diferencias a tiempo entre un resfriado o una gripe más grave como la influenza, puede evitar complicaciones.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la influenza es una infección respiratoria aguda causada por un virus que se transmite con facilidad y puede provocar enfermedad grave, especialmente en grupos vulnerables.
En contraste, el resfriado común suele ser más leve y autolimitado.
“La influenza se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, tos seca y malestar intenso”, alertó la OMS, a través de una ficha informativa.
Síntomas que ayudan a distinguir un resfriado de la influenza
El resfriado suele comenzar de forma gradual. La congestión nasal, el escurrimiento, los estornudos y el dolor leve de garganta son los signos más habituales. Rara vez genera fiebre alta o dolores musculares incapacitantes.
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“La influenza no es un resfriado fuerte; es una enfermedad respiratoria que puede causar fiebre mayor a 38 grados, dolor muscular intenso, cansancio extremo y complicaciones graves”, destacó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de un comunicado.
Además de la fiebre, la influenza suele provocar escalofríos, sudoración, dolor de cabeza persistente y tos seca. La fatiga puede durar varios días e incluso semanas, aun cuando otros síntomas disminuyen.
Grupos con mayor riesgo ante la influenza
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha reiterado que no todas las personas enfrentan la influenza con el mismo nivel de riesgo.
“Los niños pequeños, las personas adultas mayores, las mujeres embarazadas y quienes viven con enfermedades crónicas tienen mayor probabilidad de desarrollar complicaciones asociadas a la influenza”, dejó en claro la OPS a través de una alerta epidemiológica emitida desde Washington.
Entre estas complicaciones se encuentran la neumonía, la bronquitis, las infecciones de oído y la descompensación de enfermedades como diabetes, asma o padecimientos cardiacos. Por ello, la identificación temprana de los síntomas no es un asunto menor.
Cuándo buscar atención médica inmediata
El resfriado común rara vez requiere valoración médica. Sin embargo, la influenza puede evolucionar rápidamente.
La Secretaría de Salud del Gobierno de México, alertó a través de un comunicado, que se debe acudir a una unidad médica si hay “dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión, vómito persistente o fiebre que no cede”.
En niñas y niños, las señales de alarma incluyen respiración acelerada, labios o uñas azuladas, llanto sin lágrimas, somnolencia excesiva o rechazo total a líquidos.
La OPS también insiste en que los síntomas que mejoran y luego reaparecen con mayor intensidad pueden ser indicio de una complicación secundaria.
Tratamiento y autocuidado según cada cuadro
El manejo del resfriado se basa en reposo, hidratación y control de síntomas. En la mayoría de los casos, el organismo se recupera por sí mismo en pocos días.
En el caso de la influenza, el tratamiento depende del estado de salud de la persona.
“Los antivirales están indicados principalmente para personas con factores de riesgo o cuadros graves, y deben administrarse bajo prescripción médica”, señaló personal del IMSS en conferencia de prensa.
El uso indiscriminado de antibióticos no es efectivo, ya que tanto el resfriado como la influenza son causados por virus. Esta práctica, advierte el Sector Salud, contribuye a la resistencia antimicrobiana.
Prevención que comienza en casa
La vacunación anual contra la influenza sigue siendo la principal medida preventiva. La Secretaría de Salud recordó que la vacuna “reduce hospitalizaciones y defunciones, especialmente en población vulnerable”.
A ello se suman medidas cotidianas: lavado frecuente de manos, ventilación de espacios cerrados, cubrirse al toser o estornudar y evitar acudir a lugares concurridos cuando hay síntomas respiratorios.
La OPS enfatizó que la vigilancia debe mantenerse durante todo el año, no solo en invierno, debido a la circulación constante de virus respiratorios.
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Ciencia
Dormir poco, el mal hábito que provoca más muertes después del tabaquismo
Ciudad de México.- Dormir menos de siete horas por noche dejó de ser un mal hábito tolerable para convertirse en una señal de alerta en salud pública.
Un estudio científico reciente identificó que la falta de sueño es el segundo predictor más fuerte de una menor esperanza de vida en Estados Unidos, solo por debajo del tabaquismo.
La investigación, publicada en 2025 en la revista científica SLEEP Advances, analizó datos de todos los estados estadounidenses entre 2019 y 2025. Sus hallazgos colocan al sueño insuficiente por encima de factores como la inactividad física y la diabetes en su asociación con la muerte prematura.
El trabajo fue encabezado por Andrew McHill, profesor asociado de la Oregon Health & Science University (OHSU), y se basó en una amplia base de datos nacional que vinculó la esperanza de vida promedio por condado con encuestas oficiales sobre hábitos de sueño de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“No esperaba que estuviera tan fuertemente correlacionado con la esperanza de vida”, reconoció McHill en declaraciones difundidas por la propia universidad en Portland, Oregón, tras la publicación del estudio.
El sueño, bajo la lupa de la salud pública
El análisis fue desarrollado principalmente por estudiantes de posgrado del Laboratorio de Sueño, Cronobiología y Salud de la OHSU.
Año tras año, los datos mostraron una relación constante: en casi todos los estados, las poblaciones que duermen menos de siete horas presentan una menor longevidad.
Al comparar distintos factores conductuales, los investigadores encontraron que el sueño insuficiente se posicionó como el segundo predictor más fuerte de una menor esperanza de vida, solo detrás del consumo de tabaco, al evaluar los datos a nivel de condado entre 2019 y 2025.
El resultado se mantuvo incluso después de controlar estadísticamente otros riesgos como dieta, ejercicio, obesidad, diabetes y niveles de soledad.
El estudio contó con el respaldo del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
¿Cuántas horas se consideran suficientes?
Para definir qué es dormir lo necesario, el estudio retomó las recomendaciones de los CDC, la American Academy of Sleep Medicine y la Sleep Research Society: un mínimo de siete horas de sueño por noche en adultos.
McHill subrayó la importancia de este umbral en un comunicado oficial de la Universidad de Oregón, publicado en 2025.
“Las personas realmente deberían esforzarse por dormir entre siete y nueve horas si es posible”, afirmó.
Los autores advierten que el sueño insuficiente es altamente prevalente en la población estadounidense, lo que convierte al descanso nocturno en un asunto prioritario para las políticas de salud, al mismo nivel que la alimentación o la actividad física.
Qué ocurre en el cuerpo cuando no se duerme bien
Aunque el estudio no profundizó en los mecanismos biológicos, los investigadores señalaron que el sueño influye de manera directa en la salud cardiovascular, el sistema inmunológico, el metabolismo y la función cerebral, todos ellos relacionados con enfermedades crónicas y mortalidad.
La evidencia acumulada en los últimos años respalda esta relación.
“Dormir no es un lujo, sino una necesidad biológica imprescindible para el bienestar físico, psicológico y emocional”, advirtió el cardiólogo Daniel López Rosetti, en entrevista para Infobae.
El especialista explicó que el descanso adecuado impacta en la memoria, el estado de ánimo y el sistema inmune, además de reducir el riesgo cardiovascular, un factor clave en la expectativa de vida.
“El sueño tiene una función biológica esencial”, precisó el médico Daniel Pérez Chada, presidente de la Fundación Argentina del Sueño.
En declaraciones para Infobae, Pérez Chada explicó que la alteración del sueño no solo provoca fatiga o somnolencia, sino que puede causar o agravar enfermedades preexistentes.
El sueño como protector del corazón
La relevancia del descanso nocturno también fue destacada por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA).
En una declaración científica publicada en abril en la revista Circulation, la entidad subrayó que la calidad del sueño es determinante para prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión.
Según la AHA, no solo importa la cantidad de horas dormidas, sino también la continuidad, la regularidad de los horarios y la satisfacción con el descanso.
Estas variables influyen directamente en el riesgo de obesidad, colesterol elevado y alteraciones en la glucosa.
“Si se observan nuevas dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, o somnolencia diurna excesiva, se debe consultar con el médico para una evaluación más exhaustiva”, recomendó Marie-Pierre St-Onge, presidenta del grupo redactor de la declaración y directora del Centro para la Investigación del Sueño de la Universidad de Columbia.
Desde 2022, la AHA incorporó el sueño como uno de los pilares de su estrategia Life’s Essential 8, equiparándolo a factores como la alimentación, el ejercicio y el control de la presión arterial.
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